Capitulo 49

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Francisco tomó el cuerpo inerte de Nikki entre sus brazos y entró en la casa depositándola en el sillón, estaba extremadamente pálida, sus manos frías, los niños entraron a la salita pero Francisco los sacó rápidamente mientras una de las sirvientas aireaba el rostro de Nikki tratando de ayudarla a recuperar el conocimiento...

Sirvienta: No señor nada
Francisco: ¡Diablos! (sacó su teléfono) Necesitamos una ambulancia urgente... si... si, es urgente ya se lo dije... ¡Diablos! (arrojó el teléfono) Quédese con los niños, por favor cuídelos, enviaré a alguien por ellos en un momento

Tomó a Nikki entre sus brazos y la llevó hasta su coche, donde partió desbocado por las calles al hospital más cercano.
Quince minutos más tarde Lola entró por la puerta de la mansión Espinoza, la sirvienta asintió cuando esta le pidió que alistará a los niños ya que se irían con ella...

Sirvienta: El joven Juan David y la niña Gabriela ya están listos señorita Dolores
Lola: Gracias, ¿podrías dejarnos solos un momento?

La sirvienta asintió e hizo pasar a los dos niños a la salita, Lola contuvo las lagrimas y se acercó a ellos...

Lola: Hola, pequeños
Gaby: Hola
Juanda: Hola
Lola: yo voy a llevarlos a casa de su papi, allí lo esperaremos ¿bien?
Gaby: ¿y mami?
Lola: Mami también estará allí
Juanda: ¿none etan?
Lola: Están comprando pasteles para ustedes

Gaby y Juanda rieron y Lola los abrazó. La llamada que había recibido de Francisco la había dejado parcialmente preocupada, pero cuando entro a aquella casa todo su autocontrol se desvaneció y cuando vio a los pequeños todo lo que había hecho en un pasado le pareció atroz y detestable. Lo único que podía hacer para arreglarlo era ser parte de la felicidad de Francisco y por supuesto de Nikki.

EN EL HOSPITAL...

Francisco: ¿Cómo estás?
Nikki: Bien
Francisco: ¿segura?
Nikki: Si Francisco

Francisco suspiró y apretó la mano de Nikki, ella había recuperado el conocimiento antes de llegar al hospital pero Francisco había insistido en que tomaran una consulta para saber que sucedía y después de varios chequeos el doctor había pedido que lo esperaran mientras salían los resultados...

Francisco: Un desmayo nunca es normal Nikki (le dio un ligero apretón) Y si... ¿si estas embarazada? ¿es posible eso?
Nikki: (abrió los ojos) Por supuesto que no Francisco (le soltó la mano) es imposible yo... yo no he estado con nadie
Francisco: ¿desde hace cuanto?
Nikki: (entornó los ojos) No te lo voy a decir
Francisco: Nikki...
Nikki: ok, bien... No he estado con nadie desde que tu entraste en coma, ahí tienes tu respuesta ¿feliz?

Francisco le beso la mano y le sonrió...

Francisco: No puedo decir que no estoy feliz de saber que nadie ha estado contigo, me siento halagado

Nikki lo miró y le regaló una media sonrisa, la verdad es que no habían hecho falta pretendientes, pero el recuerdo de Francisco estaba marcado como un hierro ardiente.

Doctor: Nikki?
Nikki: si doctor?
Doctor: necesito que pases al consultorio, hay algo importante que hay que hablar

La preocupación ascendió por el cuerpo de Nikki "algo importante", con pasos tímidos se acercó a la puerta del consultorio, pero antes se giró...

Nikki: ¿Por qué no... vienes conmigo?
Francisco: ¿quieres eso? (se levantó y caminó hasta ella?
Nikki: es lo que haría un esposo por su esposa ¿no?

Francisco sonrió y la abrazó mientras le besaba los labios...

Francisco. Ha sido el beso más dulce mi florecita
Nikki: Y habrá muchos más, te lo prometo

Francisco sonrió pro enésima vez y entraron al consultorio.

Doctor: Bueno Nikki, me alegra que vinieras por el desmayo, sabemos que un desmayo nunca es normal así que los exámenes que hicimos nos dieron los resultados que necesitábamos
Nikki: ¿Qué sucede?
Doctor: Encontramos un descenso en el nivel de azúcar en la sangre, una hipoglicemia idiopática considerando que no eres una paciente que sufra de
diabetes.
Francisco: ¿y es grave?
Doctor: En este momento no, ya que no está avanzada, lo que te recomiendo es cambiar tu dieta incluso consumir porciones pequeñas pero en intervalos regulares, por ahora si llegas a tener otro episodio lo primordial es que consumas azúcar, toma (le dio una colombina) Esto ayuda, trata de mantenerlas cerca. Vuelve en una semana para que me cuentes como vas con esos dolores de cabeza

Finalmente el doctor los despidió y en el auto...

Francisco: Vaya... tenemos que empezar a cuidarte
Nikki: ¿tenemos?
Francisco: Claro que si florecita...
Nikki: ¿florecita? Sabes lo mucho que extrañe que me dijeras así?
Francisco: (la miró) De verdad lo siento Nikki, he sido un canalla
Nikki: Por llamarte poco
Francisco: (sonrió) ¿no vas a tenerme piedad, verdad?
Nikki: (rió) Claro que no, es sólo que a veces... quiero serte sincera de verdad...
Francisco: ¿Qué pasa?
Nikki: ¿No te parece que estoy perdonándote demasiado rápido?
Francisco: ¿la verdad?
Nikki: Si
Francisco: si, pienso que estas perdonándome demasiado rápido (agacho la cabeza y empezó a jugar con las llaves) Y Estas en todo tu derecho Nikki.

Nikki se acercó y lo beso...

Nikki: Solo quería escuchar eso
Francisco: ¿si?
Nikki: Si, quería escucharte y saber que me valoras por todo lo que estoy haciendo (negó con la cabeza y sonrio) Sé que es ridículo e infantil pero...
Francisco: No es infantil... Incluso pienso que eres la mujer más noble de este mundo
Nikki: (lo beso otra vez) Te necesito Francisco... te necesito ahora... siempre, por favor

Francisco le robó un último beso tierno y cálido y encendió el auto, debería llevar a Nikki a casa para que descansara pero había algo que tenían que compartir, algo por el bien de los dos.

Quince minutos más tarde llegaron a un lugar que Nikki recordaba perfectamente...

Nikki: Es... Es el motel... en que tu y yo...
Francisco: En el que te tome por primera vez, en el que cambiaste mi vida con tu sonrisa timida (le tomó la mano) quiero que hagamos el amor como aquella vez... sin barreras, sin nada entre nosotros, solos tu y yo, sin venganzas, sin
dolor... solo amor

Nikki sonrió y le besó la mano que le sostenía...

Nikki: Vamos

Francisco sonrió y le abrió la puerta del auto, tomándola por un codo la llevó hasta la misma habitación y la sentó en la cama, poniéndose de cunclillas le acaricio los muslos...

Francisco: Este es el principio de una vida nueva Nikki... te lo prometo

Las lagrimas no se contuvieron y empezaron a deslizarse por las mejillas de Nikki, su vida paso por sus ojos, todo el sufrimiento, todo el dolor vivido en años pasados era borrado por las tiernas caricias de Francisco, él sabía muy bien como borrar aquellos amargos recuerdos.

Como yo nadie te ha amadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora