─── ⋆♡⋆ ───
La oficina estaba colmada de trabajo, eso era normal a media semana. _______ no dejaba de recibir llamadas y por lo tanto se encontraba un poco agobiada, agobiada por el trabajo, agobiada por el calor y agobiada por los hombres incompetentes con los que trabajaba, ella estaba segura que podría hacer su trabajo mucho mejor que todos ellos.
― Oye, mi amor ― exclamó uno de los empleados ― El señor Choi esta aquí ―_____ giro los ojos y soltó un gran suspiro.
― Cuantas veces te he dicho que no me digas mi amor, ni cariño, ni dulzura, soy tu maldita jefa y debes de respetarme ― la situación la tenia hasta la coronilla.
― ¡Ya! No seas histérica bombón ― la mujer se levantó del escritorio y se acerco al hombre que estaba dispuesto a irse.
― Estas despedido, recoge tus cosas y vete, mañana pasa por tu cheque. ― lo miro de arriba a abajo con una expresión de desagrado.
― ¿Pero de que rayos hablas? ―exclamó con un tono imponente. ― Tu no me dejaras sin trabajo, no eres nadie mas que la nenita mimada con un buen puesto gracias a tu padre.
Mentira, _______ se había graduado de administración de empresa en tan solo tres años, era algo impresionante sabiendo que esa carrera era de cinco.
― Bien ― masculló algo enojada ― violencia laborar, perfecto. Ahora si no te pagare ni un centavo de indemnización, después de todo es un despido justificado. ― alzo los hombros y volvió a su lugar ― voy a llamar a mi abogado y por cierto antes de que te marches hazlo pasar al señor Choi.
― Haz lo que quieras, perra.
― Pues mírame ― le saco el dedo medio y el hombre se fue echando humos.
La llamada con su abogado fue corta, mañana tendría una cita con el para arreglar lo de su ex trabajador.
― Yang _______, que gusto verte de nuevo. ― le tendió la mano y ella lo saludo gustosa.
― Digo lo mismo Choi ― le sonrió ― toma asiento, por favor.
― Vamos, _______. Sabes que puedes decirme Youngjae. ― se acomodo en la silla de cuero.
― ¿A que se debe esta visita? ― indagó.
― Voy a dar una fiesta, algo tranquilo... ya sabes gente del trabajo y eso ― sacó una tarjeta y se la entregó ― Me harías muy feliz si vas.
― Que agradable gesto ― leyó la tarjeta. ― ¡Oh! es mañana.
― Si, lo siento. Pero quería entregarlas personalmente, pero el trabajo hace todo mas lento.
― Si, lo se. De todas forma iré. ― el empresario asintió.
― ¿Que le pasaba a ese tipo?.
ESTÁS LEYENDO
SECRETS ||Im Nayeon & Tú|| ✔
Fiksi PenggemarSecretos... había tantos de ellos. ¿Y como decirlos? En una sociedad, machista, xenofoba, racista y homofobica es o era imposible de hacer. Una historia dada en el contexto de 1960, una historia de amor. ⇝100% original. ⇝Prohibida copias y adap...