Milagro Navideño de 1976

Capitulo 10

Título provisional: Milagro Navideño de 1976

Capitulo 10

25 DE DICIEMBRE 1976 POR LA MADRUGADA, MADRID

El taxi llegó a la calle contigua a la plaza de los Frutos y Amelia se dispuso a despertar a Manolin.

AMELIA: Manuel, Manuel, que hemos llegado.

MANUEL: Cinco minutos más mama.

TAXISTA: Anda que tu amigo esta bueno... que paliza le han dado.

AMELIA: Manuel..... Manolin! Despierta hombre

MANUEL: Amelia? Ha pasado de verdad? En casa me van a matar.

AMELIA: Manolin tranquilo que no va a pasar nada, vale?

MANUEL: Me vas a ayudar?

Manuel miró a Amelia con unos ojos grandes-grandes (como los de gato con botas de Shrek). Amelia le sonrió y le empujó la cabeza revolviéndole los pelos.

AMELIA: Pero como no voy a ayudar a mi cuñado favorito? [Pensamiento interno: como echaba de menos esos ricitos....]

Amelia revolvió los pelos de Manolin y le dio un beso en la mejilla.

MANUEL: Amelia.... Yaaaaaa...... Paraaaaa

AMELIA: Como te he echado de menos cuñado....

TAXISTA: Perdone señorita, van a bajar en algún momento usted y el hermano de su marido?

Amelia y Manolin compartieron una mirada cómplice y se rieron a carcajada limpia.

TAXISTA: Que pasa? He contado un chiste acaso...

AMELIA: Nada, nada.... Anda amos Manuel.

MANUEL: Manolin.

AMELIA: Qué?

MANUEL: Que me llames Manolin cuñada. [Pensamiento interno: Negaré esto el resto de mi vida pero me encanta que Amelia me revuelva el pelo y me llame Manolin]

Manolin le dio un beso en la mejilla a Amelia y salió como pudo del taxi. Amelia por su parte, se quedo dentro de taxi con una sonrisa de oreja a oreja sintiéndose orgullosa de Manolin.

MANUEL: Amelia... Amelia, vamos que estoy cansado...

AMELIA: Si. Si. Voy.

Amelia se limpió la lagrimilla de orgullo del ojo y sacó su cartera.

AMELIA: Maldita sea... Manolin tienes dinero?

MANUEL: Algo. Por?

AMELIA: Con las prisas no me he acordado de cambiar los francos por pesetas.

MANUEL: Tengo... 300 pesetas.

AMELIA: Y tú qué haces con tanto dinero?

Manuel se encogió de hombros con una sonrisita en la boca.

TAXISTA (con cara de pocos amigos): Pues la carrera son 400 pesetas.

Manuel empezó a mirar de izquierda a derecha como pensando a quien pedir dinero pero a las horas que eran y el día que era estaba todo cerrado. Miró a Amelia y esta le hizo un gesto tranquilizador y le guiño el ojo para que le siguiera el rollo.

AMELIA: Mire señor, he venido a pasar las vacaciones con mi familia porque mi abuela está en su lecho de muerte y aquí el novio de mi hermana ha venido a buscarme porque mi familia no quiere dejar sola a mi abuela y.... y...

Manuel miraba atónito la escena intentando retener la risa mientras caían dos lágrimas de los ojos de Amelia.

TAXISTA: Perdone señorita... de donde viene usted?

AMELIA: De París. Por?

TAXISTA: Ácabaramos.... Está usted de suerte, deme las 300 pesetas y el equivalente a 100 pesetas en francos que ya me encargaré yo de cambiarlos.... Veamos.

Manolin no daba crédito a lo que estaba viendo... El taxista se puso a buscar su cartera, instante que aprovecha Amelia para guiñar un ojo de manera cómplice a Manolin y hacerle el gesto de los pulgares para arriba.

El taxista volvió a girarse hacia justo cuando está volvió a poner cara de pena. Amelia pagó al taxista limpiándose las lágrimas de los ojos.

TAXISTA: animo señorita, rezaré por el alma de su abuela.

AMELIA: Muchas gracias señor. Que dios le bendiga.

El taxi se alejaba mientras Manolin permanecía petrificado con la boca abierta viendo como Amelia se limpiaba la cara, cogía su maleta y empezaba a andar con una sonrisa en la boca.

AMELIA: Vienes o qué?

MANUEL: Eres mi heroína cuñada.

AMELIA: Jajajajajaja.... Vamos apóyate en mí que la familia estará preocupada.

Manolin se adentra en la plaza de los Frutos cojeando, agarrado de la cintura por su cuñada favorita camino a casa donde espera su familia.

Fin del Capítulo 10