Capítulo 5

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El día lunes fue como un extraño golpe, una bomba que había estado en un lugar por mucho tiempo, sin ser tocada, para que después le pateasen con toda intención de hacerla estallar.

Karma fue una bomba a la que nadie había tocado, ni por falta de interés, ni por indiferencia, ni por miedo, sino por qué no se hallaban con las palabras con las que hacerlo, y ella tampoco parecía del tipo de persona a la que se le pueden decir estupideces, simplemente era... inalcanzable.

No veían en ella ninguna entrada a una conversación normal en su ceño aburrido e indiferente, mucho menos creían que le gustaba relacionarse, en general, con la gente.

Además era inteligente, ¿y ellos de qué habrían de hablar con quién era el primer lugar en calificaciones?, ¿sumas?, ¿restas?, ¿la importancia del trinomio cuadrado perfecto en los exámenes de admisión?

Y sin embargo, habían pasado semanas en las que ya se habían acostumbrado a verla saludar y hablar con Nagisa.

Pero con nadie más.

Además de eso, había adoptado una pésima actitud con los superiores. A nadie le sorprendería que para su segundo año acabase en la clase D.

Pero sí que les sorprendía como Nagisa sonreía con complicidad al verla irse a por un jugo sin permiso, así como les sorprendía que ambas caminasen juntas para el metro o simplemente se fueran a por unos helados, el mismo día.

Y aunque todo aquello había sido extraño, nada lo fue más que la pelirroja sacase todos sus exámenes con un 100 en letras rojas, puesta como el primer lugar de los estudiantes de primer año, superando incluso a Asano Gakushuu, hija de la directora de la escuela.

Karma, ante ese hecho, no parecía ni impresionada, ni un poco impresionada, permanecía indiferente ante ser el símbolo que la escuela menos esperaba, una inteligencia innata, pero sin una actitud correcta.

Asano no estaba contenta.

Pero a Karma ni siquiera le preocupaba, Nagisa le hablaba como antes. Hablaban de novelas gráficas, del romanticismo entre una y otra serie o película, le enseñaba de video juegos y ella de puntos interesantes acerca de una u otra cosa.

Nagisa le dijo, incluso, que fue algo extraño el cómo ingresó a Kunugigaoka, porque su madre quería llevarla a las mejores escuelas, pero su primera opción había sido una escuela de señoritas, y ella le había rogado por Kunugigaoka, aunque no sabía la razón exacta del por qué lo hizo.

"– ¿Te imaginas sí lo hubiese hecho por ti? – decía, mirando el cielo en la azotea, una zona restringida para los estudiantes, pero a la que iban de todas formas para almorzar.

- ¿A qué te refieres? – le había dicho Karma, con el jugo de frutillas en sus manos y su rostro sonrojado (a veces odiaba eso de ella, que fuese tan transparente cuando él apenas se sonrojaba).

- Imagina que nuestro encuentro fue predestinado, como una de esas películas o dramas de la tele, ¿no sería maravilloso? – bromeaba con la mirada perdida.

- ¿No es algo que deberías decirle a tu amante? – le preguntaba Karma, tanteando el terreno, ¿tendría novio? La pregunta del mes.

- No necesito un novio si tu estas a mi lado, Karma. Eres mucho mejor que un novio – y le vio, los ojos azules se cruzaron con los dorados en un reflejo.

Y Karma pensó, anheló, que la mirada de Nagisa fuese la misma que la del suyo. Se veía de esa forma, como si Nagisa, su Nagisa le hablase directamente a él."

¿A Quién Le Importa El Corazón? [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora