Pensamientos de carretera

Sopa de copla

Para Valeria, y para todos los que han quedado clavados cuando alguien querido se les va.

¡Adiós! se me va mi amiga
a inexplorados parajes.
Historias en cada huella,
música, idiomas y trajes.

¡Adiós! Parte su avión,
quizá persigue una mariposa.
La busca por nubes y horizontes,
pero ella descansa en una rosa.
"Qué cacharro, tan poca cosa"
piensa, y una sonrisa esboza.

¡Adiós! Llega el avión a su destino.
Lástima que mi vista no es de largo alcance,
a penas a leer atino,
para verlo no me da ni chance.

Me conformo con el testimonio escrito
de mi amiga y su dedito
que con un movimiento
en un solo momento
hace saltar a las palabras,
abracadabra,
enterito el océano
para llegar a mi mano.

Pero no podía faltar...

Algo de envidia po', claro.
Yo aquí encerrada en mi mente.
Nimiedades como monstruos
quieren salir por mi frente.

Suelo irme en el remolino,
caer, perdida en memorias.
Luego un relámpago veloz
lo atraviesa, lo hace escoria.

"¡Ámate!" grita de lejos.
"No te tortures, amiga."
El relámpago va y viene,
aunque yo no lo persiga.

Pepe grillo, mi amiga, un angelito,
o tal vez simple cordura,
la que me salva de sufrir
un salto de las alturas.

Después, inesperadamente
el salto resulta al revés
y algún brillo reflejado
borra todo rastro de estrés.

Pasando por mi columna,
El brillo llega a mi pulmón,
y sin notarlo contagia
mi córnea y mi corazón.

¡Soy libre otra vez!
ahora puedo ser la mariposa,
que perseguida por el avión
de todos los placeres goza,
sin esfuerzo ni planificación.
No necesita cruzar océanos
para sentir tamaña pasión.

¡Adios! Se me fue mi amiga,
y me quedé sola con mis sentimientos.
Rodé bastante,
entre confusos momentos,
e invisibles heridas sangrantes.

Pero pasé la metamorfosis
o viví una epifanía.
Tal vez por falta de osmosis,
me derretí, y caí por una tubería.