Es él

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Ya casi era hora, faltaba un minuto para el inicio de la clase. De pronto veo que entra un chico rubio, con musculatura perfecta, tes blanca, un rostro exquisito, unos labios hermosos y con unos ojos verdes que demostraban nobleza e intimidación a la vez...Y era Tom.

Me quedé con la boca abierta al no poder creer lo que mis ojos veían. Sabía que no era una ilusión, pues desde aquella vez en el jurado no volví a ver a Tom. Las lágrimas querían derramarse en mis mejillas pero me tranquilicé y me tallé los ojos para saber si estaba imaginándolo; y claramente no era una imaginación, era Tom, ese chico era igual a Tom.

Giré mi cabeza hacia abajo para que el chico no se asustara con mi reacción, no quería darle una mala impresión. Cerré mis ojos y deseé correr y gritar de la felicidad al volver a ver a Tom. No sé qué rayos ocurrió en el cielo para que Tom volviera, pero estaba extremadamente feliz.

La clase estuvo excelente, no dejé de prestar atención a la maestra aún teniendo a una fila enfrente de mí al amor de mi vida.
Terminó la hora y salimos hacia nuestra siguiente clase o para algunos, su taller u hora libre.

Yo no perdí de vista al chico ni por un segundo. Quería conversar con él y poder conocerlo, pero preferí sólo observarlo.

XY: ¡Ben! ¡Vamos! - un chico dijo ese nombre y el falso Tom respondió con un saludo de mano.

Aalis: Te llamas Ben...- sonreí y continué con la observación.

Fueron directo al campo, necesitaban practicar deporte. Me subí a unas gradas y lo admiré mientras practicaba fútbol.

Era realmente atlético, hasta el sudor que emanaba lo hacía ver sexy. Bebía de su botella de agua y su manzana de Adán sobresalía y eso me atraía demasiado, sé que es extraño pero me parece una parte del cuerpo del hombre sumamente sexy.

La hora libre que tenía se pasó rápidamente. Corrí a mi clase y deseé inmensamente que Ben estuviera en ella también, pero no sucedió. Tenía que tomar la clase sin él; aún así me la pasé muy bien, mis maestros hasta ahora son de mucho respeto, excelentes y comprensivos.

Hubo una clase en la cual el horario de Ben y el mío concordaban. Después hubo otra con él y otra. En sí de 5 clases que tuve ese día, 4 compartía con Ben.

Terminó mi día de clases, así que decidí ver qué hacía Ben, en dónde estaba o si era de los alumnos que vivían en alguna fraternidad. Lo seguí y se preparó para irse, tomó unas llaves y se dirigió a una camioneta que era increíble enorme.

Sabía que no podría alcanzarlo así que me rendí por hoy, así que seguí mi camino a casa.

Unas calles antes de llegar al edificio donde resido, me detuve por el semáforo y a lado mío estaba Ben; me puse muy nerviosa, quería lucir linda por si volteaba a ver; arreglé mi cabello y mi postura, pero antes de eso el semáforo había cambiado para permitir el paso. Me desanimé un poco y fui a casa.

Traté de encontrar a Ben por las redes sociales pero al parecer no había ningún Ben con sus características. Me dispuse a hacer mi tarea y a dejar de pensar en Ben, pero no podía porque me recordaba tanto a Tom, ese hombre tan apuesto, portector y valiente.

AL DÍA SIGUIENTE

Me levanté con muchísimos ánimos, este sería el día en el cual hablaría con Ben, estaba muy contenta y tenía muchas ganas de ir a aprender de mis maestros.

Llegando al instituto, fui al aula correspondiente y tomé mi respectivo asiento. De nuevo tenía una clase compartida con Ben. Al terminar la clase me levanté e iba a tocar el hombro de Ben con mi dedo, pero justo una chica que estaba sentada a lado de él se dispuso a hablar con él. No me sentí celosa, pero me desanimé mucho porque había perdido la oportunidad y las agallas que tenía.

La chica le preguntó coquetamente a Ben si podía acompañarla a un aula en la cual tendría clase, porque ella no sabía nada de el instituto e iba a perderse.

Ben sonrió ampliamente y asintió con la cabeza, y la acompañó.

Mi corazón se rompió al ver que Ben fue tan amable, y pensé que tal vez gustaba de ella.

Ben Hardy - Destiny Donde viven las historias. Descúbrelo ahora