Capitulo 4

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Paula era una mujer inteligente, demasiado a decir verdad, solo que enfocaba aquella inteligencia para ser siempre la mejor o para hacerle daño a los que consideraba menos que ella, era hermosa, a sus 54 años aun era aquella flor elegante y estirada, ni una sola arruga marcaba su rostro. A la tierna edad de 17 años había tenido a su primer hijo, Francisco, y antes de que él naciera ella y Felipe se habían casado y al contrario de todo lo que la gente pensaba se habían casado por amor, un amor que aun perduraba después de 37 años, con tres hijos eran considerados la familia perfecta, para ella lo era así tuviese que pasar por encima de miles para que esto fuese cierto.

Paula: ¿Qué averiguaste Francisco?

Frankie: Nada

Paula: Creo que me estas ocultando algo ¿A dónde va Roy todas las noches?

Frankie: No lo sé y creo que a ti no te debería importar.

Paula: (alarmada) Ustedes son mis hijos, por supuesto que me importa 

Frankie: y Roy tiene 30 años, ya no es un niño, es adulto y sabe muy bien lo que hace.

Paula: ¿Y si está en malos pasos?

Frankie: Si lo esta, pues es responsabilidad de él mamá

Paula: No acepto aquello Francisco, no quiero que mis hijos sean el blanco de habladurias de la sociedad.

Frankie: Mamá por una vez ponte a pensar en otra cosa que no sea la sociedad si?... ¿Dónde está mi papá?

Paula: Se fué a la empresa, temprano, tenía que firmar unos contratos, te dejó dicho que necesitaba tu firma para unos permisos.

Frankie: Bien... oh también te quería avisar que hoy vuelvo a mi casa

Paula: ¿Tan pronto?

Frankie: Si, Julia me llamó esta mañana a avisarme que ya habían terminado las remodelaciones, así que ya puedo volver a mi casa

Paula: ¿Y ahora cómo voy a saber en que está metido Roy?

Frankie: Por Dios mamá, olvidalo, ya le pregunté yo no me ha dicho nada, no hay nada que pueda hacer (le dió un beso en la frente) los invitaré a cenar en estos días, cuídate (se fué)

Paula: No puedo dejar que Roy eche su vida a perder, no, no lo permitiré.

Y con aquellas palabras juró por encima de su cadaver averiguar a toda costa lo que escondía su hijo menor.

****

Santino: La próxima semana espero recoger el dinero completo o tomare de nuevo ese cuerpecito y si esta vez te parece malo, creeme que será peor... y para que veas que no soy tan cruel, ve esta noche al bar, talvez con alguno de tus shows te lleves dinero extra, esta noches es de subasta y estoy seguro de que si vas algun viejo de los que te gustan te compra (se fue)

Nikki respiró profundamente ante aquellas palabras, no iba a permitir que él la tocará nuevamente, el solo imaginar sus manos nuevamente sobre su cuerpo, el llamado de la puerta la interrumpió, volvió a mirar por la rendijita y suspiró al ver que era Kendra...

Nikki: (abriendo la puerta) Hola

Kendra: Hola bonita, vi salir a Santino hace un buen rato ¿Qué queria?

Nikki: venía por el dinero, discúlpame estas fachas, dejame me cambio

Kendra: ok

Kendra observó el camisón mojado de Nikki y su mejilla enrojecida, optó por no preguntar, ya se imaginaba lo que ese bastardo había hecho, así que prefirió guardar silencio mientras Nikki se cambiaba...

Nikki: listo ¿cómo estas?

Kendra: bien, oye Nikki es que bueno escuché un chismecito por ahí

Nikki: ¿ah si?

Kendra: sí, y venía a que me lo confirmaras o bueno me lo negaras

Nikki: dimelo

Kendra: ¿Cómo es eso de que un tipo muy elegante y al parecer con mucho dinero te trajó hace unas noches? No me lo digas, te levantaste un cliente con plata que se encapricho contigo

Nikki: Claro que no, es un periodista, está haciendo una crónica sobre prostitutas y me pidió ayuda, hemos estado charlando y bueno se ofreció a traerme antier

Kendra: wow... ¿y no te gusta?

Nikki: es guapo pero... no, no me gusta

En ese instante el sonido del telefono de la pension retumbó en todos los rincones, segun el Señor Pascual cualquiera que estuviera cerca contestaría, efectivamente alguien contesto y unos pocos segundos después un grito ensordecedor y al parecer más fuerte que el sonido del timbre retumbo en los oidos de los inquilinos...

NICOLEEEEEEEEE, AL TELEFONO!!!!!

Nikki bajó corriendo las escaleras y llegó por fin al pasillo donde estaba el telefono, una chica bajita de cabello negro y un poquito regordeta sostenía el telefono mientras examinaba sus uñas pintadas de color verde...

Nikki: ¿Dijo quién era?

Bianca: No, pero es un hombre (se fue)

----------: Nikki, Hola, hablas con Roy

Nikki: Ahm Hola

Roy: ¿Cómo amaneciste?

Nikki: Bien... sí bien

Roy: que bueno, mira tengo un tiempo hoy en el día que talvez pueda servir para que charlemos otro poco, ¿Qué te parece a eso de las 3 de la tarde?

Nikki: Sí, está bien pero...

Roy: No te preocupes, pagaré el tiempo, no hay problema.

Nikki: (se sonrojo) Ok, ¿En donde nos encontramos?

Roy: en el parque central, ¿esta bien?

Nikki: bien, estaré allí puntual

Roy: Oh, Adios Nikki

Nikki: adios (colgo y suspiró)

Se pasó la mano por el cabello, peinandolo un poco, algo bullia en su interior como si algo estuviese por pasar, como si ese algo estuviese muy cerca... demasiado cerca.

Como yo nadie te ha amadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora