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-Debemos ayudar a la Resistencia Rebelde - exclamó el senador Casterfo desde su pod -. Ellos están evitando que la Primera Orden se convierta en el nuevo imperio.

-No nos hagas reír, Ransolm, -reclamó la senadora Carise Sindian-. Todos aquí sabemos que eso es imposible. Ni siquiera la princesa Leia tiene tanta influencia como para que enviemos a nuestro ejército; aquí la única lucha es la de los rebeldes contra la Primera Orden –puntuaizó en tono despectivo.

-Lady Carise, más bien Carise -se corrigió -, ¿No? Te quitaron el título de realeza -señaló. El rostro de la mujer enrojeció de furia al recordarle que por culpa de la Princesa Leia había perdido su nombramiento. -Todos aquí sabemos la amenaza que representa la Primera Orden -continuó -, sabemos el terror que da a los planetas marginados del borde exterior y los bloqueos ilegales que ha colocado en las rutas de comercio. Sabemos que han cometido grandes crímenes, uno de ellos el secuestro de niños. ¿Cuántas familias han perdieron a sus hijos por ello? Incluyendo a la hija del general Calrisian, que fue buscada y jamás localizada hace 20 años. No sabemos que tienen entre mano y cuál es su verdadero propósito ¿están dispuestos a dejarlos seguir haciendo lo que les venga en gana? ¿O vamos a defender la galaxia? -los senadores cuchicheaban y agachaban la mirada.

El droide moderador inició la votación para la propuesta, al cabo de unos minutos, el resultado fue negativo. No quisieron ayudar a la Resistencia Rebelde. Ransolm Casterfo se dejó caer con resignación en el asiento de su pod, supuso que todos los que habían votado en contra tenían miedo. Por un momento pasó por su mente que alguno podía estar involucrado, después de todo, una organización así de grande no sale de la nada. Miró al pod del planeta Arkanis y vió como la senadora Carise Sindian le sonrió con malicia, lo que lo hizo enfurecer.

Tras terminar la sesión del día los senadores se fueron retirando de la sala. Mientras caminaba hacia fuera, notó como algunos que pasaban a su lado bajaban la mirada.

-Lamento la votación, Casterfo -dijo uno de los senadores -. Ella siempre ha tenido el apoyo de mi planeta y lo seguirá teniendo. Naboo recuperó su control político gracias a ella.

-Lo sé y gracias, senador Amidala.

-Lo único que puedo hacer, de forma extra oficial, es brindarle una nave y unos cuantos soldados.

-Eso va a tener que ser suficiente, su nave y la mía será de excelente ayuda.

-Entonces es hora de que se vaya, senador Casterfo. La princesa necesitará de mucha ayuda -Casterfo asintió con la cabeza -. Y cuando la vea, dígale que cuenta con el apoyo de Naboo.

Antes de continuar su camino, el senador Casterfo vio como la senadora Carise Sindian le dio una sonrisa burlona, llena de malicia y triunfadora.

*****

-Sígueme -dijo Rey a Ben.

-¿A dónde vamos?

-A que te... -lo vio de pies a cabeza -cambies de ropa, no soporto verte así vestido.

Llegaron a un lugar donde guardaban uniformes imperiales, eligió uno en especial y se lo entregó para que se cambiara. Ben apartó con recelo la bolsa que llevaba consigo y la puso donde estuviera a su vista, después de todo hay estaba su sable. Comenzó a quitarse la ropa, iniciando por el gorro y el chaleco, cuando llegó a la camisa, notó que ella lo miraba con atención. Haciendo un leve ademan de burla se dio la vuelta. Él continuó sacándose la ropa. Ella se cansó de estar de espaldas al cabo de unos segundos, por lo que se volteó y lo vio con el torso descubierto.

-No entiendo por qué sientes pena, Ben. Si estás aquí es por algo -ella usó la fuerza para hacerse levitar y llegar hasta su altura, él levantó su mano para acariciar su rostro, pasó su mano por la cicatriz que le había provocado en la Starkiller. Sintió una punzada en el corazón. Ben le dio la espalda y preparó la camisa para ponérsela. Rey lo abrazó por el cuello, se acercó a su oído -Ahora eres mío, Ben Solo -afirmó mientras pasaba sus manos por los pectorales del jedi.

Rewriting Our History [Reylo AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora