CAPÍTULO 14
"Verdades"
El frío en la habitación empeoró de tal manera que se sintió como una explosión, que hizo que me desmayara.
Me despertó Johnny. Estaba gritando, pero no entendía nada. Sabía que me estaba hablando pero no lograba procesar sus palabras, todo era una neblina de confusión.
─¡Pequeña! ─sentía como si me hablara en otro idioma, mi cabeza dada vueltas en un torbellino.
Quise hablar, responderle, no creo haberlo logrado. Él seguía llamándome. Y otra vez me fui.
Desperté no sé cuándo y no sé dónde. Johnny estaba sentado a mi lado. Comencé a mirar lo que había en esa habitación y di por hecho que se trataba de la habitación de un hospital. Mi cabeza estaba matándome. Era un dolor que me hacía sentir que mi cabeza se rompería en mil pedazos en cuestión de segundos. Supongo que debo haber gritado o algo, porque lo siguiente que recuerdo es a Johnny, despertando.
─¡Pequeña! ─su grito me estremeció, e hizo que un pequeño mareo rondara, haciendo que por un instante me dieran ganas de vomitar─. ¿Estás bien?
─No ─fue lo único que alcancé a responder antes de desaparecer nuevamente.
Había mucha oscuridad. Tenía tanto miedo. Y mi cuerpo dolía mucho. Sentía como si miles de agujas me estuviesen perforando desde adentro.
Intenté levantarme y andar, pero no tenía fuerzas. ¿Qué me había pasado? ¿Por qué sentía tanto dolor? Era como si mi cuerpo fuera de goma, no tenía fuerzas ni siquiera para respirar. Y justo cuando pensé que iba a morir asfixiada, desperté. Johnny me miraba. Parecía muy preocupado. ¿Qué había pasado?
─Pequeña, pensé que no despertarías más. ─Se veía tan cansado, tan niño, se veía de su edad, casi 26 años. Era un niño intentando cuidar de otra niña.
─¿Qué pasó? ─Intenté incorporarme, pero eso solo hizo que el dolor de cabeza empeorara.
─No, no hagas esfuerzos pequeña. Todavía estás débil. Tienes que descansar.
─¿Débil? ─Sabía muy bien que estaba débil. Lo que no sabía era lo que me había sucedido para llegar a estar internada nuevamente en un hospital─. ¿Qué me sucedió Johnny?
─No lo sé. Te encontré tirada en tu habitación, inconsciente. Rápidamente te traje al hospital y los doctores dijeron que debían internarte.
─¿Qué dijeron los médicos? ¿Estoy bien? ─Por alguna razón me sentía bastante preocupada por mi salud. El dolor de cabeza era tan intenso, que no me dejaba pensar con claridad.
─Te duele la cabeza, ¿verdad?
─¿Cómo lo sabes? ─pregunté mientras trataba de hacerme un masaje en el cuello.
─Sé que no parezco muy inteligente pequeña, pero lo soy. Además, tu doctor confirmó que tienes un golpe en la cabeza con una tomografía.
─No recuerdo haberme caído. Solo recuerdo que sentía mucho frío, y... ─Lucas. También lo recordaba a él. Y la carta. Fue la carta. Era la culpable de lo que me había pasado.
─La próxima vez hazme el favor de encender la calefacción. Tu habitación estaba helada, literalmente diría yo. Y tú, no quiero pensar en lo que te habría pasado si no te encontraba a tiempo.
─¿A qué te refieres? ¿Fue tan grave el golpe en la cabeza?
─Si bien el golpe en la cabeza fue motivo de preocupación, lo peor fue que te encontré en un estado prácticamente de hipotermia.
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Después de la vida © (#1)
خارق للطبيعة¿Qué pasaría si un día pierdes a las personas más importantes de tu vida? Galya tiene quince años, su vida es como la de cualquier adolescente normal. Y lo seguiría siendo, si no hubiese sido por el accidente. Ese hecho crucial la deja huérfana. P...