I Fell In Love With My Best Friend | SeongSang

TRES

Después de bajar del avión y caminar un poco encontramos un departamento, en el cual nos quedaríamos. Ese apartamento traía 3 cuartos, por la que decidimos estar divididos, los 2 padres de ambos y lo mismo con nuestras madres, Yeosang y yo estaríamos juntos. Fui a dejar a Yeosang en la cama y ví que era una sola cama, pero era matrimonial. Me senté a una esquina de la cama cuidando a Yeosang, en cualquier momento se levantaría y cuando eso ocurre su humor no es del todo bueno que digamos.

Después de un par de minutos Yeosang se levantó y lo primero que hizo fue preguntar en donde estaba, lo cual le conteste que ya estábamos en el departamento. El hizo un puchero y el mal humor apareció cuando se quejo del hambre que tenia. Fue por algo para que el comiera y lo empecé alimentar como si fuera un bebé, aunque en realidad parecía uno. Le hacía mimos mientras le daba de comer para que su mal humor no volviera aparecer. Después de un rato acabo de comer.

Nos acostamos ambos en la cama y empezamos a jugar haciéndonos cosquillas, terminamos con nuestros rostros demasiado cerca y lo único que nos separa era nuestra nariz, Yeosang estaba sonriendo en verdad su sonrisa es demasiado linda, cuando derrepente sin pensar yo estaba tocando los labios ajenos, aunque no era la primera vez que eso pasaba, el hecho al reto de hace un tiempo.

Lo único que Yeosang hizo fue hacer una risa nerviosa, no se sintió incomodo, me separe de el para sentarme en la esquina de la cama. Le pedí una disculpa por lo que había hecho, pero él nego que yo hubiera hecho algo malo. Nuestros padres nos llamaron para que fuéramos al mar, y fuimos inmediatamente, al salir del departamento ambos salimos corriendo dirigiéndonos al mar. Al llegar cargue a Yeosang y lo lleve al agua ya que no quería meterse. Estuvimos jugando aventarnos el agua y nadando. Era el tiempo de ir a comer por lo cual salimos del mar y nos fuimos a una cabaña que había ahí cerca. Nos sentamos juntos y empezamos a comer, Yeosang y yo compartíamos la misma malteada con el mismo popote pero era algo muy común entre nosotros dos. Terminamos de comer y empezamos a correr por toda la arena dejando señas de las sandalias que teníamos por todo el camino. Llego un punto donde ambos estábamos cansados y decidimos sentarnos en una orilla de arena.