Es mi turno

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De un momento a otro emití un gruñido ya que sus bragas no me permitían disfrutar de la mejor exploración en mi vida.
Ni siquiera le pregunté a Aalis si le parecía bien, porque necesitaba sentir todo, absolutamente todo su cuerpo.
Me senté y jalé con cuidado sus bragas para que éstas salieran de sus piernas. No le di tiempo a Aalis para que abogara o dijera tan sólo una palabra, porque me avalansé a ella y continué con el beso lleno de lujuria; bajé mi mano por su abdomen hasta llegar a su vagina, que estaba muy húmeda.
Aalis gimió levemente ya que hice movimientos en círculos en su clítoris. Me tomó del cuello y pude escuchar sus gemidos en mi oreja, eso mejoró pues unos segundos después comenzó a succionar el lóbulo de mi oreja... Podía sentir la humedad de su lengua, que era caliente, y excitante la forma en la que lo hacía; imaginé que eso podía hacerlo con mi pene y sentí más placer.

Comencé a gemir un poco, necesitaba excitar más a Aalis para que se dejara llevar.

Ahora ya no estaba tocando su clítoris; quería introducir un par de dedos en su interior, lo hice y Aalis se arqueó un poco; comencé a moverlos y a sacarlos desde un ritmo lento hasta un ritmo rápido, parecía que estaba funcionando ya que ella comenzó a mover sus piernas, las doblaba poco a poco para tener más soporte con sus pies y después las bajaba lentamente; al parecer eso era una interpretación de que se rendía ante tal excitación y ya no podía luchar contra ella.

Aalis: Ben - me soltó y con una mano dio pequeños golpes en mi pecho.

Ben: ¿Sí, cariño? - sentía mis ojos pesados, al parecer me tenía tan embobado y toda mi energía se concentraba en mi corazón, en mis dedos y en toda la parte baja de mi cuerpo.

Aalis: Detente - dijo con los ojos cerrados.

Ben: No, disfruto demasiado verte así - Aalis alzó la cabeza y apoyó su peso tomándome del cuello y colgándose de él.

Aalis: Por favor - dijo eso y decidí regresar a su clítoris, por lo que emitió un gemido un poco más fuerte que los anteriores.

La besé e hice caso omiso a su petición. Al parecer Aalis era muy débil durante la masturbación ya que varias veces trató de detenerme.

Aalis: Espera - gimió y decidí detenerme.

Ben: ¿Sí? - sonreí y ella sonrió de lado.

Aalis: Trataba de decirte que era mi turno - me sorprendí demasiado, se notaba muy decidida - recuestate - me tomó de los brazos y me lanzó para que obedeciera - ponte cómodo - sonrió y se hincó lentamente.

Abrí ampliamente mis ojos. Aalis se bajó de la cama y tomó algo de un cajón, se acercó y ví que era un lubricante. Sonreí al saber que Aalis estaba preparada para esta situación. Colocó un poco en sus manos y comenzó la obra... Tocó la cabeza de mi pene y comenzó a masajearla, para después bajar hasta el tronco y hacer movimientos muy satisfactorios, que eran rápidos y lentos, nuevamente rápidos y luego lentos. Sentía un gran placer ya que Aalis lo hacía tan bien; sólo hacía que me estremeciera y que cerrara los ojos al tener que retrasar mi eyaculación. Aalis estaba disfrutando demasiado el momento haciéndome gemir sin ningún control como yo lo había provocado en ella.

~ ben hardy | daddykink así encuentran el vídeo en Youtube y la canción en los comentarios del mismo vídeo.

Ben Hardy - Destiny Donde viven las historias. Descúbrelo ahora