Perdón

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En algún momento lo único que percibía eran sus largos cabellos negros entre sus dedos, el calor de su cuerpo pegado al suyo al estar abrazándolo, rodeando sus caderas con sus piernas y su nuca con sus brazos como un niño. Pequeño y necesitado, así sentía su respiración contra su cuello, con tanta calma que se estaba adormilando. Podían haber pasado todas las horas del mundo, no estaba interesado en medir el tiempo. Sólo en aspirar su olor. Durazno, casa, tristeza. 

-Todavía hueles a humano- 

-Estoy usando una técnica de enmascaramiento- confesó muy bajito, perezoso-sé que tienes un muy buen olfato y cuando sentí que me estabas siguiendo, decidí recrear el olor que tenía antes de ser convertido. No quiero que cuentes mis pecados en sangre o lo cercano que soy a Muzan-

-Para que conserves este calor debo asumir que has matado a mucha gente- dejó salir en un suspiro pesado, adolorido- ¿Cómo es que puedes decir su nombre? Pensé que las Lunas Superiores o cualquier demonio con su sangre tenía la maldición-

-No soy precisamente una Luna Superior. La palabra más adecuada sería "amante" - se apretó más a Tanjirou para que no separara de él- me deja decir su nombre porque le gusta escucharlo.No es algo que me haga feliz pero es lo que me ha permitido protegerlos a ustedes y para mí es suficiente. Parece estar especialmente obsesionado contigo, Tanjirou. No sé por qué , nunca lo menciona, pero a todos los demonios les ha ofrecido una cantidad muy generosa de sangre si le llevan tu cabeza.Ellos no me preocupan,  confío en los cazadores para matarlos, pero cuando es él mismo quien intenta ir tras de ti yo lo distraigo o borro tu rastro. Soy muy bueno enmascarando. Sin embargo Kokushibou, el demonio que me llevó con Muzan, comenzó a sospechar. Me sentí acorralado y por eso maté a todos en la aldea. tuve miedo que me delatara si me creía un traidor- restregó su nariz en el pecho del muchacho, buscando más de su calor, de su tacto- estoy tranquilo ahora que por fin me has encontrado. Me da miedo el sol, he visto a varios demonios incendiarse y es horrible. Prefiero mil veces que sea tu espada la que acabe conmigo- Tanjirou usó un poco de fuerza para zafarse del agarre, buscando la mirada de Muichirou- he hecho cosas terribles, he matado a tanta gente que ni siquiera puedo recordarla. Estoy asqueado de compartir lecho con ese hombre, Tanjirou. El único motivo por el cual me quedé aquí para que me encontraras es para que me mates-

-No puedo hacer eso, Mui- tomó su mentón, apretando los labios y los párpados- no quiero saber todo lo malo que has hecho, lamento tanto que hayas sufrido, debió ser insoportable. No puedo juzgar a alguien que ha sufrido- recorrió con su pulgar la media luna rosada de sus labios, rozando sus colmillos- no me pidas algo tan horrible, he estado dos años con el alma destrozada pensando que estabas muerto y justo ahora que te encuentro no puedes pedirme algo así-

-Eres un cazador de demonios- dijo con un acusador tono de regaño.

-Pero también soy un ser humano- bajó la voz, buscando su mano para besarla, aspirando su aroma- si estás arrepentido creo que puedes ser perdonado. Tú tampoco tuviste muchas opciones, Mui. Sólo estabas luchando por sobrevivir ¿No es verdad? De alguna manera soportaste todo ese dolor por cuidar de tu hermano y de mí. no sería justo condenarte por algo que no estuvo en tus manos evitar-

-No puedes ser tan ingenuo, cielo- se volvió a acurrucar entre sus brazos, pegando su oreja a su pecho- merezco ser castigado. Estoy harto de herir a otros, no lo podría soportar un segundo más. Si quieres ser benévolo, hazlo dejándome descansar. Quizá tu bondad me permita renacer en alguien más digno-

Tanjirou guardó silencio varios minutos, con sus labios pegados al cabello del otro, cuidando no rozar su rostro con su cuerno. Se sentía tan indefenso, aunque su aroma estaba enmascarado  podía sentir hasta los huesos su arrepentimiento y su culpa. Tan parecidas a las que él mismo cargaba. 

Manzanas de plataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora