TODOS TIENEN SECRETOS

038: la tormenta llegó a su fin

Presente

Claudio

Ya todo había llegado a su fin.. No tenía sentido seguir con nada más, puesto a que ya había descubierto lo necesario. ¿Ahora que más queda? ¿Qué se supone que tengo que hacer? No lo sé, la verdad ahora no sé nada. Nos habían ordenado a todos los alumnos del instituto a ir a la sala de junta, porqué nos tenían que informar algo, algo aparentemente irrelevante.

Caminé en dirección a la sala y al llegar, todos habían puesto su mirada sobre mí. ¿Acaso estaban sincronizados? Ignoré eso y sólo me dispuse a ir a donde se encontraba Pablo, y me coloqué a la par suya. Sentí un codazo de parte suya, yo solo permanecí con los brazos cruzados y con la mirada hacia el frente sin articular ninguna palabra. Supongo que eso lo tomó por sorpresa, ya que pude divisar por la esquina de mi ojo cómo el fruncía levemente el ceño. Seguí sin hacer nada al respecto, no estaba de ánimos.

Hay cosas en la vida que por más que quieras, no pódes ocultar. Hay mentiras que por más que quieras hacerlas pasar desapercibidas, terminan por ser descubiertas. Finalmente, hay verdades que por más que quieras hacerlas pasar por mentiras, estas encuentran la forma de colarse entre las redes y hacerse notar. Una de esas cosas son los sentimientos, muchas veces solemos ocultarlos o querer mostrarnos fuertes, pero cuándo ese sentimiento es más fuerte que vos, no hay forma de esconderlo.

Así mismo estoy yo ahora, quiero mostrarme fuerte, demostrar que está situación no me afecta, pero no puedo, es más fuerte que yo.

Vi cómo habían entrado Victoria y Humberto a la sala, seguidos por el profesor Gabriel y Soledad. La verdad no quería estar aquí, solo harían perder mi tiempo, pero qué más da. Al pasar unos minutos Victoria había comenzado con su típico discurso, algo muy aburrido, no sabía de lo que hablaba, ya que no había estado prestando nada de atención. De pronto se me vino una idea a la mente, algo que me podría ayudar mucho. Se sabría la verdad y finalmente todo acabaría, habrá justicia.

Mis manos sudaban, mis corazón palpitaba a mil por hora.. mis nudillos comenzaban a tornarse rojos por la fuerza que había implementado en ellos, todo mi cuerpo temblaba. ¿Qué es lo peor que podría pasar si me paro frente a todos y confieso TODA la verdad? Quiero que todos vean quiénes realmente son ellos, quiero que se quiten esas vendas de los ojos y se den cuenta de la realidad, quiero que todos los vean por lo que son..., unos asesinos, culpables. Por culpa de ellos, Emi no está más.

Di unos pasos al frente y caminé a donde se encontraba Victoria, tomé un micrófono que encontré por ahí. Todos me observaban detenidamente, estaban confundidos y se habían quedado con la boca abierta.. mientras que por otro lado estaban ellos, muertos del miedo pues supongo que ya sabían lo que vendría.

— Perdóname, Victoria, pero tengo que hacer esto, espero y me entiendas. — hablé, ella asintió cómo dándome permiso para proseguir. — Bueno, cómo todos saben..  Emilia ya no está más entre nosotros y es una lástima ver lo hipócritas que pueden llegar a ser algunas personas, ¿o no? — dije, todos me observaban cómo esperando respuestas e incitándome a qué continuara.

Volteé a mi derecha y ahí estaba Machu, me observaba con los ojos apagados, tristes y rojos. La conocía muy bien cómo para saber qué estaba apunto de llorar. Lo siento mucho, pero tengo que hacerlo. Por otro lado estaba Tony quién me miraba con desprecio y odio. Sus ojos reflejaban muchas cosas, cosas que ahora no sería capaz de descifrar.

— No se han hecho esa pregunta alguna vez..., ¿cómo puede alguien estar tan podrido por dentro y tener el corazón tan lleno de odio, cómo para ser capaz de hacerle daño a alguien más? Yo me lo he preguntado todos los días, por dos largos meses.. Hasta hace unos días lo describí. — trague grueso, lo que estaba apunto de decir sería lo más fuerte.. para mi y para todos.. — ¿Quieren saber que acabo de descubrir? Bueno, estos últimos dos meses he estado en una especia de investigación y ahora sé el motivo real que llevo a Emilia a quitarse la vida. Ella no murió porqué quiso y porqué así lo decidió, lo hizo porque estaba sufriendo mucho aquí a causa de personas que le hicieron mucho daño. — hice una pausa y dirigí mi mirada a donde estaba Ulises, el había clavado sus ojos en los míos y tenía una mirada de odio.. dio unos pasos al frente y apretó los puños, en forma de amenaza, ignoré ese hecho.. — Machu, Silverio, León, Ulises y Antonia, ellos no son lo que ustedes creen. Ellos son unos asesinos, por culpa de ellos.. Emilia quiso matarse y lo hizo. Ellos la lastimaron, la humillaron, le hicieron mucho daño y acabaron con ella.. Machu, ella inventó ese rumor del supuesto acoso cuándo en realidad había sido todo al revés. Ella fue quien la acosó a Emilia, besándola a la fuerza para hacerla quedar mal con todos ustedes y para barrear, al parecer eso no fue suficiente para ella. ¡Tuvo el descaro de meterse entre mi relación con Emilia, de involucrarse con ella! Silverio, quién dice llamarse mi mejor amigo.. me dió un puñetazo en la espalda. El violó a Emilia y por si no fuera poco, la embarazó y la obligó a abortar cuándo ella no quería matar a un ser inocente. A eso se le llama abuso sexual y abuso de autoridad. León, el fingió ser su amigo para sacarle información.. para luego ir dónde Victoria y confesarle lo de su hija, el la delató.. y por culpa suya casi la echan del colegio. Ulises, el secuestró a Martina, a la hija de Emi y la obligó a ella a darle dinero por la seguridad de su hija. Esto no termina aquí, todos lo conocemos cómo a un delincuente y resulta que si lo es porqué tuvo el descaro de matar en carne propia a un ser indefenso, tan pequeña y todo por hacer sufrir a alguien. Finalmente, Antonia fue la que organizó toda esta farsa, ella se encargó de que todo esto sucediera y ahora aquí están las consecuencias de sus actos. Obligó a alguien a cometer lo peor, suicidio. He aquí lo que realmente son, detrás de esas máscaras que poseen, ahora sin tapujos. — finalicé.

Todos murmuraban y lanzaban algunos insultos.. había logrado mi objetivo, que todos supieran la verdad y que de alguna u otra forma, hubiese justicia por todo el daño causado.

— Me olvidé mencionar algo más.. — dije, obteniendo la atención de todos al mi alrededor.. —  Yo también soy culpable.. yo también le cause sufrimiento a Emi. La engañé, pero fui perdonado y me brindó otra oportunidad. No me justifico, ni quiero ocultar lo que hice, pero por lo menos yo si tengo la valentía de pararme aquí frente a ustedes y decir la verdad, no cómo otros. — coloqué el micrófono en dónde estaba anteriormente y salí de ahí.

Cuándo estaba apunto de salir de la sala, alguien vino corriendo hasta mi encuentro, era Pablo.. Tenía una expresión extraña en su rostro. — ¿Qué acabas de hacer, güey? — preguntó, yo arqueé un poco mi ceja izquierda y me crucé de brazos.

— Justicia. — sentencié.

Ahora todo había terminado, la tormenta había llegado a su fin. La verdad salió a la luz y cobró vida.. ahora todos sabrían lo que realmente sucedió. Tal vez no era la manera en la que quería que ocurriera, ni mucho menos que fuera poco.. pero por algo se empieza y estoy satisfecho.

Esto se lo llevarán a sus tumbas, la culpa los acompañará hasta el día de su muerte.

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