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Las naves sonaban por toda la base. De inmediato, Rey se comunicó con sus guardias.

-Reúne a los ingenieros, que tomen un transbordador lejos de aquí. Cuando estén todos juntos inicien el ataque por tierra.

El rubio miró como daba órdenes.

-Ve con los demás, sal de aquí.- le dijo a él.

-No me iré, no sin ti.

-Deja de decir tonterías, técnico. Es una orden.

La chica se dispuso a ir con sus tropas, se dio la vuelta y comenzó a caminar a paso apresurado, pero fue detenida de su brazo por él.

-Te dije que no me iría de aquí sin ti.

-No es momento para romanticismos -le dijo ella mientras lo miraba a los ojos -, sal de aquí.

-Me mal interpretas, Rey. -dijo en tono serio. -No estoy aquí para una aventura romántica.

En ese momento, Rey supo que algo no estaba bien. La mirada de él cambió, ahora tan fría como la nieve que estaba fuera de la base. Con un movimiento ágil soltó el agarre del hombre. Sin quitarle los ojos de encima, y con precaución se comunicó de nuevo con sus guardias.

-¿Reporte? - la voz distorsionada de uno de sus guardias respondió con buenas noticias.

-Los indefensos salieron, están atacando los puntos débiles de la base, si continúan explotará en cualquier momento -dijo velozmente -, debemos salir de aquí y...

La comunicación se interrumpió con un llamado de emergencia del general Hux.

-Rey, el Líder Supremo ordena que vayamos con él, la base explotará en cualquier momento, dañaron el núcleo central.

-Vete, dejen preparada mi nave.

La comunicación se cortó.

-Lo has escuchado, debemos marcharnos o moriremos aquí. Si no quieres ir con los demás, entonces puedes venir conmigo, puedes permanecer a mi lado.

-Nos iremos juntos, pero me temo que nuestro destino no será tu Líder supremo.

El joven comenzó a buscar entre su ropa. Sacó de dentro de su chaqueta un objeto que ella de inmediato reconoció. Era el mango de un sable de luz.

-Genial... -susurró Rey al ver como el hombre encendía su arma. -En serio vamos a hacer esto ahora.

-No encuentro un momento más adecuado.

Él saltó para atacarla, ella esquivó el ataque con un salto ágil. Él atacó de nuevo, pero con más furia que antes, alcanzó a moverse, sin embargo, casi la rosaba con la hoja iluminada en color verde.

En ese momento ella sacó su propio sable de luz y lo sostuvo en alto. Algo que no era, es ser cobarde. Se defendería, pese a que con cada ataque sintiera una punzada en el corazón. Salieron de la base, entre ataque y ataque. Él estaba controlando la situación.

-¿Por qué haces esto? -gritó ella.

-Tu mataste a mi padre... respondió el furioso.

En ese momento, por el cielo pasó una nave icónica que ambos reconocieron, ya que en ella, en momentos separados, habían vivido buenos momentos; era el Halcón Milenario. La nave sobrevoló cerca de donde ellos combatían, y del puente de acceso un wookie disparaba con su ballesta. La chica pudo esquivar un par de tiros, y otros los repelió con su sable mientras esquivaba los ataques de su primer contrincante.

En el planeta se sentía como la tierra se fraccionaba. El suelo crujía y se partía en sus pies. El movimiento hizo que Rey perdiera el equilibrio, por lo que no pudo esquivar un tiro de blaster que la golpeó el abdomen.

Ella calló al suelo, sintió un estallido de dolor. Ese golpe era letal, comenzó a concentrar la fuerza en su herida, debía ponerse en pie y con esfuerzo lo logró.

Sujetando con fuerza su herida levantó el sable de luz encendido solo de un lado, lo miró de nuevo a los ojos.

-¿Quién eres? -dijo jadeante -Realmente...

Él se quitó la peluca rubia que llevaba y sus características gafas de pasta.

-Ben Solo. -respondió él en alto.

"Solo" pensó ella "Han Solo", repetía su mente recordando a aquél contrabandista que había "asesinado" tiempo atrás. El hombre notó su confusión y sufrimiento.

-Así es, soy el hijo de Han Solo -aseguró como si pudiera leer los pensamientos de la chica -uno de los tantos hombres que mataste.

El planeta cada vez tronaba más. El wookiwe que observaba a Rey y Be Hablando gruñó para llamar a hombre para que subiera al Halcón.

Rey estaba en shok. No podía creer que entre todo lo que había hecho en ese corto tiempo se hubiera enamorado del hijo del hombre que en un instante vio como su padre.

Ben Solo se lanzó contra ella atacando. Ella detuvo el golpe a la altura de su rostro. Él la presionaba cada vez más y más.

-Eres tan débil... -dijo él -No entiendo cómo puedes tener tanto a tu cargo si eres tan débil.

-Y eso es algo que no sabrás nunca... -respondió ella entre dientes -¿Qué no la venganza estaba prohibida para un jedi?

-En este momento no soy un jedi, soy un hijo que ha perdido a su padre.

Rey empujó más su sable para atacarlo, haciendo que con su propio sable se hiriera a él mismo.

Ben solo hizo un movimiento ágil con la fuerza para romper el choque de sables, y con otro la atacó hiriéndola desde el pecho hasta el rostro.

En ese momento ella no se pudo poner de pie. Él la vio desde arriba y apagó su sable.

Rey se quedó acostada sobre la nieve helada, el dolor de sus heridas era insoportable. En ese momento ya no podía más. Si moría en manos de un jedi todo habría valido la pena. Su conciencia estaba tranquila, por lo menos el arma que aún no estaba terminada fue destruida. No podía pedir más. Cerró los ojos y sonrió a la nada. Se comenzó a quedar dormida.

Mientras, Ben corrió hasta donde se encontraba el Halcón sobrevolando. Subió con un salto impulsado por la fuerza. El wookie le extendió la mano y entraron conforme la compuerta se iba cerrando.

Rewriting Our History [Reylo AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora