Ashiya Hanae estaba ante un dilema totalmente nuevo en su vida. No tenía ninguna referencia ni ayuda para superarlo, y dudaba de que fuera posible pedir consejo a alguien, no tanto porque su situación fuera en específico difícil (que lo era) sino más bien porque no había manera de que lo dijera en voz alta.
Cuando se encontró frente a la puerta del salón de clases, su corazón dio un brinco. Rayos. Había logrado mantenerse tranquilo todo el camino, desde que se levantó, mientras se arreglaba y hasta cuando había llegado a la escuela, recordándose una y otra vez que todo iba a estar bien, que era solo otro día de clases y que para nada se veía reflejado en su rostro lo que estaba pensando. Pero ahora que se acercaba el momento de la verdad, se preguntó de donde había venido toda esa confianza que se esfumó como niebla. Se notaba a sí mismo inquieto, tembloroso y probablemente haciendo una mueca extraña. El corazón le iba a mil por hora, y lentamente sentía como el calor comenzaba a subir por sus mejillas. Las golpeó un par de veces con sus manos, intentando ganar la compostura que acababa de perder. Suspiró hondo un par de veces, y finalmente, abrió la puerta.
- ¡Buenos días! - saludó alegremente apenas puso un pie en el salón de clases. Aunque percibió que otros de sus compañeros le regresaban el saludo, sus ojos se posaron instantáneamente en el asiento que estaba atrás del suyo. Fue una mirada rápida, que apenas duró medio segundo, antes de que comenzara a saludar a los demás desviando la vista para que no se notara el gran interés que le había puesto a ese medio segundo. Pero fue más que suficiente.
Ahí estaba. Dormido sobre su pupitre como siempre, no se movió al escuchar el saludo de Ashiya. Era lo habitual. Pero el simple hecho de verlo ahí era suficiente para calmar y al mismo tiempo emocionar al chico que se sentaba delante de él. Le aliviaba verlo ahí, porque eso significaba que no había trabajado en exceso el día anterior y que estaba cuidándose. Pero eso causaba que estuviera todo el día pendiente y pensando sobre lo que él hacía y pensaba. Igualmente, cuando no lo encontraba ahí se sentía de cierta forma decepcionado a la vez que preocupado, pero no podía evitar sentir algo de alivio por igual, ya que no sentiría que se quemaba por dentro con su presencia a su espalda. Era algo raro, sin duda.
-Buenos días, Abeno-san - Ashiya tomó su lugar y lo saludó, intentando que no se notara su nerviosismo -. Ya es casi hora de la primera clase, deberías despertar lo antes posible.
Un refunfuño fue lo que consiguió de respuesta. Ashiya rio para sí mientras sonreía y un cosquilleo llenaba su pecho. Lentamente, Abeno se levantó de su posición, tallándose los ojos con una mano. Su rostro recién levantado de una siesta era algo que Ashiya había visto muchas veces, pero seguía sin acostumbrarse. Apretó los puños ligeramente, sin dejar de mirar al rubio y sintiéndose de algún modo derrotado.
- ¿Ya es hora? - Abeno hablaba despacio, recién despertándose.
- Así es - respondió Ashiya -. Sé que el trabajo es importante, pero también es la escuela. No deberías dormir tanto en clase, ¿acaso no descansas bien? No es bueno que te sobreesfuerces, afectará tu salud.
- Esto no es nada - fue todo lo que dijo Abeno.
- Siempre dices eso, pero la verdad es que si se trata del trabajo no dudas en hacer lo que sea, ¿no es así? - Ashiya tamborileó un dedo sobre su rodilla, mientras desviaba la mirada - A veces me preocupas, ¿sabes?
- ¿Qué, acaso eres mi madre? - respondió Abeno - Los niños de 5 años deberían de preocuparse por sí mismos.
- ¡Ni soy tu madre ni un niño de 5 años! De verdad, lo digo porque... - Ashiya se detuvo. "Porque no quiero verte sufrir ni pasando un mal rato de ningún modo" era una respuesta demasiado... Pues, era demasiado, ¿no? ¿No sonaría raro que dijera algo así? ¿No pondría Abeno una cara rara de disgusto y enojo si le decía eso? ¿En qué estaba pensando, a punto de decir algo así?
- ¿Hmm?
- Porque... ¡Porque soy tu empleado y tu amigo! Y si tienes algún problema, quiero ayudarte con lo que pueda. Si se trata del trabajo, entonces deberías de darme un poco más de responsabilidad y confiar más en mí.
Abeno se le quedó mirando por unos segundos que parecieron décadas para Ashiya. Rápidamente cientos de pensamientos fatalistas llegaron a su mente: ¿acaso no logró esconder bien su error? ¿Se habría dado cuenta de que había cambiado sus palabras en el último momento? Lo dudaba. Abeno no era receptivo para esta clase de cosas.
- No es asunto tuyo. No es nada de lo que debas preocuparte.
Ashiya estuvo a punto de responderle algo, pero en eso llegó el profesor. Supuso que era lo mejor, pues no estaba seguro de cómo decir lo que quería decir.
Pues, ¿cómo le explicaría a Abeno que no era posible que no se preocupara ni que pensara que no era asunto suyo, sin dejar al descubierto lo que había comenzado a sentir por él? Incluso si no lo decía explícitamente, sabía que los nervios y la vergüenza le harían cometer algún desliz que Abeno no pasaría por alto. Si bien su compañero de clases podía ser bastante ingenuo y despistado para cosas relacionadas al romance, sabía que no era tonto. Sabía que se daría cuenta.
Y entonces... Entonces no podrían volver a como estaban. Y eso aterraba a Ashiya de un modo en el que ninguna otra cosa lo había aterrado jamás. Por eso se encontraba con un dilema en el cual no encontraba solución alguna que no fuera quedarse callado y guardarse esos sentimientos para sí. Sabía que no podía expresarlos bajo ninguna circunstancia. Incluso si lo hacía, en el mejor de los casos Abeno lo ignoraría y actuaría como si nada hubiera pasado, lo cual sin duda sería doloroso para Ashiya. En el peor, lo terminaría odiando y nunca volvería a dirigirle la palabra. Ashiya no quería ni pensarlo.
"Así está bien" repetía en su mente "Como estamos ahora está bien. Mientras pueda seguir a su lado, estoy bien con sólo ser su amigo. No debería desear nada más."
Pero Ashiya nunca había sido un buen mentiroso.
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Tomodachi Meter (Ship Ashibeno)
Hayran KurguCuando se está tan cerca pero a la vez tan lejos, a veces es difícil dar un paso más allá, pues una vez superado la distancia del "metro del amigo" no es posible volver a donde se estaba. Portada por wakerife-moved (Tumblr) Contenido SFW owo)b