Belleza ; Wos

Catorce.

Catorce:

Maratón 1 | 3

— ¿Vas al campamento de mierda ese?—La voz de Valentín hizo que sacara los ojos de la televisión, agarré el control y le puse pausa a la película, porqué sabía que cuándo empezaba a hablar a mitad de algo, no paraba más.

— No sé, creo que si, mamá me quiere mandar pero ni ganas de que me piquen los mosquitos.—Hablé acomodándome en el sillón de su casa, sonrió subiendo las cejas y nada bueno podría venir después de esa seña.

— ¿Y si yo te pico vas? Te mordisqueo toda.—Dijo largando una risa cuando yo le pegué en el hombro intentando ocultar mi sonrojo, me reí y negué con la cabeza.

— Vos sos el dengue Valentín, con esa nariz.—Lo jodí mientras subía y bajaba mis cejas, abrió su boca indignado y se tapó la nariz.—Mentiraaaaaa.—Le hice puchero para que no se tape, negó con la cabeza sin hacerme caso y yo me corrí más para su lado.

Se hizo el ofendido intentando correrse de al lado mio, y me sentí un poquito mal, tal vez no tendría que haberle hecho un chiste con eso, hice una mueca y le toqué el brazo para que me mire, lo hizo, sin sacarse las manos de la cara y haciéndome un puchero que me descontrolo el corazón.

— ¿Qué hago para qué me perdones?—Pregunté sonriendo de costado, miró un rato el techo y después de un rato así me volvió a mirar con una sonrisa.

— Veni, sentate arribita mio.—Soltó palmeando sus piernas para que vaya a sentarme, mis mejillas se pusieron calientes, nunca estuve arriba de alguien, quitando esa vez que Valentín me pidió que me siente arriba de él en la escuela.

Nunca más me lo volvió a pedir.

Largué un suspiro y me paré del sillón para sentarme arriba de él con las mejillas rojas, me tomó rápido de la cintura y pegó más mi cuerpo al suyo, sonriendome él, bajé mis ojos para ver que tan arriba estaba y cerré los ojos respirando nerviosa cuando me di cuenta.

— Podes empezar con darme besitos así te perdono.—Habló rodeando más mi cintura con sus brazos, lo miré a los ojos y el sonrió.

Llevé mis manos a su mejilla para acariciarlo un poco más y mirarlo a los ojos.

— Era mentira Valen.

— Ya sé, ¿Me das besos igual?—Preguntó haciendo un pucherito chiquitito, me reí cuando me picó a los costados de mi cuerpo haciéndome cosquillas, acerqué mis labios a su cara y empecé a dejar besos cortos.

Mirando como el cerraba los ojos y sonreía cuando dejaba besos en su nariz, me separé un poquito para verlo con esa facción en su cara, yo no podía creer como alguien puede ser tan hermoso como Valentín, haga lo que haga se veía hermoso.

Largue una risa cuando su cara se acercó más mis labios así seguía dejando besos, mordió su labio y abrió los ojos riendo también.

— ¿De qué te reís?

— ¿Te acordas esa vez que te dije que tus besitos cortos me podían matar en cualquier momento?—Preguntó mordiendo su labio y evitando una sonrisa cuando yo asentí con las mejillas rojas, todavía sentía la sensación en mi cuerpo cuando me dijo esas palabras.