Capitulo 64

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Milagro Navideño de 1976
Capitulo 64

LA NOCHE DEL 24 DE ENERO DE 1977, LAS CALLES DE MADRID

Las chicas fueron todo el camino agarradas del brazo y hablando de como se imaginaban su futuro ideal, una casa como la de los Gómez-Sanabria repleta de niños, padres y madres, suegro y suegras,… Amelia no se imaginaba una vida más feliz que esa rodeada de una gran familia. Sin darse cuenta la pareja llegó al portal donde se encontraba el despacho de abogados donde trabajaba Manolita, Luisita abrió la puerta dejando pasar a Amelia pero nada más entrar en el portal y se encontraban en la soledad de la penumbra que les brindaba la noche y las sombras del portal, Luisita empujó a Amelia suavemente hasta que su espalda tocó la pared, la miró con ojos de enamorada y le acarició la cara co el dorso de su mano.
LUISITA: Te quiero muchísimo cariño!!! Me cuesta horrores disimular en público.
AMELIA: A mi también cariño pero debemos tener cuidado (apoyando sus frentes juntas con los ojos cerrados), aunque nos hayan concebido la inmunidad no me apetece pasar por una detención y que una vez en la comisaria descubran lo de la inmunidad y nos dejen libres a regañadientes. Mucho menos hacerte pasar por eso a ti cielo mío.
LUISITA: Yo tampoco lo quiero amor mío pero y que le hago? Que le hago si tengo la novia más maravillosa del universo y parte del extranjero? Que le hago si no puedo parar de sonreír con el solo echo de pensar en ti! Y que le hago si no puedo contener mis ganas de hacer esto?
Luisita besó dulcemente a Amelia que la rodeó con sus brazos poniendo sus manos en la melena rubia de su amada. Luisita pretendía alargar e intensificar el beso pero Amelia tuvo más sangre fría y levantó su cabeza rompiendo así el beso y acariciando la cara de Luisita con su nariz.
AMELIA: Cariño mío no podemos seguir… Créeme que si por mi fuera nuestros labios no se separarían nunca pero puede aparecer alguien.
Luisita no contestó verbalmente pero si físicamente, bajó la mirada poniendo morritos y haciendo pucheros.
AMELIA: Cariñoooo!!! No me hagas pucheritos que me derrito al verte!
LUISITA: Es culpa tuya cariño… Tengo tanta adicción a ti que la sola negativa de tus besos me pone triste.
Amelia se mordió el labio sonriente y besó a la rubia que sonrió en el beso nada más entrar en contacto sus labios.
VOZ: EJEMMMM
Las chica se separaron rápidamente al oír aquella voz y Luisita se puso delante de Amelia de manera protectora.
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LA NOCHE DEL 24 DE ENERO DE 1977, DESPACHO DE ABOGADOS

Manolita no paraba de dar vueltas por el despacho recogiéndolo todo y es que siendo la madre que era le resultaba imposible no ordenar el caos que reinaba en aquella oficina.
MANOLITA: Es que  parece mentira… Parece mentira que siendo ya hombre de pelo en pecho seáis peores que mis hijos pequeños!!! Hasta mi Manolin en más ordenado!!!
GUILLERMO: Manolita no te dejes cegar por la barba de este cabezón, por mucho pelo que tenga en esa barba sigue teniendo la edad de un preescolar.
LENIN: Habló el maduro de la oficina.
En ese momento Quintero entró a la sala principal de camino al soviet limpiándose una mancha de café de la camisa mientras los dos amigos discutían como niños. Manolita salía con un trapo del soviet y se echó las manos a la cabeza al ver a su amigo mientras Guillermo y Lenin se reían ante la inminente bronca.
MANOLITA: Justo no, tu no! Pero que has hecho hombre de dios?
QUINTERO: Aiii Manolita yo… yo… el café estaba en la mesa y yo pues no lo he no lo he visto con los archivos…
MANOLITA: Venga anda tira para el soviet, tira para el soviet que parece mentira…
QUINTERO: Manolita yo…
LENIN y GUILLERMO: Jajajaaj
MANOLITA: Y vosotros dos!!! Menos risas y recoged vuestras mesas.
Los dos abogados fingieron seriedad mientras Manolita se llevaba a quintero a la cocina pero dejaron de fingir al perderlos de vista y se empezaron a reír a carcajada limpia. Justo cuando Cristina abrió la puerta pillo a los dos haciéndose muecas.
CRISTINA: Vosotros no vais a madurar en la vida no?
GUILLERMO: La madurez está sobrevalorada Cris.
LENIN: Y lo que te gusta a ti cuando nos comportamos así?
Cristina dejó las bolsas con comida encima de la mesa central antes de acercarse a darle un beso a Lenin.
MANOLITA: Cristina! Por fin alguien con fundamento! Contigo a ti ya puedo marcharme tranquila
CRISTINA: No te puedes marchar Manolita, tienes visita.
Cristina miró a la entrada y al no ver a nadie se levantó del regazo de Lenin para ir a la puerta de la calle.
CRISTINA: Chicas? No os quedéis ahí! Pasad!
Luisita y Amelia entraron tímidamente mientras que Manolita salía del soviet bajándose las mangas de la camisa.
MANOLITA: Cristina me decías algo?
CRISTINA: Si Manolita, han venido a recogerte tu hija y tu nuera.
Luisita, Amelia y Manolita se miraron sorprendidas y nerviosas. Guillermo las miró a las tres y para romper el hielo se levantó y fue directo a Amelia.
GUILLERMO: Vaya, vaya, vaya… Por fin voy a conocer a la gran Amelia Ledesma… Luisita he de reconocer que tienes muy buen gusto, ambas lo tenéis. (Haciendo una reverencia) Enchanté mesdemoiselles [encantado señoritas].
CRISTINA: Chicas este zalamero es Guillermo y este cabezón (cogiendo la cabeza de Lenin para darle un beso) es Lenin.
AMELIA: Hola. Encantada de conoceros a todos.
Manolita las miró orgullosa de ellas y de la reacción de sus compañeros y se acercó a las chicas poniéndose en medio para abrazarlas a las dos.
MANOLITA: Veis que guapas son mis chicas! (Las besó a las dos) No hay madre y suegra más feliz en el mundo. Ni compañera de trabajo… No sabéis lo feliz que me hace ver que hay gente que acepta su relación sin ningún pudor.
LENIN: Manolita si nosotros que nos llamamos modernos no aceptamos el amor en todas sus formas apaga y vámonos.
LUISITA: Yo quería daros las gracias por hacer sentir a mi madre como en casa, por vuestra ayuda con el tema de Manolin y de Amelia y por demostrarnos que este país puede cambiar y que no todo el mundo ve nuestra relación como algo malo o enfermo.
Luisita terminó de hablar mirando a Amelia que miraba al suelo recordando a su padre, a lo que Manolita respondió levantándole la cara para darle un beso y acariciársela.
GUILLERMO: Amelia me admites un consejo? (Amelia asintió) No dejes que nadie influya negativamente en tu vida.
CRISTINA: Eso es. E esta vida todos nos encontramos con gente tóxica que nos critica y cree que tiene derecho de dictar nuestra vida a su antojo. (Miró a Lenin)
LENIN: Hay que quedarse con la gente que aporta cosas positivas en nuestras vidas (abrazando a Cristina).
Quintero volvía del baño frotándose  la camisa con una toalla.
QUINTERO: Manolita tenías razón la mancha ha… Amelia! Luisita! Como así vosotras por aquí?
AMELIA: Justo! Veníamos a buscar a Manolita para invitarla a una cena especial pero aquí vuestros compañeros nos están demostrando que España no es tan retrograda y que aunque sea lentamente va hacia la modernidad y la inclusión.
QUINTERO: Ahhh pues me alegro. Os llevaría yo mismo hasta casa pero tengo que terminar unos asuntos.
LUISITA: Ay Quintero… Y no puede posponer esos asuntos? Usted es parte de la familia y nos encantaría que cenara con nosotros en casa.
RING, RING, RING (sonido del teléfono)
CRISTINA: Despacho de abogados dígame? Si, si ahora se pone. (tapando el teléfono con la mano) Quintero preguntan por ti.
Quintero se acercó a la mesa donde Cristina había cogido el teléfono frotándose la camisa con la mano.
QUINTERO: Dígame? Si si, no se preocupe. Para mañana lo tendré todo preparado como quedamos. No se preocupe. Mañana a primera hora la espero. Buenas noches.
Quintero colgó el teléfono y se acerco a las chicas.
QUINTERO: Os agradezco la invitación pero como habéis podido comprobar tengo mucho trabajo para mañana.
AMELIA: Es una pena Quintero pero prométanos que estará presente en la siguiente celebración familiar?
QUINTERO: No lo se…
MANOLITA: Celebración? Que celebramos?
LUISITA: Ahora lo veras mama, es una pena que no pueda venir Quintero. Espero que no piense que porque Ignacio, María y Alicia no estén aquí ya no es parte de la familia?
MANOLITA: Pero que tontería es esa? Por supuesto que Justo es parte de la familia, verdad?
QUINTERO: Si.. no… bueno yo… Si, si que lo se.
MANOLITA: Chicas esperadme un rato que termino…
GUILLERMO: Ni se te ocurra Manolita. Como jefe explotador tuyo que soy te pido… no… te ordeno que salgas ahora mismo por esa puerta con estas dos jovencitas para ir a cenar con tu familia.
MANOLITA: Bueno.. vale… Pero me dejareis al menos coger mi pañuelo y mi abrigo?
LENIN: Por supuesto Manolita no le hagas caso a este jefe cruel. Coge tu abrigo y márchate con tu familia.
Manolita fue a la entrada del bufete a vestirse el abrigo mientras el grupo seguía hablando.
CRISTINA: Bueno Amelia y cuéntanos que tal va tu espectáculo parisino.
AMELIA: Pues va estupendamente…
MANOLITA: Perdonad pero habéis visto mi pañuelo que no lo encuentro?
LENIN: Un pañuelo lleva una semana en el soviet.
GUILLERMO: NO!!! Ese es de Julia.
CRISTINA: Ayyyy mira el abogadito como conoce el pañuelo de Julia!!!
LENIN: Que más dará…  Julia seguro que tiene más pañuelos, no creo que a Julia le importe dejártelo.
MANOLITA: Gracias Lenin pero creo que ya recuerdo donde he dejado el mío.
Manolito fue hacía el baño ante la atenta mirada de todos. Cuando Luisita vio en el reloj de la pared que eran ya las 20:30 de la noche.
LUISITA: Mama! Deja el pañuelo que se nos va a hacer tarde!
Manolita volvió del baño yendo  hacia el despacho del fondo.
MANOLITA: Espérate un momentito hija que hace mucho frío en la calle y no me quiero acatarrar.
AMELIA: Si es por eso te presto el mío suegra.
LUISITA: Arreglao venga vámonos.
MANOLITA: Estas segura Amelia? Que t eres artista y no quiero que te enfríes y enfermes como la otra vez.
LUISITA: Mi madre tiene razón cariño, no quiero que termines en un hospital de nuevo. Toma mi pañuelo mama que yo tengo el borreguito del cuello, no me hace falta el pañuelo.
MANOLITA: Estas segura?
LUISITA: Que sí mama, anda vámonos.
Manolita aceptó el pañuelo de su hija y el trio de mujeres se despidió de todos antes de salir a las frías calles madrileñas. Al salir por la puerta del portal Manolita puso a Amelia en medio de madre e hija para que ambas la agarraran del brazo antes de emprender su camino a casa. Los hombres de Valverde aparecieron por la esquina de la calle pero uno de ellos oyó ruido de voces y evitó que el resto siguiera andando y se escondieron para evitar que nuestro trio favorito los viera. Una vez se cercioraron de que ninguna los había visto los cachorros de Valverde siguieron su camino hacia el despacho de abogados.
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Luisita, Amelia y Manolita estaban de camino a la plaza de los frutos cuando se encontraron con Julia.
MANOLITA: Julia! Como tu por aquí?
JULIA: Manolita! Voy de camino al despacho para darle una sorpresa a Guillermo. Pero que bien acompañada te veo Manolita.
MANOLITA: Si. La verdad es que si. A mi hija Luisita ya la conoces pero a Amelia no creo.
JULIA (pensativa): Amelia?
MANOLITA: Si. Amelia Ledesma! Una gran vedette de París y parte importante de la familia. Es la novia de Luisita.
LUISITA: Mama!!!! Shhhh
JULIA: No pasa nada Luisita, podéis confiar en mi. Tu madre me ha servido de gran apoyo estos últimos días. Estoy segura de que vosotras sabéis mejor que yo de la relación de mi hijo Mateo con vuestro amigo Jack.
AMELIA (a la defensiva): Jacques, se llama Jacques y es una gran persona.
JULIA: Tranquila Amelia. Estoy segura de que tu amigo es una bellísima persona, nunca he visto tan feliz a mi hijo.
LUISITA: Perdóneme doña Julia pero Mateo le ha hablado de esto? Porque a mi o me ha dicho de que lo hubiera contado en casa.
JULIA: Luisita tu conoces bien a mi hijo y sabes que ese chico ligón no es más que una fachada que el usa para esconder sus inseguridades. Pero yo lo conozco y no hace falta que me lo diga con palabras, soy su madre y puedo verlo en como actúa, en la cantidad de cartas que escribe y recibe cuando jamás fue de escribir. Lo único que me duele es que mi hijo no me tenga la suficiente confianza como para contármelo.
LUISITA: No se lo tenga en cuenta doña Julia. Esto no es fácil para el.
MANOLITA: Eso es precisamente lo que hemos estado hablando estos días hija.
JULIA: Luisita tu madre me ha contado un poco por encima como vivió ella vuestro proceso para yo poder hablar con mi hijo y decirle que conmigo no va a tener ningún problema porque yo lo voy a aceptar y a querer siempre porque lo único que quiero es que el sea feliz con la persona que ame y que lo hagan feliz a el.
AMELIA: Doña Julia yo le puedo asegurar que es la primera vez que veo a Jacques así de enamorado.
JULIA: Enamorado? Y tu podrías contarme algo más de el para yo saber algo más antes de hablar con Mateo?
AMELIA: Si claro pero nosotras íbamos de camino a casa.
JULIA: Y mañana podrías?
AMELIA: Aixxx es que mañana me marcho de vuelta a París.
MANOLITA: No pasa nada, te acompañamos al despacho y te lo cuenta de camino.
LUISITA (mirando el reloj): Bueno vamos pero rapidito que vamos a llegar tarde.
Las cuatro mujeres caminaron hacia el bufete mientras Amelia contaba con todo lujo de detalles todas las cosas buenas y también malas de su buen amigo Jacques a una sonriente y feliz Julia.

Fin del Capítulo 64

Milagro Navideño de 1976Where stories live. Discover now