Uno.

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Uno:

Bajo la mirada cuando lo veo venir hacia nosotros, o mas bien hacía Sol, porque se muy bien que él no sabía de mi existencia y si sabía, me ignoraba completamente, aunque tampoco podía hacer nada, me costaba tanto hablar adelante de él y hacerme notar como algunas de mis amigas.

Nunca fui alguien que habla mucho, es más, siempre me quedo callada cuando hay gente hablando, me intimidan mucho los grupos de personas y le tengo fobia a conocer a alguien nuevo, no era lindo ser así, pero tampoco lo podía evitar, ya no podía cambiar y odiaba eso.

También odiaba que él chico que me guste no sepa de mi existencia, y es que ¿Quién se fijaría en mi? A comparación de todas las minas con la que Valentín siempre esta soy un asco. Tragué saliva y moví mi pie nerviosa en el piso, tratando de calmarme y repetirme por dentro que esa sonrisa con la que venía caminando hacía nosotras no era para mí.

— ¿Qué onda Solchi?—Saludó a mi amiga tomándola por los hombros, sin fijarse en mi, como siempre, sacudí mi cabeza para que mi pelo corto caiga sobre mis mejillas y abracé mucho mas mis libros sobre mi pecho, mi corazón latía tan rápido que hacía retumbar los libros que llevaba.

— No me digas así pelotudo, suena re de milipili.—Respondió mi amiga girando los ojos, me hice mas chiquita cuando sentí que Valentín se sentó entre medio de las dos, a mi lado, poniéndome mas nerviosa y yo trataba de lograr parecer desapercibida ante los ojos de él.

Que hasta el momento llevaba muy bien que me ignore.

— Y si sos re milipili, mira ese iphone.—Habló agarrando su celular en forma divertida y toqueteando todo para intentar desbloquearlo.

— Dame eso, y no seas mal educado Valentín, saluda a mi amiguita.—Habló Soledad con una sonrisa cuando yo la miré alarmada, tragué saliva y bajé la mirada cuando recibí la mirada de él sobre mí.

Dios, me voy a morir.

— Ah, hola Gu...—Fruncio el ceño cuando se dio cuenta de que no sabía mi nombre, y no importaba cuanto me esfuerce por decirme a mi misma que no dolía, porque por más que haga mi mayor esfuerzo siempre terminaba haciéndome mierda.

— Guadalupe.—Murmure bajando la mirada y cerrando los ojos con fuerza, tratando de no empezar a llorar ahora, los ojos empezaban a picarme y cuando eso pasaba era imposible controlar lo que venía después.

— Cierto.—Habló y por su tono de voz podía sentir que estaba sonriendo, lo conocía demasiado y él tan poco.—Bueno Solchi, hoy joda en mi casa, te invito.—Volvió a hablar, pero esta vez para ella.

Y mi corazón se partió mas, claro que aunque me conozca muy poco sabía que yo nunca iba a esos lugares porque nunca me vio en uno, pero ¿Que le costaba invitarme a mi también? ¿Tan horrible era para que vaya a su joda? Si, si era horrible. En un descuido, miré mis piernas, no era flaca pero tampoco gorda y aunque muchas personas me digan que era hermosa, yo no lo sentía así.

Me miraba y me daba asco, no me podía aceptar, ni aunque quisiera, porque sabía todos los defectos que tenía y cuando uno se da cuenta de eso, ya no puede mirar la parte buena que tiene. Y es que yo no tenía nada bueno para fijarme.

— No sé, hoy ni ganas de ir a la joda.—La voz de Sol hizo que pestañeé rápido y dejé de pensar en eso, sino iba a terminar encerrada en el baño llorando como la vez pasada, y no quería eso.

Mordí mi labio para que deje de temblar, y me pare enseguida cuando la conversación seguía entre ellos dos, y no en mi. Quise empezar a caminar intentando parecer lo que siempre fui ante la vista de todos, invisible, pero aunque hice mi mayor esfuerzo porque Valentín no me notará, escuché la voz de Sol, y puede sentir sus ojos en mi espalda.

— Si va Guada yo voy, ¿Vamos Guada?—Habló interrumpiendo mi paso, apreté mis labios y cerré los ojos con fuerza para después negar con la cabeza, no iba a ir a una joda si Valentín no me quería ahí, no, ni en pedo.—Ay dale Guada, si Valen te invita ¿Viste Valen?

— ¿Qué?...—Murmuró y quise llorar más, Valentín me gustaba tanto, pero a veces era el que mas daño me hacía, ignorandome y sin saber de mi existencia.—Ah, si andá.

Y aunque haya sido una obligación que me diga eso, una parte de mi alma brilló, así como era capaz de haceme daño, también era capaz de hacerme bien con solo unas palabras. Esa era su magia.

— No sé.—Fue lo único que dije, y antes de que mi amiga siga insistiendo o que Valentín me siga mirando de atrás, empecé a caminar sin mirar para atras y pasando desapercibida, como siempre.

Caminé al baño, lento, al menos eso era un beneficio, caminar sin que me miren, porque aunque a veces odien que no noten mi presencia en la hora de los recreos lo amaba, porque sabía que nadie se fijaba en mi y podía caminar con tranquilidad sin ser vista por nadie. Cuando llegué, me apoyé en la pared para largar un suspiro y pensando en que esta era la primera vez que Valentín me decía algo.

O al menos me miró un poco.

Pero tampoco lo culpo, yo nunca hice nada para llamar su atención y que me mire con otros ojos, aunque era imposible que me mire de una forma linda cundo ni siquiera yo podía hacerlo. Tomé un poco de aire y giré mi cara al espejo que había en el baño, mirandome y tratando de buscar algo lindo.

Pero no podía, ni siquiera me esforzaba por verme un poco mejor, mis ojos no tenían nada de lindo y menos mi cara, era pálida con ojeras un poco notosas por no poder dormir bien a la noche. Cerré los ojos y con el ánimo por el piso, empecé a caminar otra vez para salir cuando escuché el timbre.

Pero no hice mas que dar unos pasos hacia fuera y ya me había chocado con alguien, entre en pánico cuando vi esos ojos azules y brillosos. Enseguida bajé la mirada para que no me vea.

— P-perdón.—Pude murmurar, largó una risa y asintió con la cabeza.

— Espero que vayas Guada, nos vemos.














🌸🌸🌸
Mmm le falta todavía :(

Belleza ; WosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora