El aire dolía al entrar en sus pulmones estaba agotado de correr toda la noche hasta encontrar un refugio entre unos árboles en lo más alejado de la montaña. Los primeros rayos del sol le cayeron en el rostro indicándole que podía volver a casa. Estaba exhausto y aunque la herida en su hombro ya no sangraba le seguía punzando a cada paso, avivando la sed que le picaba en la garganta. Pudieron ser cinco o dos horas lo que le tomó volver a su casa, encontrando la puerta entreabierta, doliendo más la adrenalina al no poder obligarse a caminar más rápido. En el recibidor todavía aguardaban los trozos de fruta que no terminaron de comer y la sed lo guió a tomar uno para morderlo, dejando que el líquido le aligerara. La puerta estaba entreabierta, se consoló, bebiendo el líquido ahora pegajoso y fermentado del platito, su hermano ya debía estar dentro, a salvo.
-¿Mui?- abrió por completo la puerta, siendo recibido por el graznido insistente del cuervo que se había encargado de picotear sus almohadas, sus sábanas como venganza.
-¡Debí irme mucho antes de la mañana!Ser rebajado a una paloma mensajera por un par de mocosos- graznó, escupiendo el hilo que sostenía la carta- no importa si la recibes tú o el otro niño- Yui giró la cabeza, buscando en el espacio reducido de la casa. No había nadie más. Dejó la carta tirada en el piso, saliendo de nuevo, buscando alrededor. Estaba agotado, no podía dar un paso más, el corazón le golpeaba con tal fuerza que sentía que se iba a romper ahí mismo, se sujetó de la pared sintiendo que ahí estaba su límite físico.
-¡Muichirou!- iba a desmayarse, ya sentía el hormigueo de la sangre , la presión en sus venas disminuyendo- ¡Mui!- jadeó, girando la cabeza, enterrando las uñas en la pared para no caerse, buscando al cuervo que miraba indiferente su estado- Por favor, busca ayuda para mi hermano-
El sonido seco de su cuerpo al caerse se perdió en la soledad de la montaña.
El corazón en la garganta se le quería escapar, latiendo tan rápido que todo se había teñido de rojo y era el único sonido que podía percibir, ni siquiera el de los pasos de la criatura que iba delante de él. Parpadeó. Abrió los ojos en medio de una casa antigua, con unos pasadizos tan cerrados que se escapaban a la escasa luz de la lámpara a pesar de estar en medio del principal. Desde el primer paso supo que debía mantenerse todo en una línea o el miedo lo iba a partir en dos si esa criatura no lo hacía primero. Sólo por eso no se sobresaltó al sentir el cambio de escenario tan brusco, casi viniendo de una alucinación.
-Esta será tu nueva casa. Más tarde te llevaré a nuestro lugar de entrenamiento y a conocer a los demás, por el momento supongo que quieres dormir,el viaje fue largo y estás herido- Muichirou asintió, agachando la cabeza- Estás aterrado y aún así estás de pie, de verdad tienes mi sangre-
-No lo sé. Papá y mamá nunca mencionaron monstruos en nuestra familia-
-No soy un monstruo- la gélida mano del hombre se posó en su hombro, obligándole a morderse los labios para no gritar y salir corriendo- mi nombre es Kokushibou, el apellido que usaba cuando era humano se ha perdido así que no tiene sentido que te lo diga. Soy una Luna Superior, un demonio- Muichirou respiró con hondura, sin moverse- y si ese hombre te acepta como discípulo, pronto lo serás también-
Escuchaba un serpenteo en todo el suelo, como si tras cada habitación hubiera puertas esperando mostrarle lo más doloroso de la mente humana, lo lejos que podía llegar la maldad de quienes renunciaron a su estado de persona para ganarse a pulso el título de demonio. Podía sentir en el aire toda la perversión y maldad que exhalaba ese lugar. Al fondo del pasillo apareció una puerta corrediza. No podía saber si el tono rojo venía de su interior.
-Tienes suerte. Ese hombre acaba de llegar-

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Manzanas de plata
Fiksi PenggemarMuichirou Tokitou es un adivinador del templo de su pueblo, acostumbrado al ir y venir de personas y una soledad que le ha entumecido desde la pérdida de sus padres. Tanjirou es un vendedor de carbón que ha ido de visita a la ciudad y al volver deci...