CAPÍTULO 5
"Black River"
Esa noche ya no pude dormir. En mi cabeza trataba de repasar una y otra vez lo que había pasado, quería convencerme de que todo había sido producto de mi imaginación, que lo que vi no podía ser real. Probablemente la historia que me contó Johnny había provocado en mí una especie de alucinación debido a la sugestión por el simple hecho de escucharla. Toda esa noche me quedé en estado de alerta. Cualquier ruido insignificante era motivo suficiente para hacerme saltar de la cama. Contaba los minutos, impacientemente, para que Johnny se despertara y me llevara con él al pub o al menos que me hiciera compañía antes de irse. Lo cierto es que aún si Johnny me llevaba con él o no, no estaba dispuesta a quedarme sola en esa casa, al menos hasta que me sacara la duda de qué era exactamente lo que había visto.
Cuando por fin escuché el despertador de Johnny en el silencio atroz de la noche que se iba, mi corazón se aceleró escandalosamente. No dudé en salir corriendo y adentrarme en esa oscuridad hasta que llegué al cuarto de Johnny, y por poco nos chocamos cuando él estaba saliendo del mismo.
─Hey, ¿dónde es el incendio? ─preguntó Johnny con obvia sorpresa, mientras se ponía una bata encima de su pijama.
─Lo siento mucho Johnny...es que... ─dudé en contarle lo que me había pasado. No quería que piense que me estaba volviendo completamente loca, pero algo debía decirle o quizás preguntarle qué otras cosas sucedían en la casa. ─Es que quería preguntarte... o mejor dicho, consultarte sobre esa historia que me contaste el día que llegamos ¿recuerdas?
Todo el tiempo quise aparentar como si tan sólo se tratara de un rapto de curiosidad y nada más, pero en realidad di la impresión contraria, porque Johnny notó rápidamente que estaba exaltada, pero lo que no sabía era la experiencia sobrenatural que había vivido recientemente.
─Es muy temprano Lya, y no estoy de humor para hablar de eso. Cuando regrese del pub podremos hablar más tranquilos. ─Ante la negativa de Johnny no pude hacer nada, él estaba en lo correcto.
Había cometido un grave error al preguntarle con tanto énfasis a esa hora del día cuando recién se estaba despertando, tendría que buscar otra oportunidad más conveniente para hacer mi cuestionario. De lo que sí estaba segura, era que Johnny no iba a llevarme con él al pub, por lo que tendría que ingeniármelas para salir de la casa sí o sí.
Lo primero que hice antes de que se fuera Johnny, fue preparar un desayuno sumamente nutritivo para ambos. Me costó un poco encontrar los utensilios necesarios para empezar la tarea porque en esa cocina, que tenía el tamaño de dos ambientes de mi antiguo hogar, era como si literalmente buscara una aguja en un pajar. También pude apreciar que, si bien la heladera estaba provista de víveres, la cocina en sí no había sido utilizada en bastante tiempo, quizás porque Johnny tuvo que viajar a Atlanta para ocuparse de mí y no dejó a nadie para que se encargara de mantener la casa en condiciones. En fin, preparé dos tazas de café con leche, varias tostadas para acompañar con mermelada de arándano, hice jugo de naranja, y en cuanto Johnny salió de ducharse nos sentamos a desayunar en la cocina, que al ser tan grande tenía una mesa en la cual podían sentarse, al menos, cuatro personas más.
─Gracias por el desayuno Lya, no era necesario que te molestaras en cocinar ─dijo Johnny mientras le daba un mordisco a una de sus tostadas.
─No fue ninguna molestia Johnny, ayer me vi en el espejo que me regalaste y no pude reconocerme en él, fue demasiado verme así.
─Pequeña, es normal que hayas perdido peso. La situación que viviste es difícil de asimilar para cualquier ser humano, y... tú eres fuerte, sé que podrás recuperarte pero debes darte el tiempo necesario para sanar las heridas- escuchaba atentamente lo que Johnny me decía. Tenía razón, me sorprendía que hubiese notado mi repentina y preocupante pérdida de peso, pero tal vez lo que más me sorprendía era que no me hubiese mencionado nada al respecto.
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Después de la vida © (#1)
Paranormal¿Qué pasaría si un día pierdes a las personas más importantes de tu vida? Galya tiene quince años, su vida es como la de cualquier adolescente normal. Y lo seguiría siendo, si no hubiese sido por el accidente. Ese hecho crucial la deja huérfana. P...