Abeno supuso que no conseguiría nada con faltar más a la escuela. Seguía de mal humor, y no paraba de pensar en lo que la Mononokean le había dicho. ¿Sería capaz, entonces, de descubrir quién le gustaba a Ashiya? Después de todo, era verdad que el chico era un terrible mentiroso. Sin embargo, Abeno se sacudió el cabello en cuanto pensó aquello, intentando alejar esas ideas de su mente. ¿En qué estaba pensando? No era como si quisiera saber quién era... ¿O sí?
"Incluso si lo descubro, ¿entonces qué? No es como si pudiera hacer algo al respecto. No; para empezar, no debería de hacer nada al respecto. Después de todo, es la vida de Ashiya. Y si llega a confesarse y esa persona le corresponde... Yo debería estar feliz por él."
En ese momento, Ashiya entró al salón. Saludó como siempre a todos, pero cuando hizo contacto visual con Abeno, ambos desviaron la vista.
"Ah, maldición..." pensaron ambos. No se habían visto desde que habían discutido en la azotea. Abeno seguía dándole vueltas al asunto de si quería saber o no quién era la persona que le gustaba al chico que le gustaba, pero la parte de él que se seguía sintiendo irritada con el pensamiento, más la parte culpable que le decía que debía rendirse de una vez, no le dejaban encarar a Ashiya. Ashiya, por su parte, había pasado todo su tiempo atrapado en un círculo vicioso en donde no podía decir si Abeno estaba interesado en él o no, y ya había perdido dos noches de sueño debido a eso: estaba demasiado consciente de él como para poder mirarlo a la cara.
Aún así, se dijo que tenía que actuar natural, así que lo intentó lo mejor que pudo.
- ¡B-Buenos días, Abeno-san! - saludó.
- ... Sí - respondió Abeno.
- Qué buen clima tenemos hoy, ¿no es verdad? Es perfecto para practicar deportes - Abeno, discretamente, volteó a verlo. Se dio cuenta de inmediato de las ojeras de Ashiya.
- ¿No dormiste bien? - preguntó sin pensar.
- ¿Huh?
- Tienes bolsas bajo los ojos - Ashiya llevó una mano a su cara, avergonzado de que Abeno mencionara aquello. Desde luego, no podía decirle la razón por la que no durmió.
- A-Ah... Tienes razón, no pude dormir bien anoche, eso es todo - Abeno se le quedó viendo. Supo de inmediato que Ashiya estaba ocultando algo.
Una idea pasó por su mente.
- ¿Ah sí? - dijo, sin parpadear - ¿Qué? ¿Acaso no dormiste pensando en la persona que te gusta?
Fue como accionar un encendedor. Ashiya se puso rojo instantáneamente. Ese había sido un ataque directo de parte de Abeno demasiado efectivo, además de que había dado justo en el clavo.
- ¡¿EH?! No, bueno... ¡¿EH?! - balbuceó.
"Así que es así" Abeno sintió una opresión en el pecho, y frunció el ceño "¿Tanto le gusta esa persona como para que pierda el sueño por ella?"
- Qué irritante - susurró. Sin embargo, Ashiya lo alcanzo a oír. Él, por su parte, sintió que le iba a explotar el pecho.
- ¿Abeno-san...? - comenzó a decir, pero las palabras no le salieron. ¿Sería posible? ¿Sería esta la prueba definitiva que tanto había estado buscando?
Pero antes de que pudiera decir nada más, entró el profesor y las clases comenzaron.
Ashiya y Abeno se sentaron en sus lugares. Pasaron el resto del tiempo así, sin voltearse a ver, sin dirigirse la palabra. Ashiya no paraba de pensar en lo mismo que ya llevaba pensando dos días seguidos. ¿Será, o no será? Sentía que la duda lo estaba matando por dentro. Quería saberlo, pero al mismo tiempo temía a la respuesta, casi tanto como temía preguntar. Esperaba que Abeno le diera una pista, una seña, algo que indicara que, efectivamente, estaba interesado en él. O bien, que no lo estaba. La duda lo mantenía pendiente de cada movimiento, expresión y palabra del chico sentado atrás de él. Abeno por su parte, también estaba pendiente de cada acción y reacción de Ashiya, en la espera de que él solo se delatara sobre quién le gustaba. E, igualmente, quería saber, pero temía la respuesta, y no podía atreverse a preguntar. Se sentía... derrotado. Observó a Ashiya desde atrás: su espalda, su cabello negro, lacio y suave a la vista. Había querido revolver ese cabello con su mano tantas veces ya, que no podía contarlas. No podía verlos, pero sabía perfectamente cómo eran sus ojos: oscuros, grandes y profundos. Amables. Se preguntó quién sería la persona a la que esos ojos veían con amor, y no pudo evitar sentirse... Vacío.
Entonces, otra idea pasó por la mente de Abeno. Si Ashiya era tan mal mentiroso, ¿tal vez podría simplemente preguntar? Seguramente, si hacía las preguntas correctas, no sería capaz de inventarse algo en cuestión de segundos y reaccionaría de forma delatora. Pensándolo mejor, era casi seguro que le respondería abiertamente si solo preguntaba quién era. Después de todo, a Ashiya parecía gustarle hablar de ese tipo de cosas - ya lo había visto con Jomatsu y la princesa Anmo.
Pensó que tal vez lo haría, cuando estuvieran solos. Abeno finalmente llegó a la conclusión de que, si sabía quién era, podría aceptar el hecho de que Ashiya gustaba de alguien más de una vez por todas, e incluso podría apoyarlo.
No había llegado ni a sospechar que esa persona era él mismo.
Ambos estaban, sin darse cuenta, tan cerca del otro, pero se seguían sintiendo ridículamente alejados. ¿Cómo superar esa brecha que los separaba? Ese punto de no retorno que no les permitiría volver a ser como eran antes nunca.
Sólo les hacía falta dar un paso más.
Y uno de ellos dos estaba a punto de darlo.
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Tomodachi Meter (Ship Ashibeno)
FanficCuando se está tan cerca pero a la vez tan lejos, a veces es difícil dar un paso más allá, pues una vez superado la distancia del "metro del amigo" no es posible volver a donde se estaba. Portada por wakerife-moved (Tumblr) Contenido SFW owo)b