Era nuevo día en la Mansion del diablo Escarlata y el sol había salido como siempre desde el este, y generó sus ya conocidos rayos de sol, que generalmente servían para despertar a cualquier persona que tenga una ventana a su lado. Aunque esto por lo general siempre era evitable, por la ya conocida espensa niebla que llegaba a generar Patchouli, él porque de que no lo haya hecho ahora, tenia que ver con cierto individuo de cabello negro y ojos azules que se encontraba actualmente en el baño de la mansión mirándose al espejo mientras se cepillaba los dientes y procedía a tomar agua para luego escupirla.
Porque se había levantado tan temprano, era también una de las cosas que tenía que ver con lo que sucedería en este largo y tedioso dia.
Mirandose más detenidamente, formo una ligera mirada molesta, acercó su mano y agarró uno de sus mechones que caía frente a sus ojos. No sé había dado cuenta hasta ahora, pero ya habia pasado más de un mes desde su llegada. Y su cabello extrañamente había crecido más de lo habitual en un corto periodo de tiempo. Aunque tambien cabe recalcar que no se lo corto desde que tenía 12 años, de todos modos, nunca había notado la diferencia, hasta hoy.
Esto resultó ser un problema bastante grave para él, pues tenerlo así, obstruia parte de su vista y eso era algo vital que tenia que tener si o si, perder al enemigo era una de las principales leyes que no tenía que romper, ya que podría significar un gran cambio en el transcurso de la pelea.
Después de mirarse por un tiempo, finalmente optó por dejarlo así por ahora, luego le preguntaría a Remilia si sabía de alguien que cortara el cabello, ya que no quería hacérselo él mismo porque podría hacerlo mal y acabaría tal vez con una parte más larga que la otra o viceversa.
Soltando un suspiro, Alone camino hacia la puerta de salida del baño, y pasándola entro a los largos pasillos de la mansión, que ya se habían hecho costumbre. Camino y camino, viendo desde su vista periférica los dibujos que seguían enmarcados en la pared. No pudo evitar recordar la primera vez que los había visto, le pareció algo verdaderamente maravilloso, e incluso si no lo hubiese admitido en su momento, deseaba hacer algo así y ponerlo en esa lujosa pared blanca para que cualquiera que la viera, recordara quien lo había hecho y también algo más, que ahora no podía decir pero que lo diría cuando estuviera hecha.
-‘Aunque es más fácil decirlo que hacerlo’
Abriendo la puerta que conducía a su habitación, entro y la cerró. Doblo a la derecha con dirección al armario de madera de nogal, y lo abrió. Inmediatamente noto el kimono rojo perteneciente a su hermana, que a pesar de que lo lavaba varias veces y con ayuda de Sakuya lo cosía, ya tenía un aspecto algo gastado debido a las peleas que pasó con el mismo. Sabia que en algún momento tenía que dejarlo ir, esto solo era un recordatorio, un ancla de su pasado que tenia que superar. Pero ahora no sería el momento, tenia otras cosas por la que ocuparse.
Colocándose el hakama negro, los tabi azul oscuro y por último las getas grises, se miró al espejo y sonrió. Este era su vestimenta favorita y no la cambiaría por nada. La parte superior le haría recordar a su hermana mientras que la inferior ocuparía los recuerdos de sus padres quienes fueron los que le entregaron su primer conjunto.Cerrando el mueble, camino hacia la cómoda en donde a simple vista vio una de sus chuletas negras. La agarro y se la ató en su ya conocida cola de caballo hacia abajo. Se la acomodó lo suficiente como para que el cabello no obstruyera su vista, aunque de todas formas, siempre hubo una parte que sobresalia, pero lo dejo pasar ya que sabía que sería inútil, ya que solo ganaría enfadarse consigo mismo.
K
Para cuando ya lo tenía todo y estaba a punto de irse, miro por el rabillo del ojo, algo que no había usado desde que se lo habían dado. Lo que encontró fue una pulsera de color rojo intenso con algunos detalles rosa por los bordes, que casualmente le hacían recordar al vestido de cierta niña de cabello azul.
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Buscando Redimirme (Remilia x Oc)
RomanceUn niño pierde a toda su familia ante un yokai, sin embargo, él logra sobrevivir. Pero el peso de su familia sigue ahi, asi que en busca de su muerte se encuentra con lo que podria ser su nueva esperanza, su rayo de luz