Las Vueltas Del Amor.

Cap 38

Comenzaron las quimioterapias dos semanas después de la cirugía. Craig vómitaba constantemente. Se quejaba de dolor, sudaba frío y descansaba muy poco al igual que ella. Ya iban por la tercera quimioterapia. Su ánimo era muy cambiante. Habían días buenos, otros donde tan siquiera le miraba. Le llevaba el desayuno. Craig te traje el desayuno. Estaba parado en la ventana se volteó y miró la bandeja. No quiero nada. Pero debes alimentarte, tienes que tomarte estas medicinas y debe ser con el estómago... ¡TE DIJE QUE NO QUIERO NADA! Golpeó la bandeja y tiro todo el desayuno. Ella quedó de una pieza cuando le grito pero no dijo nada se limitó a recoger el desastre. ¡Sal de aquí, no recojas nada! Seguía limpiando y lágrimas bajaban por sus mejillas. ¡Que te vayas! Le tomó por el brazo y le hecho de la habitación cerrando la puerta al sacarle. Melody se deslizó por la puerta hasta llegar al suelo y lloró en silencio allí sentada. ¿Qué te pasara Craig? Llego la noche y se quedó dormida en la sala. Sintió un roce en la mejilla y calor luego como si le hubieran arropado. A la mañana siguiente despertó envuelta en una manta. Se levanto y se dio un baño. Fue a su habitación y se vistió. Tocó la puerta del cuarto de Craig y no escuchó respuesta así que entró sigilosamente por si aún dormia pero él no estaba en la habitación. Recogió la bandeja del día anterior, limpio la habitación. Decidió no llamarle, no quería molestarle. Además tampoco quería seguir recibiendo malos tratos. Se mantenía en absoluto silencio para evitar confrontamientos. Sabía lo que intentaba. Él creía que no, pero lo sabia. Estaba cocinando la cena y llego en compañia de una mujer. ¡Oh aquí estas! Ana te presento a Melody. Melody ella es Ana y será quién se haga cargo de mis cosas desde ahora. Habitará la otra habitación de invitados. Le extendió la mano en cortesía pero la confusión de su rostro debía notarse. Hice la cena, sientense les servire, da para todos. No, ya comimos. Ana me llevo a un sitio vegetariano exquisito. Pero el médico indicó que no podías comer en sitios donde no ves como se preparan las cosas. Tranquila Sra. Russo el lugar es de mi padre y yo misma prepare todo. Soy enfermera oncóloga y naturista. Ven Ana te mostrare tu habitación. Se fueron. Melody tomó toda la comida y la tiro al bote de basura, incluyendo el postre favorito de Craig, tarta de manzana. Agarro las llave de su auto y se fue. El camino le llevó a la playa y observaba el mar. Cerró los ojos y recordó bonitos momentos. Vinieron a recuerdos de su papá enseñandole a surfear y cuando enseñó a Josh. Recordó cuando se reencontraron en la playa. Recordando buenos tiempos, imaginó. Abrió los ojos y era Peter. Respirando un poco de paz diría yo. ¿Tan mal van las cosas? Hay días que quisiera largarme, otros que quisiera abofetearlo. Pero cuando esta desvalido y mal por el tratamiento solo quiero abrazarlo. Yo entiendo que no es fácil para él y que se siente una carga para mí pero, no lo es. Cada vez que intento acercarme me quita. Me esta apartando de su vida. Como lo hacia mi padre. Pues confrontalo de una vez y no te quedes callada como lo hiciste con tu padre. Quizas si hubieses hablado no hubieras perdido tanto tiempo con él. Así que esta vez cambia las cosas. Dile lo que sientes y deten este sufrimiento. ¿Y qué haces aquí? Siempre que me estreso por el trabajo vengo aquí. El mar está en nuestras venas amiga. Es nuestro escape de todo el mundo que nos espera una vez entramos en el. Tienes toda la razón. Vayamos a tomar algo. Le sugirió ella. De acuerdo pero tú pagas. Esta bien aprovechado yo pagó. Rieron.

Llegó al apartamento. ¿Estas son horas de llegar a tu casa? Lo miró y siguió caminando. ¿Dondé estabas?¿De verdad te importa? Pensé que estarias feliz si desaparecía. No seas tonta y contestame. No soy tonta y no me da la gana de contestarte. ¿Estas ebria? ¡Estas no son horas de llegar para una mujer casada y mucho menos en esas condiciones! ¡Oh! ¡Lamento haber ofendido tu apellido! ¡Porque solo eso soy una esposa de apellido! Que tonterías dices mejor ve a dormir. ¡Tonterías; tonterías! ¡Me he sacrificado junto a ti día y noche! ¡He sufrido tu dolor como si fuera mío! ¡Aguantó tus malos tratos sabiendo que es a causa de tu impotencia y dolor! Y ahora solo me hechas a un lado. Me botas como si no valiera nada. Me desprecias y lo peor de todo es... ¡QUE NO SE PORQUE ME ODIAS! Pensé que todo lo hacías para que me fuera de tu lado, porque piensas que eres una carga para mí, pero no es así. No lo eres. Eres mi esposo, el hombre que elegí para compartir el resto de mi vida. Ya esta situación esta fuera de control. ¿Porqué me odias tanto Craig? Las lágrimas hicieron su reparación. No te odio Melody, jamás podría hacerlo. Entonces. ¿Porqué me tratas así? Porque no quiero atraparte en un matrimonio como este. No quiero que el único recuerdo que tengas de mi sea el de un hombre débil. ¡Debil! Eso es lo menos que pensaria de ti Craig. Afrontar una enfermedad como la que estas pasando requiere mucha fuerza y valentía. Cada palabra, cada grito, cada rechazo me dolía más a mí que a ti, porque sabia que te estaba hiriendo. Quería que me dejaras, que fueras tú la que lo hicieras, porque yo no tengo el valor para hacerlo. Soy egoísta en eso y solo quiero tenerte para mi. Pero aún así, no quiero atarte a esta enfermedad. Lo siento tanto. Comenzo a llorar. Entonces lo abrazó y ambos lloraron juntos. No me apartes de esto dejame estar a tu lado. Esta bien Melody, pero quiero que también tomes tiempo para ti. Ana nos ayudará. Y así no te drenaras tanto con todo esto. Hagamos un trato Craig. Ana irá a las citas que yo no pueda asistir por el trabajo y cocinara aquí cuando yo no pueda, pero eso de que se mude aquí...¿Estas celosa? ¡No! Lo estás mira la cara que pusiste. Comenzo a reír. La única mujer que me interesa y amo eres tú. Así que quiero que vuelvas a nuestro cuarto. Y Craig le beso.