Nezuko lo notó desde el primer segundo pero su prudencia lo mantuvo en su interior. No podía darle forma y ya que se habían divido el terreno para buscar al demonio no podía permitirse seguir a su hermano para encontrar la raíz de ese inusual y terriblemente sutil encantamiento. No era que no le prestara atención o se ausentara de sus tareas, era algo casi imperceptible y sólo por los estrechos lazos que sostenían podía leerlo entre líneas.
Tanjirou estaba enamorado.
Parecía un chiste, quizá ella era quien lo estaba malinterpretando y sólo era la melancolía de la montaña y lo parecida que era a su hogar. O podía ser que hubiera sido el mismo demonio el responsable. Porque Tanjirou no estaba incumpliendo a su parte, estaba dejando que el demonio que fueron a cazar se mantuviera en las penumbras, no había habido ni una sola víctima desde que ellos llegaron ahí pero el chico parecía estar retrasando su captura a propósito. Cada vez salía más temprano para recoger flores alrededor de la casona e incluso cierta vez le vio pedirle uno de los patos que criaban al dueño. Le dijo que no importaba si dejaba de alimentarlo por el resto de su estancia y Nezuko estuvo por entrometerse, sin embargo el dueño se ofreció a desplumarlo él mismo, terriblemente agradecido de tener a dos de los mejores cazadores de demonios, a los prometedores futuros Pilares cuidando sus tierras. Esa mañana salió con el animal muerto y sangrante todavía mal envuelto y regresó con una sonrisa mucho más luminosa que las plumas que había dejado en el estanque. Llevaban ya tres semanas allí y ella comenzaba a impacientarse ante los cuervos que cada vez insistían en mandar más ayuda, en obtener un reporte más exacto al por qué de su tardanza y ella ya no podía seguir encubriendo. Esperó a Tanjirou, viéndolo volver cuando la línea de plata en el cielo anunciaba la aurora. El muchacho se sobresaltó al verla cerrarle el paso en el pasillo.
-Lo lamento ¿Te desperté?-
-Te estaba esperando- sonrío esperando a que el chico le permitiese pasar a su habitación, viéndolo dejar su sombrero, alborotando sus cabellos , el haori y sentarse en el futón. Le devolvió la sonrisa palmeando el espacio a su lado- ¿Ya cenaste?- asintió, buscando el cepillo que estaba junto a su almohada, comenzando a pasarlo por las hebras negras con puntas naranjas de la chica- puedo hacerlo yo, debes estar agotado, últimamente pasas mucho tiempo fuera-
-Lo lamento, no ha sido mi intención hacerte cargar con más trabajo-
-Está bien- rió muy bajo, mirando las sombras que hacía la vela encendida en la pared , buscando en el silencio la mejor manera de abordarlo- No quiero presionarte, sin embargo ¿Es posible que estés alentando la búsqueda a propósito?- Sintió las manos de su hermano crisparse aunque no dijo nada- sabes que no te estoy juzgando , sin embargo me estás poniendo en una encrucijada-
-Lo lamento- dejó el cepillo, haciendo que la chica volteara a verlo, sin embargo él buscó acomodar su cabeza en su regazo, evitando mirarla- sé que estoy siendo una persona horrible, aunque he hecho todo lo posible porque el demonio que buscamos sepa que estamos aquí y no haya habido muertes, estoy consciente que estoy atrasando nuestro trabajo y con ello el ir a otro sitio donde se nos necesita también- suspiró, sintiendo la mano de ella en su cabello, consolándolo- nunca había sentido tanto egoísmo-
-Es la primera vez que te veo serlo, hermano. Nunca te quejaste por el trabajo que debías cumplir por nosotros, jamás has dicho una palabra cuando Inosuke te quita el alimento, seguro que lo necesita él más que tú o cuando incluso sangrando buscas que curen a otros antes que a ti. Eres mi única familia y mi instinto me guía a verte feliz antes que cumplir nuestro deber, no obstante temo que el Patrón nos ordene marcharnos y dejarle la misión a alguien más-
-Lo sé, por las noches lo sé, es todo lo que ocupa mis sueños. Sino nos apuramos igual seremos destituidos y eso sólo manchará nuestro historial, de cualquier modo deberemos irnos, pero cuando lo veo, sólo puedo pensar en cómo quiero arrancarle las horas al día y retenerlas, poder tener un poco más de él-
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Manzanas de plata
FanfictionMuichirou Tokitou es un adivinador del templo de su pueblo, acostumbrado al ir y venir de personas y una soledad que le ha entumecido desde la pérdida de sus padres. Tanjirou es un vendedor de carbón que ha ido de visita a la ciudad y al volver deci...