TREINTA Y UNO

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Final

No era para nada un buen día para Jisung. Apenas despertó y fue a ducharse para intentar despejar el cansancio, descubrió que el agua estaba helada. Luego se preparó el desayuno y él si o si necesitaba de su taza de café, pero el café parecía haber desaparecido de la casa.

ㅡ ¡Seungmin! ㅡ Gritó frustrado. ㅡ ¿Te terminaste todo el maldito café y no fuiste capaz de reponerlo? ㅡ Gruñó al menor que estaba en el baño, sabiendo que él era quien más tomaba de esa bebida después de si mismo.

ㅡ Te invito a desayunar en ese café que tanto te gusta. ㅡ Respondió rápido Seungmin. ㅡ Hasta te compro una porción de cheesecake, pero no te enojes conmigo.

Y Jisung era frágil, así que aún con algo de enojo, terminó aceptando.


Cuando llegaron a la cafetería, Jisung ya estaba más alegre, en verdad amaba ir allí. La amable chica que meses atrás le regaló una porción de pastel, los atendió amablemente intercambiando algunas palabras con él.

ㅡ Sungie, no te enojes, ㅡ comenzó a hablar Seungmin sin despegar la vista de su celular. Jisung sabía que aquella sonrisa que formó solo podía significar problemas. ㅡ Me encantaría acompañarte pero necesito encontrarme en este mismo instante con Changbin. Lo siento. ㅡ Y mientras decía aquello, se levantó de su asiento para huir casi corriendo de allí.

ㅡ Fantástico. ㅡ Murmuró Jisung irónicamente. Ahora se encontraba solo como un idiota y encima debería pagar por su desayuno que tenía que ser un regalo.

La amable muchacha llegó casi de inmediato a su lado y le entregó un latte bien cargado, adornado por unas chispas de chocolates que sabía eran las favoritas de Jisung. ㅡ En un momento traeré tu cheesecake. ㅡ Le sonrió.

Jisung respiró en busca de algo de tranquilidad y dio algunos sorbos a su café sintiendo como su sistema se tranquilizaba.

De repente el plato del postre estaba frente suyo, pero aquella mano pertenecía a un chico. ㅡ Invitación de la casa.

Cuando Jisung miró hacia arriba en conocimiento de esa voz, abrió su boca en signo de asombro. ㅡ ¿Qué haces aquí?

ㅡ Ahora trabajo aquí. Me dieron algunos minutos para hablar contigo. ㅡ Le respondió sentándose frente suyo.

ㅡ Minho, no puedo creer que en verdad estes aquí. ㅡ Susurró el menor tan bajito que parecía que se lo decía más a si mismo.

ㅡ Yo tampoco puedo creerlo. Dejame explicarte todo, ㅡ lo tomó de la mano y en cuanto vio que no fue apartado, continuó. ㅡ no fue fácil salir de aquel lugar, Sung. Me costó golpes y peligros, no iba a seguir exponiendote a eso, pero finalmente me dejaron en paz cuando mi madre contrató a otras personas y al fin me dio mi libertad. Chan me ayudó a conseguir este trabajo, una casa que puedo mantener dignamente. Hace tres semanas ya que mi vida es bastante estable, por eso decidí que era hora de verte.

Jisung se sentía feliz de escuchar todo eso. Al fin Minho había conseguido la libertad que merecía. ㅡ Te felicito, por fin tienes todo lo que mereces. ㅡ Le dijo con sinceridad.

ㅡ No todo, Sung. Me falta solo algo más, alguien. ㅡ Apretó el agarre de sus manos y lo miró esperanzado, cuando Jisung lo miró de la misma forma se animó a abrir su corazón por completo. ㅡ Quería ser alguien que te merezca, alguien estable para ti en todos los sentidos, quería que todos los resentimientos por mi pasado desaparezcan y así poder ser libre junto a ti. No dejé de quererte ni un solo día, bonito.

Jisung ni siquiera ocultó sus lágrimas  aunque se mezclaban con su evidente sonrisa. ㅡ Ni yo he dejado de quererte.

Minho se paró repentinamente solo para sentarse a su lado y así tomarlo de las mejillas, acariciándolo despacio. Lo había extrañado tanto. ㅡ Ya no dejaré que nada nos aleje, sé que podemos superar cualquier cosa juntos. ㅡ Y luego de decir aquello no pudo resistirse mucho más tiempo. Terminó de acortar la distancia juntando sus labios en un delicado beso que duró apenas segundos, pero para ellos fue la unión más perfecta, la más necesaria.

ㅡ Juntos. ㅡ Susurró Jisung tomando su meñique para entrelazarlo con el suyo. ㅡ Siempre es mejor juntos.

Y desde ese momento, ambos supieron que las cosas por fin estaban en su lugar.



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Pasaron casi tres semanas más desde que Jisung y Minho volvieron a verse. Estaban juntos, pero nuevamente no tenían títulos el uno con el otro, sentían como si estarían conociéndose otra vez y ahora con mucha más calma que antes, ya no había nada que atente contra su felicidad.

Esa noche Jisung estaba solo en casa e invitó a Minho a cenar con él, no le gustaba mucho cuando su hogar estaba en total silencio, además era la excusa perfecta para ver al mayor luego de algunos días que no pudieron hacerlo debido a sus exámenes. Cuando escuchó el timbre sonar fue de inmediato a abrir la puerta, encontrándose con esa sonrisa que lograba enamorarlo siempre que la veía.

ㅡ Hola. ㅡ Saludó con evidente felicidad.

ㅡ Te extrañé, bonito. ㅡ Y esas simples palabras dichas por el mayor hicieron que se envolvieran en su burbuja, siendo felices mientras se besaban demostrando lo mucho que se habían echado de menos.

La noche pasó maravillosamente. Cenaron y luego compartieron helado mientras miraban una película. Todo era perfecto para Jisung. Lo seguía siendo ahora que compartían un momento tan íntimo en su cama demostrándose su amor de una forma más física, los besos y caricias que se daban eran capaces de traspasar más allá de la piel, se unían en cuerpo y alma. Eso era magia para ambos. Nunca dejaron de sentir esa magia entre los dos.

ㅡ Tengo algo que decirte. ㅡ Le susurró el mayor acariciando sus mejillas e intentando respirar con normalidad luego de aquel momento vivido. Jisung solo lo miró expectante expresando con su mirada tantas cosas inexplicables. ㅡ Te amo, bonito. Te amo desde hace tanto que ya no podían seguir dentro mío estas palabras.

Si Jisung pudiese explicar todo lo que en ese momento sintió, no le alcanzaría la vida. Al fin parecía que todo estaba en el lugar correcto. Su respuesta a eso no tardó en llegar, lo abrazó tan fuerte que por un instante temió lastimarlo, pero el escuchar la risa de Minho hizo que siguiera repitiendo cuanto lo amaba también.

Esa noche volvieron a hacerse promesas de amor, promesas que sabían que iban a cumplir ahora que cada uno era mucho más fuerte. No importaba quien o que pudiese atravesarse en su camino, ellos ya se sentían listos para todos.

Meses atrás ninguno hubiese imaginado que su vida cambiaría tanto al conocerse. Apenas cruzaron miradas los dos supieron lo incorrecto que era que se juntaran, más conocían del otro y más sabían que aquello era lo más incorrecto que podían cometer. Pero, al mismo tiempo, al conocerse más sabían que cada uno podía aportar cosas positivas al otro, que se iban a hacer más valientes  que iban a darse todo aquel amor que merecían en su totalidad. Y si, solo por eso, ellos eran correctos. Su amor era correcto.



Fin





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Y es el fin 😭

Final cortito, pero prometo epílogo para que no se queden con ganas de nada. Mañana lo publico y ya me despido como se debe, así que solo esperen un poquito más.

P.D: muchas gracias por sus mensajes de ánimo, todavía no estoy bien del todo pero tenía ganas de escribir.

Gracias siempre ♡

Incorrecto (Minsung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora