Capítulo 17

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Segundo año no empezó tan mal, tras las reinscripciones estuvo la mayor parte del tiempo con Karma, evitando ir a su casa.

Y la conversación con su madre quedo zanjado tras la intervención de su padre, ella quería que no volviera con Karma, y él accedió a eso, pero nada más. Así que él le dio total permiso de volver a las siete de la noche, salir con Karma o incluso quedarse a dormir con ella.

(Su madre lo había dicho en el sentido "no quiero que vayas con ella" y él lo interpretó como "no quiero que venga a la casa").

Su padre estaba completamente reacio a que cortase la comunicación con ella.

Cuando Nagisa le preguntó por qué él había sonreído con tristeza: "te ves más feliz desde que estas con ella" había dicho, tomando un poco de café mientras ella comía su pan tostado "cómo decirlo, es como si estuvieras viva, como si antes no hubieras tenido ningún sueño y justo ahora hayas descubierto miles, siento que todo eso es gracias a Karma"

Nagisa pensaba lo mismo.

Aunque jamás lo había puesto en palabras, ella pensaba lo mismo, como si toda su vida se hubiese pasado en quedarse en un lago, cubierta por el agua e iluminada por la luna, pero ella estaba allí, quieta, flotando entre un vacío.

Y que llegase Karma, que estuviese en Kunugigaoka, que estuviesen en el mismo salón juntas, que comenzasen a hablar, fue como si ella comenzara a nadar, a tener ganas de vivir y querer salir de ese lago que hasta el momento no sabía que la asfixiaba.

"¿Te imaginas sí lo hubiese hecho por ti?", aquellas palabras, lo que le dijo a Karma, en realidad lo pensaba, no eran comentarios al azar "Imagina que nuestro encuentro fue predestinado, como una de esas películas o dramas de la tele, ¿no sería maravilloso?".

Cuando miraba a Karma le parecía estar viendo a una persona distinta, pero familiar. Y sentía, quería, que realmente fuesen almas gemelas (¿cómo se sabe eso?, ¿cuándo tienes la seguridad de estar destinado con esa persona?, ¿qué tal sí lo está haciendo pasar por "amor" cuando es un enamoramiento juvenil y estúpido?).

A veces tenía miedo, pero, por alguna razón, cuando estaba con Karma todas las dudas se disipaban (algunas veces no quería alejarse de ella por eso, porque cuando se separaban las dudas la acechaban y volvían a carcomer su mente).

Karma siempre la hacía sentir bien.

- ¡Oye, estúpida! – caminaban juntas cuando aquel grito hizo saltar a Nagisa y hacer que Karma pusiese su mano en la cintura (no sobre ésta, sino en ella, afianzando su agarre, tocándola) – mis chicos me han dicho que comenzaste una pelea con ellos –

El chico era mayor que ellas, Nagisa no le distinguía, tampoco a su uniforme, pero sabía que era mayor, quizás y fuese en preparatoria, había dos chicos tras de él, tenían moretones y unas vendas en sus manos.

Karma sólo les miró con indiferencia, pero Nagisa se puso tras ella, un poco asustada, buscando protección, y aquello el hizo enfurecer.

- ¿Ah? – exclamó con burla – ¿qué intentas decir? Tus chicos se buscaron los problemas –

- ¿Quieres morir perra? –

Nagisa se hizo más pequeña. Y Karma lanzó su bolso.

Nagisa lo atrapó, y cuando apenas se dio cuenta de lo que estaba pasando, Karma ya les estaba golpeando.

Su fuerza física era inferior a la que tenía con su cuerpo masculino, pero era más ágil y pequeña, aquello lo recompensaba en creces. Seguía teniendo un... 75% de su fuerza. Así que en realidad sólo había desaparecido un cuarto de masa muscular y lo que esta podía llegar a presentar en un combate cuerpo a cuerpo.

Pero estaba bien.

Podía pensar con mayor claridad al pelear.

Y no fue difícil machacar a los otros dos chicos, ya estaban heridos y sólo podían atacarla levemente.

Fue con Nagisa tras dejar al mayor inconsciente y a los otros dos chicos con más heridas.

- ¿Estás bien? – preguntó ella, abrazando el bolso de Karma con fuerza contra su pecho.

- Lo estoy – respondió, poniendo su frente contra su hombro, queriendo relajarse por un momento – perdona si te asustaron (si te asusté) –

- Estaba más asustada por lo que podrían haberte hecho, dime, ¿qué has hecho para tenerlos tan enfadados? – Nagisa mantuvo sus manos en la mochila, apretándola.

Karma sólo levanto su mirada hacía ella, observando sus preciosos ojos azules.

- He golpeado a los de atrás, ¿no los has visto? – bufó, Nagisa puso los ojos en blanco.

- Eso lo sé – arguyó – pero no sé porque estaban tan golpeados –

Apenas Karma se apartó de ella Nagisa le devolvió su mochila y sacó un pañuelo de la propia.

- ¿Qué estás haciendo? – preguntó Karma, frunciendo el ceño, la escena le resultaba horriblemente familiar.

- Lo estoy ayudando – respondió Nagisa, también con el ceño fruncido.

- ¿Por qué? –

- ¿Y por qué no? – Nagisa pasaba el pañuelo por debajo de la nariz del mayor, mientras los otros se seguían quejando de los golpes, Nagisa limpiaba la sangre del que estaba desmayado – están realmente heridos... No, pero, espera, estoy pensando que eres realmente fuerte Karma – soltó – En realidad, sí estuviera en esa posición ni siquiera sería capaz de pelear, aún sí mi vida estuviese en riesgo –

Karma abrazó su cintura desde atrás. Su rostro otra vez en el hombro de Nagisa.

- No digas eso – movió su cabeza negativamente, frotándose con el chaleco azul de Nagisa.

- ¿Eh?, ¿a qué te refieres? –

- Estaré a tu lado Nagisa, si estás en peligro yo te protegeré – Nagisa se quedó quieta (Karma sintió como si se tensara) – pero no digas que no pelearías, no quiero dejarte, pero ¿qué pasaría si algún día no llego a tiempo?, no quiero que te pase nada Nagisa, así que, por favor, pelea

Karma sentía un ligero temblor, pero ella no lloraba.

Nagisa se partía de risa.

- Karma, no tengo intención de morir, ya que estoy contigo, no quiero perder ni un momento para estar a tu lado – su mano se posó en la cabeza de Karma, acariciándola con cariño – y como pasaré ese tiempo contigo, y me protegerás mientras este a tu lado, no tengo por qué luchar –

Karma asintió, aún sin estar calmada del todo.

- Pero ya, en serio, ¿por qué los habías golpeado? –

Retomaron su camino, los chicos aun quejándose tras ellas.

- Molestaban a un gato negro –

Nagisa asintió, y Karma no dijo nada más.

¿A Quién Le Importa El Corazón? [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora