Capitulo 50

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Lentamente la recostó en la cama y le beso el cuello haciéndola estremecerse de puro y físico placer, Nikki no podía apartarse de la acción asi que con manos expertas le empezó a desabrochar la camisa, botón por botón, muy lentamente...

Francisco: Me vuelves loco Nikki

Nikki rió y le beso las mejillas mientras le acariciaba el cabello

Nikki: Nunca, escuchame bien, Nunca te voy a dejar de amar, así me muera Francisco nunca dudes de lo que siento por ti
Francisco: Lo sé amor mio, y te lo agradezco

Las caricias se volvieron más atrevidas y Nikki ahogo un gemido al sentir los dedos de Francisco jalando el elástico de sus bragas bajo la falda, un estremecimiento recorrió su cuerpo, su cuerpo enteró convulsionó y Francisco no pudo hacer más que sonreir victorioso... Y aquello fue el detonante de la pasión reprimidad, sus cuerpos ardieron y en cuestión de sgundos ninguna prenda los separaba, sus besos hambrientos devoraban el aliento del otro, robando el alma en cada suspiro, volviéndose dos seres primitivos en busca de un solo placer.

Nikki mordió el hombro de Francisco y este gruño apretándole los pechos lentamente, masajeándolo, Nikki suspiró extasiada y enredo las piernas alrededor de sus caderas invitándolo a entrar, estaba más que dispuesta y Francisco necesitaba aquella intrusión pero hizo acopió de todo su autocontrol y le apartó las piernas deslizándose por su vientre mientras dejaba un reguero de besos. Nikki apretó la almohada con sus manos mientras sentía la lengua aterciopelada de Francisco lamiendo su henchido clítoris, hacia tanto que necesitaba de aquel contacto que aquello le parecía surreal y un grito de frustración se escapó de su garganta, Francisco lamió dos y tres veces seguidas hasta que el cuerpo de Nikki empezó a contorsionarse, ella era tan bonita, tan sensual y estaba tan caliente que no los haría esperar más a ningúno de los dos, Con gran agilidad trepó nuevamente sobre ella y se enterró completamente en su terso canal que lo recibió en un tierno abrazo...

Nikki: Dios...
Francisco: Francisco, nena, soy Francisco no Dios

Nikki soltó una medio risa, medio gemido mientras invitaba a Francisco a que empezara a moverse, pero este estaba ahí quieto mirándola a los ojos sin hacer un solo movimiento, ni siquiera en falso...

Nikki: ¿pasa algo?
Francisco: (negó con la cabeza) es sólo que... que eres tan bonita
Nikki: (se sonrojo) Francisco...
Francisco: me encanta como te sonrojas

Y allí empezó a moverse, embistió una vez y se retiro depositando un beso en los párpados cerrados de Nikki. Había extrañado tanto su grácil cuerpo que tenerlo allí era alcanzar el mismo cielo. Ella era la madre de sus hijos, la dueña de su corazón, de su vida.

Nikki creyó morir cuando Francisco embistió más rápido y más fuerte en su cuerpo, sus caderas chocaban y el sonido de sus cuerpos húmedos llenaba la habitación, el sudor recorría sus cuerpos satinándolos y volviéndolos más sensibles a las caricias.

Francisco maldijó y salió de ella rápidamente, la tomó de los brazos y la levantó girándola contra el cabecero de la cama, Nikki se agarró a los postes y sintió el miembro duro entrar de nuevo en su canal por la parte de atrás, Francisco aprovecho para besarle el cuello y la espalda y masajearle los pechos mientras bombeaba dentro de ella una y otra vez.

Aquello era demasiado, en cuestión de segundos una explosión de colores brillo ante los ojos de Nikki, sus cuerpo convulsionó exageradamente y sus extremidades se negaban a responder, con un suspiro ahogado Francisco la tomo por la cintura y la pego a su pecho sentándola sobre su rodillas, entro dos veces más extendiendo el clímax de Nikki y alcanzando el suyo propio.

La cabeza de Nikki daba mil vueltas contra el hombro de Francisco, sus cuerpos calientes y exhaustos se negaban a moverse. Él deslizó un dedo por su mejilla y le apartó algunos cabellos que se pegaban a su frente en una mezcla de sudor. No había palabras solo silencio, sus respiraciones agitadas y el olor al sexo impregnaba el cuarto.

Francisco aparto a Nikki de su cuerpo y la acostó sobre la cama acariciándole los brazos, Nikki sonrió y extendió sus manos hacia el pidiéndole un abrazo que no le negó y que cuando recibió le provocó un millón de sensaciones. Si aquello era el amor, pues moriría feliz por haberlo conocido...

Francisco: (la miro y se acostó sobre ella) Eso fue maravilloso
Nikki: Lo fue (sonrió y le acaricio el pecho) ¿podemos repetir

Francisco solo sonrió y decidió demostrarle una vez más cuanta pasión provocaba ella en él.

Quince minutos más tarde Francisco apretó las manos de Nikki mientras exhalaba un ultimo suspiro, Nikki desahogo un gemido y se miraron a los ojos. Ese ultimo orgasmo había sido mejor que el anterior y esta vez si que los había dejado fuera de combate, Con un ultimo beso Francisco se alejo y mirándola a los ojos...

Francisco: Te amo Nikki
Nikki: Te amo Francisco

Sus ojos se cerraron y allí, entrelazados con sus cuerpos desnudos se permitieron sumirse en un profundo y tranquilizante sueño.

Todo estaba muy oscuro en aquel sueño, parecía estar en una habitación encerrada sin nadie cerca, entonces los gritos desgarrados de una criatura la sacaron de su profundo sueño...

Nikki: ¡Francisco, Francisco!
Francisco: ¿Qué, qué paso?
Nikki: los niños Francisco (se levantó) Dejamos a los niños solos en casa
Francisco: (le tomó un brazo) Tranquilizate muñeca, los niños están bien
Nikki: Estan solos
Francisco: No están solos, le pedí a Lola que los cuidará
Nikki: (suspiro) Menos mal, pero deberíamos llamar a casa a ver como están (levantó la bocina del aparato)
Francisco: No... no están en casa
Nikki: ¿cómo que no están en casa? ¿entonces donde están?
Francisco: Están en casa de mis padres

Nikki lo miro atónita, entre sorprendida y extremadamente confusa...

Nikki: tus papas... (colgó la bocina) ¿tienes problemas en la cabeza Francisco?
Francisco: (se sentó) ¿a qué te refieres?
Nikki: ¿a que me refiero? Sabes bien a que me refiero Francisco, porque mis hijos están en esa casa solos
Francisco: escuchame bien Nikki (la miro fijamente) no solo son tus hijos, tambien son mios y segundo no están solos, están con mi padre, con Lola y con mi mamá
Nikki: ¡Eso! (se levantó y empezó a caminar de un lado a otro) Eso es lo que me preocupa, ¿Qué esperas Francisco, que olvide todo lo que tu mamá dijo en contra mia? O es que crees que no sé que Juan David y Gabriela no conocen a Paula simplemente porque ella no ha querido que vayan a esa casa
Francisco: Te podría calmar un minuto. Estás haciendo una tormenta en un vaso de agua
Nikki: (negó con la cabeza) escuchame bien Francisco si a mis hijos...
Francisco: Nuestros (la interrumpió) Son nuestros, entendido
Nikki: (suspiro) Ok, ok nuestros (se volvió a sentar) perdóname, no quiero discutir contigo por eso

Francisco se acercó y la beso...

Francisco: No importa discutir si lo vas a hacer desnuda

Nikki se sonrojo y fue consiente de su desnudez, apenas llevaba encima las bragas aun asi no se sentía incomoda...

Nikki: pensaras que soy una psicótica
Francisco: bueno si
Nikki: Hey!!
Francisco: jajaja, estoy bromeando (la acerco a su cuerpo y la abrazo volviendo a la cama) Entiendo como te sientes, mi mamá es difícil
Nikki: ¿dificil? Yo diría que imposible
Francisco: esta bien, está bien, eso no se aleja de la realidad (le levantó la barbilla) Pero también tiene que familiarizarse con esto
Nikki: Cuando dices "con esto" te refieres a...
Francisco: A nosotros, a los niños, a vivir juntos, a ser una familia
Nikki: (suspiro) No quiero que ella se meta entre nosotros (lo miro) y eso es en serio
Francisco: Lo prometo, nadie se meterá entre nosotros (le acaricio el cabello) Esta vez nadie se entrometerá

Nikki sonrió y se acurrucó contra él...

Nikki: tendrás que hablar con mi papá
Francisco: ¿por qué?
Nikki: Bueno (sonrió y le beso la barbilla) estas cortejando a su única hija, incluso la llevaste a la cama
Francisco: (rió) No me digas que tendré que pedir su bendición para cuando te pida matrimonio
Nikki: jajaja ya estamos casados así que ni modo
Francisco: no me refiero a eso... quiero decir casarnos, de nuevo
Nikki: ¿de nuevo? (sonrió) ¿me estás tomando el pelo otra vez?
Francisco: No, es en serio... Nos casaremos de nuevo, bueno más bien renovaremos nuestros votos matrimoniales ¿te parece?
Nikki: Por supuesto que me parece, nada me haría más feliz (lo beso) y Está vez te haré firmar un contrato para que nunca más te alejes de mí

Francisco rió y se preguntó como había hecho para vivir sin ella durante tanto tiempo, Nikki se había ido de su vida no solo con sus hijos sino tambien con su corazón... Ya era hora de enmendar todos sus errores empezando por no dejarla partir nunca mas...

Como yo nadie te ha amadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora