Voz de hualle

149 49 51
                                    


Crujiendo al moverse muy lento,se acerca a la rendija de mi ventana

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Crujiendo al moverse muy lento,
se acerca a la rendija de mi ventana.
En mi sueño la escucho casi como un cuento,
susurrado entre los colores del viento.

La rama del Hualle,
esquelética extremidad extendida,
acaricia mi cabeza semi-dormida,
siseando largas dialécticas.

Yo la dejo que se explaye,
no me vaya a creer sintético.
La oigo desde la duermevela,
acercarse cual brillante estela.

Me habla del vacío.
De lo hermoso que era oír el río
porque sabía que corre con un fin.
De lo contento que se ponía
al sentir hormigas y su tintín,
porque trabajaban juntas
con un motivo afín.

Pero ahora se pregunta:
"¿Cuál es el fin del río
y del tintín sin fin?
Porque ahora solo hay frío
en mi núcleo de aserrín.

Es como un vago presentimiento
de que la vida es un invento;
una mera creación,
y yo un títere en la función.

Solo sé que esta es tu ventana,
y que me escuchas sin muchas ganas.

Solo sé que soy un Hualle,
que crezco y nunca alcanzo el sol,
pero por muy alto que me halle,
ya no hay propósito ni un buen son."

Me habla de la vacuidad,
palabra que yo desconocía.
Un vacío virulento, la verdad,
que nos persigue hasta a la luz del día.

Yo lo miro de reojo,
ya captó mi atención.
Porque en el fondo,
sí que tengo corazón.

Le respondo titubeando
que también brota el vacío
en medio de mi tejido blando,
y rasguña crudo e impío.

Él (¿ella?) me alarga sus nudosos dedos.

Me abraza con centenario agarre,
y deja caer una preciada gota
que a su paso todo lo limpia y barre.
Con cuidado la observa y la bota.

Ambarina y brillante, la susodicha
es de la Tierra la sangre.
No sabe de la desdicha,
de la avaricia, del miedo y el hambre.

"Pero no apartes la mirada,
no pierdas ni un instante."
Dice viendo mi cara embobada,
el viejo narrador con voz cortante.

Y así fue que vi en la gota
con pasmo y reflujo,
a toda una humanidad rota;
La verdad sin tapujos.

Cuenta me di de que la había subestimado,
y el triste hualle lo sabía.
Por estar tan ensimismado
la tomé por inocente en demasía.

La Tierra nos cuida y ama,
con cada suspiro magmático.
Con cada minúscula piedra o rama,
y cada recuerdo jurásico.

Ella siente cada cosa,
cada desdichada rosa
y cada plástico lanzado al voleo,
mientras se deshace como ala de mariposa.

¿Por qué entonces no la escuchamos?
¿Por qué no miramos la ventana y la juntamos?

¿Por qué no tragarnos la lengua un segundo,
y dar paso al dolido mundo,
que entra con voz de hualle,
antes de que no pueda más y estalle?

Sentía la necesidad de escribir sobre la destrucción que está causando nuestra especie en la Tierra, pero quería hacerlo desde la perspectiva de "ella" misma, o de un hombre "x"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sentía la necesidad de escribir sobre la destrucción que está causando nuestra especie en la Tierra, pero quería hacerlo desde la perspectiva de "ella" misma, o de un hombre "x". No sé si funcionó, pero me emocioné escribiéndola, y me terminó gustando.

¿Alguien notó la referencia a Pocahontas?

Les dejo la nueva portada que creé, para saber su opinión antes de ponerla. Porque a fin de cuentas son ustedes los que leen el libro.

 Porque a fin de cuentas son ustedes los que leen el libro

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Pensamientos de carreteraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora