Leatherface

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Sonó la alarma como cada día de lunes a viernes. Los enormes brazos del devorador de mundos me tenían aferrada a él, batallaba un poco para zafarme de aquel posesivo abrazo, de verdad que no quería levantarme, estaba tan cómoda, pero existe algo llamado responsabilidad y tenía que pararme, no tenía opción. Al bajar e ir a la cocina mi papá y Pinhead bebían café, el desayuno ya estaba listo así que sólo les Sonreí.

- Buenos días - ambos me sonrieron, pensándolo bien, verlos tomar café me hacía pensar que algo tramaban, ver a dos torturadores reír y conversar entre ellos me hacía sentir escalofríos, pero bueno, de todos modos mi vida está ahora ligada a convivir con los peores asesinos en serie, y siendo honesta, creo que me llevo mejor con ellos que con gente normal.

Hannibal y Pinhead: Buenos días.

Hannibal: Tu desayuno está servido mi niña. - Ya lo extrañaba... Sus deliciosos desayunos y exóticas comidas, eran algo que yo disfrutaba mucho.

Pronto los psicópatas hicieron presencia en la cocina, tomando cada quien su lugar en la mesa, mi papá y yo servíamos poniendo los platos en la mesa.

Hannibal: Adelante caballeros, coman... - Lecter puso en su rostro una pequeña y sínica sonrisa que nadie notó, mientras él bebía su café observaba con mucha atención cada detalle de los asesinos, necesitaba conocer sus habilidades, su poder, sus debilidades, saber todo, y así llevar las cosas a su estilo.

En lo que comíamos gustosamente, nadie se dio cuenta que alguien nos observaba a poca distancia, ese alguien nos miraba con mucha atención y curiosidad, estaba atento a nosotros, a lo que hacíamos, pero dudaba en acercarse, de cierto modo le llamaba la atención aquella  única figura femenina que yace dentro de la casa, tenía cierta curiosidad por ella.

Terminamos de desayunar, los chicos me ayudaron a limpiar y acomodar la cocina, quien hubiera imaginado que serían tan amables conmigo, jamás pensaría que son asesinos torturadores de personas, después tomé mis cosas para irme a la escuela y volver más tarde, abracé a mi padre como siempre hacía antes de tomar camino.

- ¡Hasta luego chicos! Los veré más tarde. - me fui.

Freddy: Iré a darme un baño, necesito estar atractivo para mis víctimas. - rió.

Pinhead: ¿Atractivo? Enserio...

Freddy: ¿Y tú qué?, ¿Te has visto en un espejo?

Michael: Volveré más tarde. - el inmenso hombre salió dirigiéndose al bosque.

Jason: ¡Iré contigo Myers, espérame! - sin más salió tras él.

Pennywise: ¡Nos vemos! - no dijo más y desapareció.

Hannibal: Dime... ¿Acaso tú también atravesaste algún portal?

Pinhead: No, yo fui quien la buscó, hace tiempo que lo hacía hasta que al fin la encontré... Tú hija es alguien muy especial, sé que no es del todo humana y quiero saber cuál es su origen, y así ayudarla a controlar su inmenso poder.

Hannibal: Lo sé... Sé que no es una simple casualidad que estés aquí. - Él no era estúpido, sabía que su pequeña era más que especial, lo supo desde que la vio por primera vez a los 4 años, cuando ella lo trajo aquí y lo liberó de esa prisión donde estaba, tanto él como Pinhead querían saber más y estaba dispuesto a descubrirlo.

En la escuela

Nick y yo teníamos hora libre aprovechando para comer nuestro almuerzo, por suerte a esta hora mi acosador tenía clase, y eso evitaba que estuviera aquí fastidiándome tratando de conquistarme de cualquier manera.

Terroríficas pero bellas pesadillas. (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora