Capítulo 44

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•Rubén

Ya han pasado varios días desde aquella terrible pesadilla, aún me despierto de golpe en la madrugada sudando frío, sintiendo el mismo terror de esa pesadilla.

Me ha costado conciliar el sueño a esas altas horas de la madrugada, pero aún así hago el esfuerzo de no dejar que me afecte mucho.

Ya las personas que me rodean se han preocupado mucho por mi por el asunto de que mi padre anda libre.

Incluso hace unos pocos días atrás, vinieron unos oficiales a asegurarse de que todo aquí estuviera bien. Dijeron que nos mantendrían vigilados ya que lo más probable es que Raúl se apareciera por estos lados.

Cosa que solo provocó que mi tía se alterará más y que mi miedo aumentara. Hago todo el esfuerzo de no demostrarme débil ante el asunto, ya he superado poco a poco las fases que tanto me han atado a mi doloroso pasado.

Y no puedo permitir que eso me impida seguir viviendo mi vida, mucho menos hoy.

Hoy es el aniversario del fallecimiento de mi madre.

Ahora mismo me encuentro bajando las escaleras, arreglado para ir a visitar su tumba. Mi tía y Sofía  me esperan en el marco de la puerta, una vez bajada las escaleras ambas me sonríen y caminamos en dirección al auto.

Fuimos directamente al cementerio, una vez frente a su tumba, mi tía y yo nos arrodillamos juntando nuestras manos rezando en su nombre. Y Sofía, a pesar de que nunca la conoció, hizo lo mismo que nosotros.

Una vez que terminamos de rezar nos pusimos a hablar con la tumba como si ella nos estuviera escuchando. Cosa que tal vez así sea, siempre me he imaginado que la veces que he hablado con ella, de verdad me está escuchando desde el otro lado.

En todo el medio de las conversaciones reíamos, jugábamos e inclusive soltábamos unas pequeñas bromas. Pero al final, como siempre ha sido costumbre en mí, lloré.

Comencé a llorar, recordando los buenos momentos de mi infancia junto a ella, los cuales sin duda son los mejores.

—Un año más —dije mientras sobaba la tumba—. Te vendré a visitar en tu cumpleaños, lo prometo.

Sonreí mientras veía su nombre en la lápida, me levanté junto a mi tía y Sofía, y comenzamos a caminar en dirección a la salida.

Justo cuando íbamos pasando el portón, un hombre todo vestido de negro pasó a mi lado. Enseguida sentí escalofríos recorrer todo mi cuerpo, me gire para verle la espalda a ese hombre.

No es la misma.

Podría reconocer la silueta de Raúl a una distancia alejada, pero este hombre sin lugar a dudas no se trataba de mi padre.

¿Pero entonces por qué sentí el mismo escalofrío?

Pensé que solo Raúl era capaz de provocarme un escalofrío de tal manera, pero supongo que él no es el único hombre cruel y despiadado del mundo. No, él nunca ha sido el único, la maldad abunda en todo el mundo.

Solté un suspiro y volví a caminar en dirección al auto, mi tía y Sofía se habían ya se habían subido.

Cuando llegamos a casa subí rápidamente las escaleras para darme un baño y cambiarme. Hoy es fin de semana, así que hoy tendré una cita con Amy.

Propusimos hacer variedad de cosas el día de hoy, estoy muy feliz de poder pasar todo el día con ella. Además, me dijo que tenía algo importante que decirme.

No sé que será, ni tampoco tengo la menor idea de que se puede tratar, pero estoy seguro que sea lo que sea, me encantará lo que dirá.

Ya listo viéndome en el espejo, sonreí, no me veía para nada mal. Un pantalón negro, con botas Nike blancas con negro, una franela blanca y encima una camisa abierta de color azul oscuro con las mangas recogidas.

Bajo Las Estrellas © [Terminada ✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora