Un gran poder mental, trae a la realidad tus peores pesadillas a vivir contigo, ¿Qué podría salir mal? Vivir rodeada de asesinos seriales no debe ser tan malo.
Al menos, hasta poder regresarlos a sus respectivas dimensiones...
Los personajes no me p...
Al ingresar Noche y yo al portal, atravesamos grandes ondas coloridas mostrándonos cuanto avanzábamos en su interior. Cómo era la primera vez que viajaba de esta manera a otra dimensión paralela a la mía, me parecía exorbitante, todo era increíblemente deslumbrante y espectacular, no había lugar donde no mirara en mi travesía. Pronto llegamos al final, la luz blanca y brillante nos indicaba que había terminado, por fin habíamos llegado a nuestro destino.
Salimos del portal que inmediatamente cerré, arribamos en una especie de callejón que por suerte no se encontraba alguna persona cerca, Noche olfateaba este nuevo lugar para familiarice con el aroma mirando a su alrededor. Ambos empezamos a caminar fuera de ese rincón hasta llegar a sus amplias y limpias calles, observé que los edificios conservaban una estructura antigua pero modesta al mismo tiempo, era un sitio tranquilo a mi parecer, Derry parecía un pueblo agradable después de todo, como si no existiera maldad alguna aquí.
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- Andando Noche. - me observó - Debemos encontrar a Penny.
Continuamos nuestro andar, las personas no dejaban de mirar a Noche, llamaba completamente la atención de los que pasaban a un lado, quizá pensaban que no era común ver a una chica sacar a pasear a su lobo como si de un perro se tratase, pero fuera de eso todo era normal. Para ser sincera, no sabía por dónde empezar a buscar, y obviamente no iba a detenerme a preguntar acerca del paradero de un asesino, sería ilógico.
No tenía otra opción que seguir adelante, recuerdo una vez que él dijo que usaba las cloacas y alcantarillas para acechar a sus víctimas, tal vez debería empezar por ahí, así que nos pusimos a tratar de encontrar una de esas entradas y poder ingresar. Salimos del centro de Derry llegando a un lindo vecindario, una sonrisa se mostró en mi rostro al ver que sus calles tenían desagües que tanto esperaba hallar.
Sin dudarlo demasiado nos acercamos a observar en su interior, que por desgracia no pude mirar muy bien dentro ya que sólo oscuridad podía apreciarse, sin mencionar el constante ruido del agua que fluía en sus adentros, además de que noté que no podría entrar por la estrecha abertura, no cabía.
- ¿Perdiste algo en la alcantarilla? - musitó la voz de un chico que tartamudeaba al hablar. - No te asomes, es muy peligroso. - tembló su voz.
Levanté mi vista ante su pregunta, miré que era un joven no mayor de quince años, su expresión me daba la impresión que algo le preocupaba, inclusive notaba temor en sus ojos.
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