Capítulo 8 "Pesadilla"

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Un nuevo día se alzaba, y con ello nuevas aventuras llegaban. El sol apareció y acompañado, la niebla también. El cielo azul fue opacado por el color gris tapando cualquier luz entrante. Sin embargo, eso no quiere decir, que todavía no haya posibilidades para saber que hora era, pues solamente bastaba con el sonido irritante de la alarma para saber que ya había que despertarse.

Con un enorme bostezo, nuestro protagonista de ojos azules se despertó, y moviendo su cabeza a un costado, encontró la fuente de molestia. Aunque en cierto modo no le molestaba, ya que ya se había acostumbrado a levantarse a estas horas de la mañana que para ser más específicos, eran las seis y media (6:30). Otro bostezo resonó en toda la habitación, y con ello vinieron los chillidos de la cama.

Mirando a sus manos, Alone notó que las mismas estaban empezando a entumecerseles. Sentia un ligero peso en ellas
Intento levantar una de estas, y por fortuna, logró ponerla en su cara, sus ojos, viéndola fijamente. Esta temblaba.

Aunque no lo demostrase, dentro de él sentía miedo y preocupación. Esto era algo que nunca le había pasado, sus manos estaban acostumbradas al dolor, lo había experimentado muchas veces cuando entrenaba. Esos días en los que aún cuando las mismas tenían moretones y alguna que otra abertura por donde se escurría la sangre, esos días en donde su único objetivo era superar a su hermana y demostrar que no era el miembro más débil, esos días en los que a pesar de no tener el apoyo familiar, tenía a ciertas personas que siempre lo recibían con una sonrisa y le daban consuelo, esos díque lamentablemente nunca volverán.

Sin darse cuenta, una pequeña lágrima cayó por el rabillo de su ojo derecho hasta llegar a la mejilla, y luego al mentón hasta caerse y aplastarse contra el frío suelo blanco de la habitación. Aunque ya hallan pasado varios días desde su llegada, todavía no podía olvidar a todas las personas de su amado pueblo. En sueños, podía oír los gritos de auxilio mientras el recorría la ciudad con el único objetivo de contarle a su familia que tenían que escapar. Ahora que lo recuerda, ¿porqué no les contó a los habitantes del pueblo que la amenazaba estaba al acecho? ¿Porque se había quedado callado como si no les importase? ¿Hubiera hecho algún cambio? No lo sabe. Tal vez en ese momento, solamente estaba preocupado por aquellas que en verdad le habían mostrado bondad y amabilidad. Después de todo, recordaba estar en una casa marrón antes de dirigirse a la suya, en ella estaba él y una chica de cabello rubio con ojos violeta. Ahora que lo pensaba mejor, Yukari le hacía recordar a esta niña, solo que más “joven” y con cabello más corto.

Finalmente, sacudiendo su cabeza se quitó esos pensamientos. No tenía caso pensar en el pasado, tenía que superarlo de algún modo, pero la pregunta es ¿cómo? Ahora que lo piensa, todo empezó por esas bestias que atacaron su pueblo, sería tonto decir que podría vengarse de ellas, pues eran muchas y le tomaría bastante tiempo encontrarlas, ya que todas eran casi iguales, talvez algunas más pequeñas que otras. Aunque ellas en realidad actuaban como en manada, entonces si es una manada, alguien debe dirigirla.

Y es verdad.

En aquel entonces, su madre, hermana y padre, siendo este último el único sin cuerpo, fueron asesinados por una bestia parecida a las que corrían por las calles del pueblo. Lo curioso fue la segunda que entró en escena cuando la primera estaba apunto de asesinar al pobre niño. Esta parecía haber sido su salvación al principio, sus ojos amarillos dorado se habían concentrado en los del muchacho que apenas y podía ver. Pero luego ocurrió lo impensable, ella le había mordido y luego de eso, se hizo una abertura en su piel y dejó caer su sangre negra, contaminandolo en el proceso.

La verdad era que no sabía cuales eran sus verdaderas intenciones, porque lo había salvado era su mayor duda. ¿Acaso quería verlo sufrir? ¿Quería ver como se ahogaba en su miseria? Podría estar así por horas, pensando que fue lo que en verdad pasó en aquella noche, pero él sabe perfectamente que el único que podría darle la respuesta que tanto ansía, sería la misma que se lo había hecho surgir a tal pregunta, así es, solamente ese yokai sabría la verdad.

Buscando Redimirme (Remilia x Oc) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora