013: la traición de un amigo

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Presente

Claudio

Iba caminando a toda prisa en dirección a donde Silverio estaría. Estaba demasiado furioso con el, no me entra en la cabeza que él, mi mejor amigo.. haya violado a MI novia. ¿Que le pasa? El sabía muy bien que ella era mi novia y aún así hizo lo que hizo.

Lo peor no es la traición.. sino lo que le hizo a Emi.. ¡Es un vil descarado! ¡¿Como cojones se atrevió a hacerle eso a una chica indefensa?! ¡A la novia de su mejor amigo! Esto lo pagará, haré que pague.. y muy caro. No lo dejaré pasar desapercibido. Tiene que haber justicia y yo mismo me encargaré de eso.

Dejé que mis piernas me guiaran a donde sea que me tenían que llevar, lo único que estaba en mi mente en este momento es encontrar al idiota de Silverio y posiblemente matarlo. Bueno, tal vez no matarlo literalmente, pero ganas de hacerlo no me faltan.

Y entonces lo vi, ahí sentado en algún sillón que yacía en el playroom.. Éste idiota no sabe lo que le espera, lo voy a matar, juro que lo voy a matar.

Caminé en dirección a donde él estaba — ¡Ey.. vos, idiota! Vos y yo tenemos que hablar.

— ¿Idiota? ¿Estás bien, güey? — al parecer no sabía la razón de mi molestia

Se me ocurrió una idea.. Voy a jugar un poco, y hacer que el mismo me diga, que el mismo me confiese lo que le hizo a Emi.. Si, eso haré.

— No lo puedo creer, ¿sabes? Enserio como pudiste hacer eso.. — me hice el ofendido, espero y funcione

— ¿D.. de qué hablas, güey? — estaba nervioso, justo lo que quería

— Yo confié en vos, pero vos me diste un puño en la espalda. ¡Traicionaste mi confianza! — sé que estoy jugando con fuego, pero no me importaría quemarme

— ¡¿De qué hablas, güey?! ¿Cuál puta confianza? ¡¿Y cuál maldita traición?! — ya comenzaba a alterarse, pronto llegaré a mi objetivo

Crucé mis brazos e hice una expresión cómo diciendo, "Ya sabes a lo que me refiero." No sé porqué, pero me reí.. me causaba gracia ver qué no es capaz de decirme las cosas de frente y que tengo que enterarme por otras malditas personas. Qué pena, la verdad.

— No te hagas el gil, vos sabes muy bien de lo que hablo. — dije ya un poco más molesto de lo que antes estaba

Caminó en dirección mía y puso cara desafiante.. —¿Hablas de lo qué le hice a tu noviecita muerta? Porqué si es así, déjame decirte que lo disfruté demasiado. — le pegué un puñetazo en la cara, causando que cayera al suelo

Mi puño me ardía, pero sin embargo, eso no me importaba.. Lo único que tengo en mente ahora es a Emilia y en hacerle justicia por ésta crueldad. Vi cómo se quejaba, mientras se tocaba el labio con su mano.. Al parecer se lo había desangrado, más a mi favor.

Lo tomé por la remera y lo alce hacia mi. — ¡Decime ahora mismo porqué coño le hiciste eso a Emilia! ¡¿Por qué?! ¡Decime! — me estaba alterando demasiado, más de lo común.. No sé si podré controlarme, no me hago responsable por mis acciones.

— ¡Porqué era una maldita prostituta! ¡Ella se me insinuaba! Yo como hombre que soy, ¿qué chingados querías que hiciera? — idiota, le pegué otro puñetazo, tras otro, tras otro.. hasta dejarle el rostro ya muy desangrado

— ¡No vuelvas a decir eso de Emilia! ¡Ella no es como vos! ¡Ella era una persona muy linda y buena, no le hacía mal a nadie! — lo empujé bruscamente y le pegué otro puñetazo nuevamente

— ¡No sabes toda la historia! ¡¡Ella no era una santa!! — lo solté de golpe, dejándolo caer al suelo nuevamente

— ¡¿Qué más tengo que saber?! ¡Vos sos cómo los demás, pero yo no lo soy! Créeme que tarde o temprano toda la verdad saldrá a la luz y se hará justicia por todo el dolor que han causado. — estuve apunto de ir y darle otro golpe, pero de pronto vinieron Victoria y Gabriel y detuvieron cualquier acción que pudiese haber hecho después.

— Muchachos, ¿qué está pasando aquí? — me tenía acorralado y yo intentaba safarme de su agarre

— ¡Sóltame! ¡Tengo que darle su merecido a éste idiota! — juro que si no me suelta en éste momento, soy capaz de hacer algo de lo cuál podría arrepentirme después

— Tú no le darás su merecido a nadie, Claudio. — dijo está vez Victoria..

— ¡Éste pelotudo violó a Emilia! ¡¿Acaso no harán nada al respecto?! ¡Él la mató! — todos a nuestro alrededor se quedaron totalmente sorprendidos y Silverio me vio de una muy mala manera.. Al parecer nadie sabía sobre esto, mucho menos yo.

Victoria quedó en shock y caminó en dirección a Silverio.. — ¿Tú hiciste eso, Silverio?

El simplemente se encogió de hombros en respuesta y se fue de ahí, no sin antes acercarse a mi y susurrar algo en mi oído que me dejó totalmente helado.. —Ah.. y ella también estaba embarazada, ese hijo era mío. — y sin más, se fue.

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