S I E T E

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Las calles parecían ser interminables. Jisung quería llegar con urgencia al lugar de encuentro, quería seguir teniendo esperanza que Minho le tendría una buena explicación.

Cuando por fin llegó, suspiró cansado por el paso acelerado que había mantenido y saludó amablemente a la misma chica que lo había atendido con anterioridad.

Se sentó en la mesa que guardaba un poco más de privacidad y miró para todos lados por si no había visto a Minho en la rapidez del momento, pero aún no había rastros de él.

Pidió un latte para que acompañara esos minutos de espera que se le estaban haciendo horas por todas las historias que su cabeza maquinaba. Necesitaba buenas explicaciones, en verdad tenía ganas de seguir confiando en él.

El sonido de la puerta abrirse hizo que volviera al presente, pero era una parejita de abuelos que venían a disfrutar del bonito día que hacía. Jisung los miró enternecido. A él le gustaría llegar a viejo con alguien a su lado que lo amara mucho, pero hasta el momento venía fallando mucho en el amor.

Tomó de su bebida una vez la tuvo en sus manos y se quedó observando la nada misma, no tenía ganas de pensar. Estaba tan ensimismado que ni notó cuando alguien se sentó en la silla frente a él.

ㅡ Minho, estás aquí. ㅡ habló sorprendido mientras parpadeaba aceleradamente.

ㅡ Dejame hablar, ¿si? Te explicaré todo.

Jisung asintió dándole pie a que pueda dar las explicaciones pertinentes.

ㅡ Ellos supieron que me había recuperado de la golpiza. Me mandaron un mensaje amenazante que me buscarían donde sea que este y no les importaría matar a quien se pusiera en frente. No quería arriesgarte a ti, ni a la confianza que me diste. Si ellos se ponían a buscar mis últimos pasos, llegarían a ti, Jisung. No quiero que sepan de tu existencia luego de lo mucho que hiciste por mi. Sé que intentas que tenga una mejor vida, pero ni mi madre intentó tanto por mi, ni nadie en mi familia. Estoy muy agradecido por tu ayuda y lo mejor es que te mantenga lejos. No podría perdonarme que te hagan daño por mi culpa, no mereces eso luego de todo lo que hiciste.

El menor no interrumpió ni un solo segundo a todo lo que dijo. Lo miró con tranquilidad en todo momento intentando no expresar ninguna emoción. Pero, en el fondo, sentía tranquilidad al saber que no quería arriesgarlo. Felix se había equivocado allí.

ㅡ ¿Tienes que volver a trabajar para ellos?

ㅡ Intentaré negociar alguna forma de salir. Pero, por lo pronto, no me queda más que volver.

ㅡ No mereces eso. ㅡ susurró con tristeza el más pequeño.

Minho le regaló una calida sonrisa. ㅡ Ya no sé que es lo que merezco, bonito. Pero al menos estoy feliz de saber que es real cuando dicen que hay un ángel que nos cuida, porque tu eres el mío. No sabía que existían personas tan amables y dispuestas a ayudar, pensé que solo se trataba de un mito o de un consuelo para la gente como yo que no tiene nada.

ㅡ Dijiste que tienes familia, ¿qué hay de ellos? ¿En verdad te alejaron o tu te fuiste?

Minho soltó una risa que no dejaba de tener algo de tristeza en ella. ㅡ Vengo de una familia muy pobre, Sung. Mi padre abandonó a mi madre y ella tuvo que hacerse cargo de mi y mis dos hermanos menores. Una vez vino una persona a ofrecerle un trabajo para mi, ya que era el mayor. Ella me mandó a trabajar sin siquiera preguntar, y es así como desde los 13 trabajo para ellos. Quise pedirle ayuda a mi madre para que me sacara de allí de alguna forma, pero ella me dijo que ya no era su hijo por tener esa clase de trabajo. No sé que se cruzó por su mente, no tiene ni idea que fue ella quien me metió allí; el hombre que le dijo que me quería trabajando para él, le mintió diciéndole que estaría de ayudante en una cocina. Nunca me dejó explicarle que todo fue un engaño y que yo no me metí allí por gusto.

Incorrecto (Minsung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora