Tom

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Papá de C.: ¡¿Y tú quién carajos eres?! - me dejó caer y yo sólo me quedé en el suelo tratando de tomar fuerzas, necesitaba permitir que mi cerebro recibiera oxígeno.

De pronto veo que alguien se dirige al hombre apuntándole directo a la cara con un arma. La luz de un auto no me permitía saber quién era o cómo era. Hasta que llegó con el padre de Camila.

Era un hombre muy apuesto, rubio, con ojos muy intimidantes y nobles a la vez, musculoso y alto, tan pronto lo observé me di cuenta de que era un policía y ese policía era Tom.

Tom: Todo estará bien, Aalis - me miró a los ojos y me alegré demasiado, mis fuerzas estaban volviendo.

Papá de C.: Pues no lo creo - de pronto sacó un arma y le apuntó a la cabeza a Tom.

Tom retrocedió un poco al sorprenderse, pues tal vez creyó que al no haberla utilizado conmigo todo este tiempo, ni siquiera podría tenerla.

Tom: Aalis, aléjate - asentí y corrí aún con la mitad del cuerpo en el suelo.

No quería ocasionarle más problemas, así que no quería que ese hombre me atrapara y Tom tuviera que tomar más decisiones.

Papá de C.: Estás en problemas, niñita - volteó a verme sin dejar de apuntar hacia Tom y me sonrió macabramente.

Tom aprovechó el momento y le golpeó la mano que sostenía el arma. El hombre creyó que Tom no iba a ser tan rápido y se confió.
Sólo ví que Tom alejó el arma que le pertenecía al papá de Camila, pero justo después de haberlo hecho, el padre de Camila lo derribó con una patada. La pistola de Tom voló un poco lejos de ellos dos.
Tom no lo pensó y atacó a manos libres al sujeto. Eran demasiado fuertes sus golpes, podía escuchar cómo se golpeaba el cráneo del hombre en el suelo al recibir el impacto de Tom.

Decidí hacer algo y fui directo a recoger el arma de Tom, quería protegerlo ante cualquier situación.

Al parecer el hombre tenía tanta adrenalina que ningún golpe dado por Tom resultó en un trauma o dolor, porque tumbó a Tom hacia atrás y lo comenzó a ahorcar.

Traté de dispararle al hombre pero fallé y casi le doy a Tom. Por el disparo el policía quedó bastante aturdido, al igual que el padre de Camila, aún así el maldito se las arregló para llegar hasta su arma.

Ese fue el momento más horrible de mi vida. El hombre no perdió ni un segundo y le disparó en un costado a Tom, logrando dañar todos los órganos que estaban en su trayecto. Mi única respuesta al escuchar el disparo, fue tirar del arma en dirección al hombre, y por suerte acerté justo en la cabeza, pero mi azaña no sirvió de nada, pues sabía que Tom estaba gravemente herido.
Corrí de inmediato después de verificar que el hombre no se movió. Llegué hasta Tom, y con muchas lágrimas en mis ojos al sentirme culpable, traté de revisar o arreglar el daño, algo que está en nuestra naturaleza aún sabiendo que no hay nada más que se pueda hacer.

Tom: Aalis... Tranquila...- detuvo mis movimientos e hizo que lo mirara a los ojos - tienes que ser fuerte, tienes que cuidar de tus hermanos no sanguíneos - río con mucho dolor y con un temblor imparable - llama a los demás y a la policía - me señaló el celular - no quiero que llames a una ambulancia, me siento muy mal y sé que no me queda ni un minuto de vida - me negué - por favor, quiero que me escuches - tomó mis manos - tú encontrarás a alguien que te ame, que te cuide y proteja ante todo...Sólo tendrás que esperar...- me soltó y se quitó un collar del cuello - y quiero que a esa persona le entregues este collar tan importante para mí.

Aalis: Yo quiero que seas tú, tú sí me proteges - dije llorando demasiado, pues era una niña que no entendía mucho.

Tom: Yo no puedo, pequeña... Mira cómo estoy - lloró y acarició mi cabello - sé que serás fuerte, y muy buena, así que cuida del chico al que amarás por siempre - dijo y se quejó fuertemente - te quiero, Aalis - dicho eso, sonrió y se recostó, para dar sus últimos alientos de vida.

Aalis: Tom, no...- lo moví para que despertara - ¡Tom! ¡Tom! - lloré más y sólo me recosté en su pecho, para escuchar sus últimos latidos; eran débiles pero a la vez fuertes, porque demostraban su personalidad, su fortaleza y nobleza, y que intentaba sobrevivir.

No quise llamar a nadie. Quería pasar más tiempo a solas con Tom, tratar de recordar su aroma, su esencia, sus características, pues no quería dejarlo ir de mi vida y el amor de mi vida tendría que ser él y sólo él; era perfecto y ya no estaba aquí.
Sé que él no me amaba, y yo aún no sé lo que es el amor, pero sí le tenía un gran cariño con tan sólo haberlo tenido un tiempo conmigo. Quiero que el hombre del que me enamore en un futuro, sea como él, sus sentimientos y buenos deseos para todos.

Ben Hardy - Destiny Donde viven las historias. Descúbrelo ahora