Capítulo 2

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Sabía, de alguna forma, que se veía realmente sospechoso en ese momento.

Estaba detrás de los estantes de revistas, con la visión perfecta por sí llegaba Nagisa y tomaba la de Sonic Ninja, los lentes no eran oscuros, pero si obstruían una visión completa de su rostro, el gorro negro también cubría una parte mínima de su frente, y veía intensamente el lugar donde se suponía que Nagisa debía haber estado desde ya dieciocho minutos antes.

No le sorprendería que en cualquier momento alguno de los empleados le dijera que se vaya porque hace sentir incómodos a los demás clientes.

De todas formas, se estaba desanimando.

Nagisa, en ese extraño... mundo, era una chica también, una muy popular, ¿qué si tenía novio?, ¿qué sí no leía nada de Sonic Ninja?, ¿qué sí estaba ocupada en ese momento?

Las probabilidades de que fuese a ir por una revista de un manga que ni siquiera seguía eran tan escasas que ni siquiera estaba seguro de por qué seguía allí.

No lo quiso volver a pensar, que después de todo Nagisa no era el Nagisa que conocía, y que, en realidad, tal vez fuese mejor así, sin que se conocieran el uno al otro y, por ende, no sufrieran por el otro en el futuro.

Se desanimó con tan sólo creer que aquella era la razón por la cual estaba en ese mundo, para no volver a acercarse a Nagisa.

Salió sin mirar a los trabajadores.

Salió sin querer ver el estante donde, en su memoria adulta, recordaba haber conocido e interactuado por primera vez con Nagisa.

Quizás, y si no lo hacía en ese momento, después no se convertiría en una parte imprescindible para su vida.

Pensó que tal vez eso estaba predestinado, no encontrarse ese día, ni de esa forma, ni nunca... Al menos fue un fugaz pensamiento que desvaneció junto la imagen al otro lado del cristal.

Bien, que no era Nagisa sosteniendo a Sonic Ninja, pero era Nagisa sosteniendo una de las novelas que él (ella, él, ¿ella?) ya había leído. Depa para dos estaba entre sus finos y pequeños dedos mientras que sus ojos centelleaban por la curiosidad, junto a un pequeñísimo rubor sobre sus mejillas, probablemente debido al calor.

Y entró.

Entró en la librería con pasos apresurados, casi corriendo, y llegó a su lado.

Tocó su hombro y, mientras notó como Nagisa se giraba para verle, sólo pudo decir lo primero que vino a su mente.

- ¿Dónde has estado?

- ¿Eh? – exclamó Nagisa, desorientada y aún más roja – ¿Akabane-san? –

- ¿Me conoces? – ¡¡La conocía!! Su crush la conocía, bueno iban a la misma clase, pero y qué, ella básicamente era un fantasma.

- Si... estamos en la misma clase – susurró, aún más confundida que antes, ¿Akabane le estaba hablando?, ¿a ella?, la chica más callada e inteligente de la clase, ¿le estaba hablando en serio? – tu... ¿quieres verlo? – señaló el libro.

- Ah, no – se sonrojó furiosamente, tanto o más que parecía parte de su cabello – sólo te quería decir que es un buen libro, por si no sabes cuál comprar, parece la novela típica de los chicos enamorados por accidente, y contiene algunos clichés (hechos, de hecho, a propósito), pero es un buen libro, se mete con temas que no abarcan los demás como las relaciones tóxicas, superar un trauma, y esta con diferentes perspectivas por lo que también es muy divertido –

¿A Quién Le Importa El Corazón? [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora