Oh, cómo odiaba al destino.
—¿Exactamente por qué se supone que debo colaborar con ese idiota, Ane-san? ¿Hemos olvidado ya que es un maldito traidor?Kouyou suspiró. Parecía tan o menos alegre que él de darle la noticia, algo que sorprendió a Chuuya, puesto que sabía que debía de haber llegado a algún tipo de acuerdo con Dazai para que cuidase de Kyouka ahora que estaba en la agencia. Chuuya sabía que Kouyou siempre cuidaría de esa chica tanto como había cuidado de él, incluso si estaba en el bando enemigo. Era también muy astuta —no por nada había llegado a ejecutiva—, y no se habría ido de ahí sin llegar a un acuerdo conveniente.
A Chuuya le hervía la sangre solo de pensar en que ese desgraciado había tenido los malditos cojones de secuestrar a Kouyou aún sabiendo lo que significaba para Chuuya. Si el pelirrojo no había ido antes por ella había sido porque el jefe le había dicho que sabría arreglárselas ella sola y era prioritario el proteger a Yokohama del ataque. ¿Y ahora tenía que colaborar con él? ¿Perdón?
—Lo sé, Chuuya, pero eres el que mejor sabe lo poderoso que es Soukoku.
—Soukoku nunca será lo que fue, Ane-san —miró su mano. Las uñas se clavaban en la palma—. Eso murió en cuanto Dazai se largó.
—Es por el bien de la ciudad, Chuuya —le puso una mano sobre el hombro—. Morirá mucha gente si Q sigue en poder de ellos, ya lo has visto.
Chuuya lo sabía. Soukoku era la mejor opción para rescatar a Q. ¿Pero quién le iba a rescatar a él cuando viese de nuevo a Dazai? Aún era incapaz de regresar a su apartamento, y se planteaba seriamente el cambiarlo. ¿Qué pasaría cuando viese a ese idiota de nuevo, hablándole como si nada hubiese cambiado? ¿Quién se lo sacaría de la cabeza? ¿Cómo iba a ser capaz de olvidarlo si iban a luchar juntos como en los viejos tiempos?
—Estarás bien, Chuuya —los delicados brazos de la mujer le rodearon, y el muchacho se aferró a la tela de su kimono—. No dejes que el pasado te torture por siempre. Eres más fuerte que eso.
Chuuya de verdad deseaba que, al igual que antes había tenido razón respecto a Dazai, esta vez también la tuviese.
—Estaré bien —afirmó, y se separó de ella—. Si ese estúpido malgasto de vendas piensa que va a salir vivo de esta, es que todavía no me conoce.
Kouyou le sonrió, como si estuviese orgullosa de él, y Chuuya la miró con toda la seguridad que pudo demostrar.
El destino le odiaba, pero Chuuya le daría una maldita patada tanto a él como al imbécil de Dazai Osamu por creerse que podían tomar decisiones respecto a su persona.
▪️🔻▪️
Decir que había sido una noche tranquila sería mentir descaradamente.
Ese maldito bastardo, siempre haciéndole luchar a él mientras no movía un jodido dedo. Siempre burlándose de él.
—¿Sabes lo que es un Pétrus? Es un vino que cuesta un ojo de la cara y que ni en un millón de años podrías pagar —le dijo—. Abrí uno el día en que te fuiste, solo para celebrarlo.
Bueno, no era mentira. Lo que omitió fue que no estaba precisamente alegre.
—¿Oh? Yo puse una bomba en tu coche, si no recuerdo mal.
Ah, que había sido él. Maldito desgraciado. ¿Cómo no lo había relacionado antes?
—¿¡Fuiste tú?! ¡Te voy a matar, maldito bastardo!
Dazai rio. Y Chuuya no quería admitirlo, pero casi se le escapó una sonrisa. Parecía que nada había cambiado, pero a la vez nada era igual a como era. Nunca se habría reído de las bromas de Dazai, menos cuando se había cargado un coche que se había comprado hace nada, pero fue hace tanto tiempo que casi ni lo recordaba. Quizá si se lo hubiese dicho dos meses después de eso, se habría enfadado tanto que le habría estampado contra la pared de una patada y no le habría vuelto a hablar en lo que quedaba de noche, pero ya no.
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𝗡𝗈𝗍 𝗠𝗈𝗋𝖾 𝗡𝗂𝗀𝗁𝗍𝗆𝖺𝗋𝖾𝗌
Fanfiction[𝙻𝚘𝚗𝚐-𝚏𝚒𝚌] [𝙲𝚊𝚗𝚘𝚗𝚟𝚎𝚛𝚜𝚎] [𝙼𝚊𝚗𝚐𝚊 𝚂𝚙𝚘𝚒𝚕𝚎𝚛𝚜] ✨ » Escrito antes de la salida de "Stormbringer", por tanto puede haber contradicciones. ✨ Las pesadillas eran bastante recurrentes entre los sueños de Chuuya, pero cuando sus p...