016: león rubio

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Pasado

Emilia

León Rubio.. ¿Un narco? ¿El hijo de un narco? ¿Alguien poderoso y con dinero? ¿Un delincuente? ¿Ambicioso? ¿Peligroso? La verdad, podría quedarme aquí diciendo muchas cosas sobre él, pero para qué gastar mi tiempo, ¿no?

Muchos piensan que León es un santo, que no rompe ni un plato.. Es obvio que pensarán eso, ya qué absolutamente nadie sabe lo de su padre, que es hijo de un narco muy poderoso e importante. A mi me tocó saberlo porque el fue quién descubrió a mi hija, Martina.

•••

Estaba caminando por los pasillos del instituto de Like, tenía a mi hija en brazos envuelta en una manta.. Me había peleado con mi mamá y me ordenó que me hiciera cargo de ella, así que no me quedó de otra más que traerla conmigo al internado. No quería correr el riesgo de ser descubierta, así que caminé lo más rápido posible a mi dormitorio.

..Pero alguien detuvo esa acción, ese alguien fue León qué al parecer se había percatado de lo que yo hacía. Se me acercó y arqueó un poco la ceja izquierda.. — ¿Qué haces, Emilia?

Me alejé un poco y cubrí a la niña un poco más con la manta, para que no pudiera ser vista por el. — Nada, aquí qué voy a mi dormitorio... Bueno, adiós. — intenté irme, pero me tomó por el brazo y me detuvo

— Espera.. ¿qué llevas ahí? — preguntó, bajando su mirada en dirección a la manta, mierda

— Eh.. no es nada, solo es una cobija. Es que me da mucho frío por las noches y.. la necesito para no enfermarme. — dije lo primero que se me vino a la mente, espero y me crea

El se cruzó de brazos y frunció el ceño a la vez.. ¿Qué estará pensando? — Hmm.. ¿Sabes?.. No te creo nada de lo que dices.

— Pues.. no tendría porqué mentir.. — maldita sea, esto se me está dificultando mucho..

— Pues, hay razones.. — caminó en dirección mía y colocó su mano derecha sobre la manta.. — No habría problema si me muestras la cobija, ¿no?

— ¡Si! Digo.. no.. Es que tengo prisa y ya me tengo que ir.. — me di la vuelta, pero el me giró y quitó la manta, dejándole a vista a mi hija de tan solo 10 meses.. — ¿De quién es está niña? Espera.. ¡¿es tuya?! — alzó un poco la voz, estaba sorprendido

— S.. si.. — dije, el corazón me latía a mil por hora, esto era lo último que quería, que alguien me descubriera..

Después de eso el me propuso ayudarme con mi hija.. a cambio de que yo le guardara un secreto, qué obviamente era lo de su padre. Nadie más lo sabía, solo yo. Poco después me enteré de qué él había hecho una apuesta con alguien, de esa persona hablaré después.. y que todo ese tiempo estuvo fingiendo ser amigo mío para sacarme información.

¿Cómo es que me enteré? Pues, la verdad es que el mismo me lo confesó.. Pensé que lo hizo porque quería disculparse y porque estaba arrepentido, pero solo lo hizo para que de esa manera.. yo me sintiera una basura y sirvió para que me diera cuenta de la clase de personas que ellos son..

Estábamos León y yo, en mi dormitorio.. asegurándonos de que nadie entrara, ya que yo tenía a mi hija y temía a que alguien me descubra, especialmente Victoria. El me ha estado ayudando mucho estos últimos días, pero ha estado muy raro está semana.. no sé porqué.

— ¿Y no haz hablado con tu mamá? — que raro.. lleva días haciéndome muchas preguntas sobre eso.. En realidad, siempre me hace preguntas.. ¿Será qué es muy curioso?

— No.. ¿por qué me haces tantas preguntas? Esto es un interrogatorio, ¿o qué? — pregunté, tenía que saberlo..

— No.. bueno es que la verdad.. Todo este tiempo no he sido tu amigo.. — dijo, estoy confundida.. ¿a qué se refiere?

— ¿De qué estás hablando? No te entiendo.. — y era cierto, no estaba entendiendo nada..

El se puso de pie.. y me miró con una expresión de molestia. — ¿Qué no te das cuenta? ¿Enserio crees que podría ser amigo tuyo.. de alguien así? — me miró de pies a cabeza — Eres una maldita asquerosa que fue vio... — caminé rápidamente a donde el estaba y le di una cachetada

— Idiota.. ¡¿Qué te pasa?! — me ardían los ojos, me sentía utilizada.. como una mierda. — Con los sentimientos de las personas no se juega.

— Con los tuyos si.. no eres nadie y las personas como tú deben ser tratadas así, como las basuras que son. — se fue dando un portazo..

Me tapé la cara con ambas manos y solté unas cuantas lágrimas.. Eso me había lastimado, pero no puedo dejarme caer.. Tengo que ser fuerte y estar preparada para lo que sea que está por venir.

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