Fueron los últimos en llegar. Estaban ahí el Legislador, el Juez, Koura y Shimizu, así como algunos otros yokai que se habían unido a su fiesta, ya que tanto el Legislador como el Juez eran figuras que llamaban la atención. Sentados sobre una manta en el suelo, bebían y comían, pero por alguna extraña razón ninguno de los cuatro estaba ebrio, aunque los demás yokai parecía que sí. Probablemente llevaban toda la noche festejando y, conociendo al Legislador, seguirían hasta el amanecer.
Abeno y Ashiya se presentaron con una reverencia, pero fueron inmediatamente sumergidos al torbellino que era el ambiente del lugar. Ante la insistencia del Legislador, Abeno comió un poco, mientras que Ashiya se mantuvo sin probar nada, pues ya sabía lo que sucedería de lo contrario. De pronto, Abeno sacó una pequeña bolsa y se la dio.
- Es comida - dijo, apartando ligeramente la vista -. La Mononokean estuvo insistiendo en que comprara algo para ti del mundo mundano para que comieras en vez de la comida del Inframundo.
- ¿En serio? - Ashiya tomó la bolsa. Dentro había onigiris y una pequeña botella de agua - Gracias - Sonrió. Le agradó la idea de que Abeno hubiese ido a comprar algo para él, aunque fuese por órdenes de la Mononokean. No sé sorprendió ante la simpleza del contenido tampoco. Al menos los onigiris eran de varios sabores.
Abeno siguió comiendo aparte. Pensó que era bueno que Ashiya no se hubiera quejado y que si decisión de compra no había sido mala. Pero era más o menos cierto lo de que la Mononokean lo mandó a comprarlo. En realidad, él era quien le había expresado su preocupación a la sala de té yokai sobre lo que le podría pasar a Ashiya si durante el festival comía algo, y ésta había sugerido que le comprara algo en su lugar. A enojar había pensado en preguntarle a Ashiya qué quería, pero prefirió no hacerlo, pues sabía que a Ashiya le parecía mal que preguntara, por alguna razón, así como había pasado con Jomatsu cuando vino a pedir un regalo para la princesa Anmo.
Abeno había ido a la tienda antes de pasar por Ashiya. Se dijo a sí mismo que esto no era un regalo que le estaba haciendo, que sólo lo hacía porque el otro tenía un estómago débil y que en realidad, todo era una molestia. En el fondo no se creía nada de esto, y pasó largo rato preguntándose qué comprarle, y dándose cuenta de que no conocía los gustos de Ashiya. Al final, se rindió y sólo llevó onigiris y agua. Por un segundo estuvo a punto de llevar también una caja de pokis de chocolate, pero se retractó. Pensó que Ashiya podía intentar algo embarazoso, y no quería que sucediera en frente de todos los demás con los que se iban a reunir, así que regresó la caja de un manotazo al estante y con la cara roja. Aunque, de estar solos... tal vez se lo pensaría.
- Está rico pero ¿por qué solo hay onigiri? - dijo Ashiya. Al final, no había podido evitar decirlo en voz alta.
- Si no los quieres no te los comas - respondió Abeno, algo molesto, aunque Ashiya no lo notó pues era su actitud de siempre.
- ¡Los comeré! Es lo único que puedo comer mientras esté aquí - dijo mientras daba otra mordida a un onigiri de salmón -, pero... podrías haber traído algún dulce... algo como poki...
Abeno se sonrojó.
- ¡Entonces para la próxima cómpralo tú! - le respondió a gritos. Ashiya casi se atragantó de la sorpresa.
- ¿Por qué estás enojado? ¿Qué hice yo?
- Ajaja, se llevan bien como siempre - dijo entonces el Legislador.
- ¿No son lindos~? - dijo Koura - Están totalmente en su propio mundo...
- Parecen recién casados - terció el Juez. Tanto Abeno como Ashiya se pusieron rojos, pues todos esos comentarios habían sido hechos en voz alta y mirando en su dirección.
- ¡¿Hah?!
- ¡¿Eh?! Recién... ¡¿EHHH?! ¿D-D-D-De qué están hablando?
- ¿Hm? - el Legislador bebía de una taza algo con alcohol - Digo, están saliendo, ¿verdad?
- Se ve a kilómetros.
- Son adorables~
- Tch - Shizuku mustió -. Presumidos.
Abeno y Ashiya no podían decir nada de la indignación y de la vergüenza.
- Pero bueno, ¿por qué se tardaron tanto? - les preguntó el Legislador con un tono pícaro y dónde se notaba que quería molestar - Llevamos esperando siglos que lleguen y nos den la noticia. ¿Y? ¿Quién se confesó primero?
- ¡POR QUÉ TÚ...! - Abeno quiso decir algo, pero las palabras se agotaban en su garganta y no salían por su boca.
- ¿Oh? No me digas... - habló el Juez.
- Itsuki... - Koura lo observó con fingida seriedad. Luego, sonrió - Fue Ashiya-kun, ¿verdad~?
- ¡QUÉ...!
- ¡¿KOURA-SAN, TÚ TAMBIÉN?
- A decir verdad, todos llevamos muuucho tiempo esperando esta noticia~ El legislador incluso hizo una apuesta sobre cuando sucedería~
- Y terminó ganando - dijo el Juez.
- Aposté a que sería después del festival, pero ¿quién hubiera pensado que ya estaban juntos desde antes?
Abeno estaba sin palabras. Por un lado quería negarlo, por otro, se sentía mal hacerlo frente a Ashiya. No podía creer que habían sido descubiertos tan pronto. Ashiya, por su parte, estaba volteado, dándoles la espalda y con las manos ocultando su cara.
- No puedo, no puedo... Normalmente diría que es mentira, y lo intentaría negar poniendo excusas, a pesar de que sé que soy terrible mintiendo, pero esto... ¡Esto es demasiado vergonzoso!
Estaba rojo hasta las orejas.
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Tomodachi Meter (Ship Ashibeno)
FanfictionCuando se está tan cerca pero a la vez tan lejos, a veces es difícil dar un paso más allá, pues una vez superado la distancia del "metro del amigo" no es posible volver a donde se estaba. Portada por wakerife-moved (Tumblr) Contenido SFW owo)b