Adiós

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Avanzamos y cada quién se fue por su lado.

Carín: Aalis, tengo mucho miedo - lo acerqué a mí para que se calmara un poco.

Aalis: Todo estará bien - continué y no encontramos ninguna señal de vida en el patio.

Después de varios minutos de búsqueda escucho como abren la ventana de la habitación de la planta alta, y es Beatriz.

Beatriz: Encontramos a Camila, estaba escondida dentro de un sótano con puerta secreta. Comiencen a rociar la gasolina - cerró la ventana feliz y Carín apenas escuchó eso, comenzó a rociar todo el químico.

Carín: Vamos, Aalis, sabes que ellos son muy rápidos, nos dejarán - ya casi terminaba.

Aalis: Ya voy, espera - rocié tan pronto como pude y en eso escucho cómo comienzan a arrancar la camioneta.

Carín: ¡Vámonos! - tiró el bote y salió corriendo.

Encendí con mucha ansiedad el cerillo porque no quería que me abandonaran. Prendí fuego toda esa gasolina y ardió con todo su poder. Corrí lo más rápido que pude, sentía que el corazón se me salía. El fuego estaba detrás de mí y me iban a abandonar.

Ví a Camila gritarme que corriera, a Gabriel peleando con Derbin para que no marchara la camioneta, Carín estaba echo bola y Beatriz trataba de abrir la puerta de la camioneta.

Sentí la puerta de la cajuela de la camioneta, sólo tenía que subir el escalón, pero en ese momento me sentí tan débil que no pude dar un buen salto, mis manos se aferraron a la puerta pero con el movimiento tan rápido de la camioneta me solté y caí al suelo. Me levanté de inmediato y traté de correr para alcanzarlos, en eso escucho el motor de un auto a unos pasos de mí; sentí cómo me desvanecía al imaginarme quién era; me giré rápidamente y era él, el padre de Camila, que todo este tiempo logró esconderse dentro del auto, esperando pacientemente a que ocurriera un error.

Grité para que alguna persona pudiera ayudarme mientras corría con todas mis fuerzas. Sentía como el auto estaba a punto de tocarme, estaba llorando y tratando de analizar qué debía hacer en cada momento, pues no conocía esas calles y no sabía a dónde ir exactamente. Mi corazón estaba muy agitado, tenía un inmenso miedo de que me alcanzara.

Ben Hardy - Destiny Donde viven las historias. Descúbrelo ahora