🐺 14 🐺

392 43 4
                                    

Yoongi despertó con una resaca horrible; casi parecía que la noche anterior hubiese tomado más alcohol que que ha tomado en toda su vida. Con un quejido se giró para abrazar a Jimin, pero lo único que se encontró fué una almohada en su lugar. Sobresaltado al no sentir siquiera el olor de su omega, se sentó en la cama y observó a su alrededor intentando recordar lo que ocurrió la noche anterior, pero solo conseguía tener más dolor de cabeza. Observó detenidamente el lugar en el que estaba, pensando en que jamás lo había visto. Era una amplia habitación con las paredes blancas, al igual que las paredes y las sábanas de la cama. Tenía un par de muebles -también de un color blanquecino- adornando pobremente la habitación, en un intento de que esta no se vea tan vacía.

El alfa hizo una mueca de desagrado al mirar el lugar. Tanto blanco le recordaba a un hospital, los cuales siempre le parecieron escalofriantes. Tanteó la cama tratando de encontrar su celular, pero solo consiguió un dolor punzante en el brazo derecho.

"Mierda, justo el derecho."

Se levantó la manga del polerón que llevaba puesto y se encontró con un pequeño punto rojo cerca de su hombro, parecido al que quedaba después de una vacuna.

Con cuidado se levantó de la cama y se fue de la habitación con la esperanza de encontrar la cocina o el baño para tomar un poco de agua, ya que sentía la boca totalmente seca. Después de un par de vueltas por la casa en la que estaba encontró por fin la cocina, en la que, para su sorpresa, se encontró con su madre sentada tranquilamente tomando un café.

─ ¿Mamá? ─ Preguntó Yoongi sobresaltando un poco a la mujer.

─ ¡Hijo!, al fin despiertas ─ Respondió mientras se acercaba a darle un abrazo al chico.

─ ¿Jimin? ¿mi celular? ¿Jungkook? ─ Preguntó ahora el alfa apartando suavemente a su madre.

─ Jungkook ya sabes que se fue a vivir solo, se te rompió el celular y ¿quién es Jimin? ─ Su madre lo miraba con una mirada preocupada mientras preparaba un té de hierbas para él.

─ Ya sabes, mi omega...

─ Hijo, tu jamás has traído omegas a la casa. La única omega que me has presentado es de hecho tu novia, y se llama Taewoo, no Jimin. Parece que la borrachera de ayer te hizo mal.

Yoongi no respondió y tomó el té que su madre le preparó en silencio. Apenas terminó recorrió la casa de pies a cabeza.Estaba perdido, pero trataba de estar calmado, o al menos en apariencia. De pronto tropezó con algo y cayó sentado en el piso alfombrado de la sala de estar. Su sorpresa fue grande al ver que se había tropezado con minie, el gato de Jimin.

Todo eso era demasiado extraño. Revisó un calendario y se dió cuenta de que sus últimos recuerdos eran desde hace una semana antes.

Suspiró pesadamente dispuesto a pasar el tiempo que sea necesario fingiendo que no se daba cuenta de que algo muy raro pasaba en esa casa.

~🐾~

El día transcurrió con poca tranquilidad. Yoongi se sentía un poco asustado por todo lo que pasaba, y disimuladamente trataba de sacarle información a sus padres. Claro que la historia que le contaron no tenía ni pies no cabeza. Según ellos él había ido a una fiesta para celebrar su aniversario con su novia y se había emborrachado como nunca; también según ellos algo había pasado que le provocó pérdida total de memoria. Decían que podía ser una droga o un golpe en un lugar específico de la cabeza, pero él no les creía ni un poco.

Preguntó también por el aroma de Jimin en su polerón y ellos dijeron que podía ser algún invitado a la fiesta.

Pero Yoongi nunca fue de grandes fiestas, y nada de la ropa de él era de su gusto, además de tener el aroma de una omega desconocida para él. Más encima sus recuerdos de Jimin y Hoseok, con el cual al parecer se había peleado a los diez y nueve años , eran demasiado reales como para ser un simple sueño.

Decir que Yoongi tenía un mal presentimiento era estúpido. Tenía más que un mal presentimiento. Varias veces durante el día y los días que pasaron desde ese momento le dieron ganas de reír, ya sea por lo absurdas que sonaban las historias de sus "amigos" o de sus padres, o también porque reír era una solución más agradable de liberar sus problemas que ponerse a llorar en silencio en la cama acostado boca arriba. Claro que la última opción se veía tentadora en algunas ocasiones del día.

Al tercer día encontró un parque rodeado de florerías y vendedores ambulantes. Le gustaba ir ahí solo para sentir el aroma a flores y algodón de azúcar. Le recordaba bastante a Jimin, y a pesar de estar lleno de esas cosas la gente no iba mucho al parque. Se podía quedar horas mirando a la gente pasar por ahí y detenerse a comprar caramelos o flores. A veces le gustaba imaginar las historias detrás de la gente que compraba flores. 

"Deben ser para su omega" Pensaba al ver un o una alfa comprar rosas o flores de colores.

"¿Quién se habrá muerto?" Pensaba al ver a la gente decaída.

"¿Será su boda?" Pensaba al ver a gente comprar flores blancas.

También le gustaba ver a los niños alegrarse al comer dulces, o incluso a los adultos emocionarse al probar un poco de algodón de azúcar, probablemente por el recuerdo de la infancia. Pero claro, todo desde su banca sentado en silencio, o escuchando música.

"No es tan malo aquí..."

.

.

.

.

Hola.

Lo siento si está muy corto pero no he dormido nada desde hace tres noches :(

Bye.

Dan~

°Infértil°~ Yoonmin OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora