Terroríficas pero bellas pesadillas. (Completa)

Sin escape.

Había ya pocos sobrevivientes, todo el hospital se había convertido en un inmenso laberinto, en el que eran acechados. Las paredes salpicadas de sangre y los desgarradores alaridos resonaban en cada rincón del psiquiátrico, mostrando el infierno que se estaba llevando a cabo, los slashers acababan con la vida de quien se les cruzara en frente.

Los que lograban escabullirse de ellos, intentaban salir de cualquier manera del instituto, por desgracia, en cuanto lograban estar fuera, jeepers creepers los asesinaba, no estaban a salvo dentro ni afuera del hospital, el destino de todos llegaba a su fin, tarde o temprano iban a morir.

Uno de los tantos enfermeros que trabajaban ahí, tomó valor para enfrentar al enmascarado del campamento lago cristal, mientras él acababa con las vidas de sus compañeros delante suyo. Preparó dos jeringas con sedante concentrado, dispuesto a inyectarlas en su cuello, se aproximó hasta él logrando clavarlas, sin embargo, no pudo hacer correr el líquido por sus venas, ya que acabó de un sólo golpe con su existencia.

En los últimos pisos del hospital, se encontraba escondido un doctor en los almacenes, había podido escapar de un hombre alto con máscara blanca, que lo perseguía desde pisos más abajo, permanecía oculto esperando que se fuera de ahí, no sabía si el asesino continuaba en los alrededores debido a su sigilo.

Al no escuchar nada, salió de su escondite lo menos ruidoso posible, se alejó atravesando el pasillo que le parecía infinito, veía con horror el piso y las paredes del lugar que yacían ensangrentadas, a donde mirase estaban manchadas de ese fluido corporal, dando una vista abstracta.

Quería llegar hasta el ascensor, para así poder huir de la matanza, cuando estuvo frente al elevador, presionó el botón esperando a que sus puertas se abrieran, pero nunca pasó, por más que lo oprimía no funcionaba, el ascensor parecía estar dañado y eso lo desesperaba. Dado por hecho que no servía, optó por tomar las escaleras, pero al dar unos pasos hacia atrás, sintió chocar contra alguien en su espalda.

Con temor el doctor se giró, su mirada lentamente se alzó observando aquel hombre de gran altura que lo perseguía. Se guardó un inquietante silencio, sus miradas se cruzaban y sólo la respiración bajo su máscara se escuchaba, era una situación bastante tensa, dónde sabía que su vida estaba a punto de terminar, simplemente cerró sus ojos esperando a que efectuara el golpe final.