Capitulo 28

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La mañana llegó lloviendo, un fuerte aguacero para toda la ciudad, y Nikki que estaba levantada hacia ya varios minutos estaba sentada en una silla frente a la ventana viendo las gotas caer, habia bajado a desayunar con la sorpresa de que Francisco se habia ido muy temprano y que le habia dejado solo una nota... Una nota que sostenia en su regazo, aferrandola tan fuerte que los nudillos estaban blancos... unas pocas letras tan simples pero que para ella eran de suma importancia... si tan solo él supiera lo mucho que lograba con su "nota", Volvio a abrirla y sonrio leyendo nuevamente las letras negras...


"Que tengas un buen día florecita... me vas a hacer falta"

Francisco, Por cierto gracias por tus regalos

Nikki sonrió nuevamente... a Francisco no le había gustado la camisa de eso estaba segura, su expresion habia sido de horror y la verdad era que tenia que aceptar que lo habia hecho de aposta, no se imaginaba a Francisco con aquella prenda, seguramente la usaría para limpiar el polvo o la guardaria en su armario aludiendo que esperaría la ocasión para usarla... solo imaginarselo y estallo en risas...

--------------: Me gustaria saber que es aquello que te causa tanta risa

Nikki se giro con tanta fuerza que casi de la silla, luego de ver su visita se levantó de golpe poniendose tan recta como una vara...

Nikki: Buenos días señor Felipe
Felipe; (sonrio) Relajate Nikki, (se acerco) Vine a hablar contigo
Nikki: ya... ehmm

Felipe sonrio dandose cuenta de que Nikki estaba nerviosa. Nikki por su parte no podia mantener un solo musculo quieto, todo su cuerpo parecia una gelatina, y es que era la primera vez que estaba a solas con el papá de Francisco, y no es que le diera miedo... más bien le daba verguenza decir o hacer algo malo...

Felipe: Oh vamos pequeña, relajate un poco (la ayudo a sentar y luego acerco una silla sentandose ne frente) ¿Como amaneciste?
Nikki: Bien
Felipe: (se inclinó un poco) Me gusta tu cabello pero... me gustaria más si mi hija no lo hubiera hecho
Nikki: No importa
Felipe: si importa Nikki (le tomo una mano) importa porque tu no te mereces esto, eres una chica buena y Lola obró muy mal, por eso te pido disculpas en nombre de ella
Nikki. Oh no, no se preocupe de verdad usted no tiene porque pedirme disculpas
Felipe: si tengo querida... lo que hizo Lola me hace pensar que no he hecho bien las cosas como para que ella obrara así
Nikki: (asintio y luego sonrio) Pero ya lo pasado es pasado, además es un buen cambio... si extraño mi cabello pero un nuevo look no hace mal
Felipe: Y te sienta muy bien (sonrio) te ves muy guapa
Nikki: (se sonrojo) Gracias
Felipe: pero aun asi me siento un poco culpable, asi que quiero darte un regalo
Nikki: No, como se le ocurre
Felipe: se me ocurre, asi que porque no me dices que te gustaria... ¿Un carro? ¿ropa? ¿zapatos?
Nikki: (se retorcio los dedos) es demasiado
Felipe; Nada es demasiado, así que dime Nikki, ¿que quieres?
Nikki: Un helado
Felipe; (fruncio el ceño) ¿un helado?
Nikki: (asintio con la cabeza) De vainilla
Felipe; Bien, tendras tu helado pero... oh vamos Nikki debes querer algo mucho
Nikki: (abrio los ojos) a Francisco le gusta... le gusta tocar o escuchar el piano ¿verdad?
Felipe: si, si le gusta ¿porque preguntas?
Nikki: porque... en una charla con Roy el me dijo que usted sabia tocar muy bien el piano
Felipe; Jajaj como siempre Roy adulándome... pero bueno si, se tocar el piano
Nikki: (sonrio) Eso quiero
Felipe; ¿quieres que toque el piano para ti?
Nikki: Bueno si pero quiero... quiero aprender a tocar el piano
Felipe: Vaya, es en serio... ¿porque te gustaria aprender?
Nikki: (sonrio) Porque quiero que Francisco se sienta orgulloso de mi
Felipe: (sonrio) Cualquiera se sentiria orgulloso de ti con solo verte Nikki, pero si asi lo quieres, podemos empezar cuando quieras
Nikki: Lo mas pronto posible
Felipe: Puedes visitarme a mi oficina y mientras trabajo tu puedes practicar
Nikki: perfecto
Felipe: Bueno entonces ahora ponte un abrigo porque te debo un helado y tu (le hizo un guiño) me deberías contar como te enamoraste del testarudo de mi hijo
Nikki:

Estar en compañia del papá de Francisco era algo extraño, después de todo no quería inmiscuirse mucho en la familia Guzman...

Felipe: ¿Por qué estás tan tensa?
Nikki: (fingio sonrisa) No, yo no
Felipe: (la miró suspicaz) No pretendo asustarte Nikki pero parece que lo estas
Nikki: (entrelazo las manos en el regazo) No quiero... quiero meterme demasiado en la familia
Felipe: (soltó una carcajada) Vaya tan mal familia parecemos
Nikki: Oh no no no, es que... La señora Paula y Lola no me quieren, asi que no pretende molestarlas con mi presencia
Felipe: Sí es por eso no te preocupes, Lola esta en el colegio y Paula en la peluqueria, y estamos aqui en la casa solo de paso mientras recibo una llamada
Nikki: (asintio) Bien

Mientras...

Francisco: ¿A qué viniste Liliana?
Liliana: Queria verte y contarte que me cayo muy bien Nikki... es una chica maravillosa
Francisco: Si
Liliana: (se levantó de la silla y camino a la de él) Hace días no nos vemos (se le sento en el regazo) Te extraño
Francisco: (le acaricio la mejilla) lo siento
Liliana: No hay de que (sonrio) pero podriamos ir a cenar esta noche ¿no te parece?
Francisco: No creo
Liliana: Ay por favor Francisco, anda vamos a cenar ¿si?
Francisco: esta bien, te recogeré
Liliana: No te preocupes, yo llego a tu casa
Francisco: Bien.

Y EN UN PARQUE...

Felipe: Que bueno que dejo de llover
Nikki: (levanto el rostro al cielo) sí, parece que será un lindo día
Felipe: (le dio una lamida a su helado) Ahora si, Cuentame como te trata francisco
Nikki: Bien, es un hombre muy paciente
Felipe: (arqueo las cejas) vaya, creo que estamos hablando de personas distintas
Nikki: (rió) Claro que no Francisco al principio era muy tosco pero a medida que pasan los días, se ha vuelto más flexible
Felipe: Si, a menudo se abre un poco a las personas que quiere
Nikki: (empezo a toser) ¿querer?
Felipe: Si, Francisco debe quererte como para comportarse contigo asi
Nikki: (nego con la cabeza) es sólo afecto
Felipe: ¿Y porqué no puede ser algo más?
Nikki: Porque... porque... no lo sé
Felipe: ¿estás enamorada verdad?
Nikki: ¿Tan evidente es?
Felipe: Bastante... ¿Él lo sabe??
Nikki: si...
Felipe: ¿Y que hizo?? (parecia sorprendido)
Nikki: Me dijo que estaba confundido
Felipe: Mis hijos son unos animales, definitivamente, si yo tuviera enfrente a una muchacha tan bonita que me dijera que me ama, seguramente me pondria feliz
Nikki: Francisco se incomodo un poco
Felipe: Nikki quiero que sepas que Francisco no es un desalmado, más bien creo que tiene miedo
Nikki: ¿miedo?
Felipe: Nunca se ha enamorado, talvez tenga miedo de hacerlo
Nikki: ¿pero que tiene de malo querer a alguien?
Felipe: No es querer Nikki, es amar, algo más profundo
Nikki: ¿y crees que algún día... él me pueda corresponder?
Felipe: (suspiro) No lo sé, Nadie sabe que pasa en el corazón de otro.
Nikki: pero yo a veces siento como si el fuera muy especial conmigo, como si me quisiera decir algo pero no consigue las palabras o el coraje para hacerlo
Felipe: ¿que tal si vamos a la oficina y le das una sorpresa?
Nikki: ¿No se enojara?
Felipe: Claro que no, vamos
Nikki: Bien.

Podría ir mil veces a ese edificio y siempre se quedaría con la boca aberta al ver semejante construcción, era enorme y casi daba miedo... casi. Entraron al ascensor y justo como la primera vez todos se giraron a mirarla pero esta vez no eran miradas despectivas, esta vez eran de curiosidad, algunas mujeres que antes le habian quitado la mirada inmediatamente le sonreían, Aquel cambio seguramente se debía a su atuendo, llevaba un vestido rosado que caia por sus caderas hasta las rodillas, unos zapatos de tacon no muy alto y encima llevaba un abrigo gris de paño grueso, y como ya no podía recogerse el cabello en sus rapidas coletas, optó por una diadema con diminutas florecitas que le apartaba el cabello del rostro. Finalmente llegaron a la amplia oficina que antes habia visitado y que recordaba muy bien.

Felipe: Aqui te dejo pequeña, tengo otros asuntos
Nikki: pero... pero ¿no vas a entrar conmigo?
Felipe: No, tu eres la que vienes a verlo (le guiño un ojo) Ahora entra y dale un poco de alegria a ese testarudo

Nikki sonrio mientras veía a Felipe entrar a otra oficina y cerrar la puerta tras de sí, giró suavemente y vio a Margareth sonriendole e instandola a entrar, Cuando porfin hubo recobrado el coraje, abrió la puerta y se quedó de pie en al puerta, Francisco estaba sentado tras el escritorio, tenia unos anteojos puestos y la corbata desajustada, se veía tan sensual que el corazón quiso salir corriendo de aquella oficina, y cuando levantó el rostro y sonrió a Nikki le temblaron las piernas y rogó porque la sostuvieran...

Como yo nadie te ha amadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora