002: la carta

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Presente

Claudio

Han pasado varias semanas desde que encontré a Emi, ahí en el suelo tirada con un charco de sangre.

Una semana desde que no está más aquí, llevo un mes sin oír su voz, un mes en el que no pasa un día que no me pregunte qué la habrá orillado a tomar la decisión de quitarse la vida.

Todo pasó tan repentinamente, ella se miraba bien como si nada le estuviese pasando, pero quién hubiese pensado que en realidad ella sufría mucho.

Me duele no haber podido estar ahí para ella, no haber podido ayudarla y decirle que todo estaría bien, pero la verdad es que nunca pude hacer nada de eso, ella jamás me dijo lo que le pasaba, se quedó callada.

Supongo que ese fue su error, no haber hablado con alguien, no haber acudido a alguien. Sin embargo, prefirió no decir nada y tragarse todo el dolor ella sola.

Sigo sin entender el porqué de sus actos, ¿por qué se quitó la vida?

— ¿Que es eso, güey? — Silverio, me sacó de mis pensamientos, muy intrigado en saber que era lo que yo tenía en mis manos

Era la carta que al parecer, Emilia había escrito antes de morir. La misma que encontré al lado de su cuerpo ese mismo día.

— Ah, ¿esto? Es una carta que escribió Emi, antes de morir. — el puso cara seria — Aquí habla sobre alguien o más bien, unas personas que la lastimaron y humillaron mucho, a tal punto de que ella no pudo más y optó por quitarse la vida.. — a este punto mi voz ya se había quebrado

No quería llorar, no aquí, no frente a Silverio que sabiendo cómo es, no hará más que burlarse de mi. Es un idiota, aunque es mi mejor amigo, pero sigue siendo un idiota.

— Ah.. ¿enserio dice eso? — se rascó la nuca — ¿Y cómo estás tan seguro de que fue ella quién escribió esa carta y no alguien más? — habló muy rápidamente que casi más, ni le entiendo nada

— Porque yo la conozco, yo conozco su letra, boludo. Además, está carta estaba a un lado de su cuerpo ese mismo día que la encontré muerta en el baño de su dormitorio. — recordé lo que ocurrió semanas atrás — Obviamente que es de ella.. tal vez quiso dar su último adiós y no encontró otra forma más que escribir una carta. — di otro vistazo más a la carta antes de volver a guardarla dentro del sobre

— Puede que tengas razón, pero tal vez esté mintiendo, güey. — sentí como de pronto me hervía la sangre

¿Como se atreve a decir que Emilia miente con lo que está escrito en la carta? Ella jamás ha mentido, solo con lo de ocultar que tenía una hija, pero eso fue por una buena causa, ella no sería capaz de siquiera mentir con algo así de grave cómo esto.

— ¿Qué te pasa, idiota? Ella no miente, ¿me escuchás? — estaba apunto de darle un puñetazo, pero la mano de alguien me detuvo

— Cálmate, man — fue Ulises, como siempre metiéndose en donde no lo llaman

— ¿Por qué te empeñas tanto en meterme ideas malas sobre Emi en la cabeza? ¡¿Acaso vos sabes algo sobre porque se quitó la vida, eh?! — estaba echo una furia — ¡Contestá, idiota! ¿Vos sabes algo? — que alguien me agarre porque si lo mato

— Obvio no, güey. Yo no tengo la culpa de que tú noviecita muerta se haya matado. — dijo irónicamente y salió del dormitorio dejándome con unas ganas de ir tras el y matarlo a golpes

Maldita sea, voy a averiguar el porqué de su decisión. ¿Por qué te quitaste la vida, Emi?

 ¿Por qué te quitaste la vida, Emi?

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