Dulce Oscuridad [✓]HopeV ¡Completa!

Sinopsis

Jung Hoseok.

Agitante. Habían alertado a todos los seres de penumbra a atender la extraña anomalía que se encontraba en la orilla del lago por la zona norte. Las criaturas que viven en esta parte de nuestro distrito habían recibido varias señales de que humanos habían llevado un campamento en dicho lugar.

Lo que se había vuelto en una simple excursión de esos seres peculiares termino siendo catalogado por el mismo infierno, el uso excesivo de fuego estaba propagado en todo el bosque lo que los monstruos de alta categoría de la zona nos tuvimos que hacer cargo de este demacrado suceso.

Mientras los demás nos encargábamos de mantener a las criaturas en un lugar más seguro yo por mi parte, recibiendo ordenes de mi superior me encargo de atender personalmente el exterminio de criaturas peculiares, la alerta que habían levantado y el solo hecho de dañar parte de nuestro hogar ameritaba el exterminio total de los mismos humanos, además que este incendio llamaría la atención de demás personas.

En cuanto pongo un pie en el radio de peligro miro las llamas cesar por una fuerte penumbra en el suelo, entre la humedad blanca que llega hasta mis rodillas me dedico a guardar poco la respiración, usando mi reserva de líquido corporal para conducirme en el campamento y sin encontrarme algún sobreviviente reviso cada extraño artículo, baratijas sin sentido en mi intelecto que termino por dejar atrás hasta encontrarme más adelante una pequeña casa.

Eran escasos los días en los que habían reportado la presencia de humanos, tan solo cinco noches para saber que habían construido una casa en la zona norte.

Entre los cimientos observo con detalle el singular hogar, la misma estructura de casa pequeña de un monstruo y antes de preguntarme: ¿Por qué estaba tan alejada de las demás? Mis sentidos se alertan levantando cada tentáculo que se encuentra situado en mi espalda para encontrarme con sorpresa el exterminador que con anticipo había sido llamado.

Sin ninguna palabra del pelinegro frente a mí es suficiente su amarga neblina para hacerme a un lado y con horror siendo mi testigo la muerte de un monstruo acompañado de un humano, los dos muertos siendo la misma neblina que los asesino quienes los arrastra delante del exterminador.

En un crocante ruido que sale de mi boca desapruebo la actitud del exterminador, pues había asesinado a alguien de nuestra especie; eso era un delito grave.

Pero ante la mirada desquiciada del asesino en su rostro plasma con serenidad y sin ninguna explicación levanta ambos cuerpos siendo levemente en cuestión de segundos en los que veo el monstruo de cabellera azuladas y el contrario hombre peculiar de cabello cobrizo ser consumido por su neblina que descompone los cuerpos sin dejar rastro.

En este tipo de casos debería lanzarse una alerta ante nuestros superiores sobre el sobresalto de un protector de área por comportarse como un radical, más si lo juzgaba bajo nuestros códigos como exterminador me dejaba sin opciones, su acción desequilibrada no tenía precio.

Desde ahora sería juzgado como un peligro para nuestra sociedad.

El primer paso que da el pálido es suficiente para alertarme de nuevo, observando sus ojos cambiar cual rendijas verdes cual serpiente, con un movimiento de sus manos me empuja con su oscura neblina, pero siendo mis tentáculos quienes atrapan las fuertes ramas de los arboles tras de mi regreso con rapidez a él, en un fuerte pico que logro formar en cada una de mis extremidades logro dañarlo, lo contengo sintiendo el picor de mi fina piel doler por la humedad que llega absorber eso hasta lograr ahorcarlo del cuello y tomarlo de brazos y piernas.

Era cuestionable la sonrisa del pelinegro que me hacía pensar que tenía una carta bajo la manga y no había mejor momento para la serpiente, meneando su delgada lengua se burla de mí y en un solo movimiento viscoso de su cuerpo se desprende de mí en cientos de serpientes de todos los tamaños para salir y escapar.