•Eva
—¡¿Te estás escuchando?! ¡Es una estupidez todo lo que estás haciendo! —grité desesperada.
—Déjame en paz Eva, es mi decisión. Tu deber como hermana mayor es apoyarme —decía Evelin mientras guardaba ropa en su maleta.
—Y también es mi deber aconsejarte y cuidarte. Lo que estás haciendo es una locura Evelin. Ese hombre, ¡tiene esposa!
—Se están divorciando.
—¡Tiene un hijo!
—¿Y eso qué? Incluso hay parejas que se divorcian teniendo más de dos. Deja lo dramática de una buena vez.
—¿Y qué sabes tú si Raúl hace lo mismo contigo algún día?
—No. Raúl y yo nos amamos, jamás nos traicionariamos —aseguró.
¿Razón de esta discusión? Mi querida hermana Evelin, tiene pensado mudarse al otro lado de la ciudad con un hombre llamado Raúl Steel. ¡Ese tipo tiene una esposa y un hijo!
Ella lo conoció en un bar y desde entonces han estado saliendo. Después de dos citas el le confesó que estaba casado y eso a mi querida hermana no le importo, de verdad que esa mujer está loca.
Ella es hermosa, merece algo mejor que un tipo así. Tiene una piel blanca hermosa, un bello cabello castaño y unos ojos verdes que cualquiera envidiaria. Menos yo, ya que yo también heredé los ojos verdes de nuestra difunta madre. Además de que también heredé el cabello negro de nuestro también difunto padre.
—Evelin por favor. No hagas esto —rogué, ya estaba cansada de tanto gritar.
—Hermana, voy a mudarme con Raúl, tendré un hijo de él, se va a divorciar y una vez que nazca nuestro querido hijo Rubén, nos vamos a casar —contestó totalmente decidida.
Ah cierto, no se los mencione. Lleva 3 meses de embarazo.
—Evelin, no puedo apoyarte con todo esto que estás haciendo. ¿No te importa lo que la otra mujer sentirá? O, ¿no sientes al menos algo de lástima de que aquel bebé no crecerá con un padre a su lado?
—Yo también voy a tener un bebé, obviamente prefiero que el mío crezca con un padre, el otro no es mi problema. Por mí que crezca con un vacío.
Yo jamás pensé que ella diría una cosa así.
—¡No lo digas asi! —le di una bofetada muy fuerte, suficiente para voltearle la cara y que la marca de mi mano le quede marcada—. ¡¿Qué diablos te pasa?! ¡Tú no eres así! —me desesperé, jamás pensé que Evelin fuese así—. ¡No eres más que una perra sin corazón!
Ella me miró con odio. Si las miradas mataran yo ya estaría tirada en el suelo. Ella metió lo último que quedaba de ropa en la maleta y la cerró.
Sin mirarme y hablarme salió de la habitación y yo la seguí. Llegamos hasta la sala y ella iba directo a la puerta de salida. Antes de que tomara la perilla le hablé.
—¡Ven acá Evelin! —hable con voz autoritaria—. Sabes que lo que está haciendo esta mal, ¿por qué no lo ves?
Ella puso su mano en la perilla y antes de girarla me miró, —¿Por qué no entiendes que yo soy feliz con Raúl a mi lado? —lágrimas caían por sus mejillas—. Si voy a tener un bebé, quiero que el este a mi lado. Y si tu no puedes entender eso, pues, ya no eres mi hermana —dijo lo último con odio y vaya que sí dolió.
—¡No digas eso! —ahora mi voz se escuchaba rota—. Todo esto lo hago porque eres mi hermana y quiero lo mejor para ti, ¿es tan difícil entender eso? Evelin, por favor, piensa bien de una buena vez lo que estás haciendo.
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Bajo Las Estrellas © [Terminada ✔️]
Teen FictionLa vida de Rubén se ha vuelto un infierno desde que su madre falleció. Su padre nunca superó la muerte de su esposa, haciendo que termine siendo un alcohólico, amante de las apuestas, debido a eso quedaron escasos de dinero. El padre de Rubén se des...