Sentir

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- Tsunade sama, Naruto me ha invitado....

- La intenterrumpe- Ve, Sakura. Te lo tienes más que merecido

- Gracias Lady Tsunade - tomó sus cosas y se retiró-

Salieron despacio del hospital, Sakura, con el pelo aún recogido, observaba alegre los puestos nuevos que habían abierto en la aldea. Iba progresando demasiado rápido. Pero entre tantas cosas para mirar, aturdia su mente con el recuerdo de Sasuke y su sonrisa se borraba.

- vamos por ramen Sakura-chan, eso te alegrará
- tienes razón Naruto- sonrio-

Rieron a carcajadas recordando anécdotas de la infancia y bebieron sake para festejar otro día más de paz.
Los ojos de Naruto brillaban, nunca había visto a Sakura sonreír verdaderamente. Sabía que era feliz pero también sabía lo vacía que se sentía sin Sasuke. Él, en cambio, vivía la flor del amor junto a Hinata. Pero Sakura, quien no tenía con quien celebrar del amor, lo hacía sentir culpable en algún punto.

- vamos, te llevaré a casa Sakura-chan. Ya no puedes caminar de lo ebria

Tomo las pertenecias de su amiga y la cargo en su espalda.

- quién diría, Sakura Haruno sobre la espalda del héroe de la guerra- balbuceaba ebria- te necesitaba, Naruto, me he sentido sola.

Naruto la cargaba en silencio por la oscuridad de la aldea, dejaba caer su ceño en tono de tristeza.

-lo siento, no he sido buen amigo contigo en este tiempo. Las relaciones amorosas ocupan mucho... - lo interrumpe

-espacio... Lo sé. Bueno, no lo sé, por que no tengo novio. Pero te veo a ti y a Sai y sé lo demandante que es... - dejo caer su cabeza sobre el hombro de su amigo y durmió.

Al despertar, estaba en su cama. Sin zapatos y recostada. Refrego sus ojos un poco aturdidos con la luz de la luna que entraba por su ventana y en un destello...

-sasuke kun? - Refrego sus ojos y la sombra que la observaba desde el otro lado, desapareció- que fue eso?

Se levantó y abrió la ventana. Observó a todos lados y no había nada.

- no es posible...- bajo su mirada y de vuelta volvió a la cama. Esta vez había cerrado las cortinas.

Volvió a sentarse en la misma roca. Con el frío punzante en su rostro y soltó un suspiro. Observó el fuego y pensó en ella otra vez, como todos los días...

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