Secretos... había tantos de ellos.
¿Y como decirlos? En una sociedad, machista, xenofoba, racista y homofobica es
o era imposible de hacer.
Una historia dada en el contexto de 1960, una historia de amor.
⇝100% original.
⇝Prohibida copias y adap...
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Como típico domingo a la mañana Nayeon, su esposo y pareja amiga se encontraba en la misa que se celebraba a las nueve de la mañana. Era cansador y abrumante estar con tanta gente, a la mujer no le gustaba ni una pizca. A la salida su amiga la notaba extraña no era la misma Nayeon que salia "feliz" después de recibir la palabra del Señor.
Los hombres se fueron por un café y las mujeres volvieron a casa pues Nayeon se encontraba un poco "indispuesta".
― Siéntate ― Jihyo sostenía del brazo a su amiga temiendo que se descompensara y cayera desmayada. Nayeon hizo lo que le pidió ― ¿Quieres un vaso de agua?.
― Estoy bien ― miró a los ojos de su amiga y se preguntó mentalmente si era lo correcto contarle lo que tenia guardado.
― ¿Segura?
― Si segura.― dijo con un nudo en la garganta por los nervios.
―Señora Im desea algo ― preguntó una de las empleadas.
― No gracias ― respondió con amabilidad, la empleada le dio una reverencia y se fue de la sala.
[...]
― ¡Es que ya no lo soporto!, Jihyo ― Nayeon sorbió su nariz frustrada.
― Es que no puedes hacer otra que resignarte y ser la hermosa esposa que se supone que debes ser ― Jihyo era la mejor amiga de Nayeon y la última que quedaba.
― Es que no quiero eso, no quiero compartir la cama con un hombre y menos con uno a quien no amo. ― se limpio las lagrimas.
― ¿Y qué harás? Esto no es fácil, la comunidad te dará la espalda, no podrás entrar ni a la iglesia sin ser juzgada, sabes como son las cosas hoy en día. ― suspiro algo frustrada. ― las mujeres del barrio serán como víboras al enterarse de tu divorcio.
Jihyo trataba de enteder su punto, pero al mismo tiempo no quería que su mejor amiga quede de lado en la sociedad.
― ¿Y tu crees que a mi me importan lo que digan esas culebras?, yo quiero ser feliz. ― se quito el sombrero color pastel con rabia. ― Y no lo seré con ese cerdo que ni siquiera me respeta.
― Nayeon, no creo que las cosas tengan que ser así ― le dio una palmadita en el hombro para reconfortarla. ― Seungjae no es un hombre malo, nunca lo vi como uno ― exclamo sincera.
― Jihyo abre los malditos ojos, es un cerdo. ― hizo una arcada al recordar una desagradable experiencia que vivió con el hombre. ― una vez lo encontré en la cama con una de las sirvientas, ¡En mi jodida cama!.
― ¿De verdad? ―abrió los ojos aun mas grande de lo que ya los tenia. ― que desagradable, ¿Porque nunca me lo contaste? ― inquirió.
― Porque no quiero llenarte con mis problemas ― era cierto, Nayeon no quería ser una carga emocional para su amiga, ella ya tenia demasiado con su problema de fertilidad.
