Flor De Cerezo

4.4K 260 4
                                    

Aoda se enrollo muy cerca de Sakura, vigilando todo a su alrededor. No habían sonidos extraños, sólo algún que otro animal o insecto nocturno. Aún así, cumplió con su trabajo de resguardar a la joven mientras dormia.
Sasuke buscaba en el bosque materiales para hacer una peineta. Junto metal y algunos minerales y formó una bellísima peineta color dorada con flores de cerezo como decoración. Cada vez utilizaba con mayor precisión su chakra y podía crear más cosas.
Satisfecho con el resultado, Sasuke volvió hasta donde estaba Aoda y Sakura. Le dio las gracias a la serpiente y este se retiró. Guardo en su bolso la peineta e hizo vigilia.
Al día siguiente Sakura abrió los ojos y tenía a su lado a Sasuke. Lo acarició y se levantó. Preparo té de hierbas y él despertó a los minutos.

- Buenos días, Sasuke kun - sonrió y le sirvió del té- es un té energizante, has echo demasiado este tiempo y esto te hará tener fuerzas.

Le dio las gracias y lo bebió.
Se mostró nervioso durante todo el camino. La nieve había empezado a caer de a poco.

- Tendremos que detenernos en alguna habitación si la nieve comienza a caer más fuerte.

Sakura asintió y tal como él dijo, la nieve tomó velocidad y cubrió miles de árboles rápidamente.
Alquilaron una pequeña habitación y pasaron ahí la noche. Sasuke salió al centro del pueblo a vender algunos materiales que había construido y volvió con mucho dinero.
Sakura preparaba sus reservas de medicamentos por sí le harían falta en algún momento.

- Sasuke, estas bien?
- por qué lo dices?
- te noto extraño, si sucede algo, solo dímelo por favor. Puedes confiar en mí.

La chica guardo sus materiales y limpio el sector utilizado.
Sasuke, con el corazón latiendo a mil por hora, coloco los futones en el suelo y allí se sentaron a conversar. Acercó su bolso tímidamente y de allí sacó la peineta.

- ten, es para ti.

Sakura lo tomó con mucho cuidado, era muy bonito. Se dio vuelta y le pidió que se lo pusiera. Sasuke recogió algunos mechones de pelo y lo coloco con mucho cuidado. Al voltear nuevamente, sakura le agradeció y lo abrazó. Él se inundó de su perfume nuevamente y la apretó a él con más fuerza.

Florecer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora