Señora Calle [Cache]

Primera Carta.

{ M A R A T O N: 1/10}

Poche abrió los ojos, era temprano, volteo su rostro hacia un lado y se dio cuenta de que Daniela no estaba en su lado de la cama. Se levantó de esta y fue a la habitación de Antonia y ella no estaba ahí. Bajo las escaleras corriendo y en la cocina, en el refrigerador se dio cuenta de que había una nota pegada. La tomo en sus manos y comenzó a leer.

"Tengo una reunión temprano, deje a anto en la escuela, espero que hayas amanecido bien, Buenos Días princesa. Calle"

Poche no pudo evitar sonrojarse, Daniela era todo lo que una mujer quería una persona que la haga sentir especial cada día de su existencia. Poche se metió a la Ducha ,dejando que cada chorro de agua cayera sobre su cuerpo .Se alisto y salió de la mansión ,hoy tendría todo el día libre ,y no tenía idea de que hacer solo de algo estaba segura ,no se iba a quedar encerrada en esa mansión. Se acercó a su auto, y vio una nota en el parabrisas doblada en dos, lo primero que se le vino a la cabeza fue que es nota la había escrito Daniela .La saco del parabrisas y la leyó

"Lindo auto, tal vez puedas darme un paseo en el algún día, ¿tu esposa trabaja mucho no? Digamos que no va a poder defenderte desde su oficina, ¿o sí?"

Poche miro a todos sus costados pero no, no había nadie, guardo la nota en su bolso sentía un escalofríos correr por su cuerpo, quien no tendría miedo si te llega una nota técnicamente amenazándote. Subió a su auto y acelero lo más rápido que pudo.

Vendedora: ¿En qué color lo desea, señorita? (Pregunto la vendedora de la tienda mientras sostenía el vestido en sus manos.)

Poche: Azul, Azul (respondió poche)

Vendedora: ¿Lo va a llevar puesto?

Poche: No

Vendedora: De acuerdo, espere

Poche no podía dejar de pensar en esa nota, ¿De verdad había alguien queriendo hacerle daño?

¿?: Poche (dijo una voz masculina a sus espaldas, Poche volteo y lo miro, era Mario.)

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En la oficina de calle, el ambiente estaba tenso, ella no presentía lo mejor. Algo había cambiado poche de a poco la esta perdonando, pero sentía que no se avecinaba algo bueno para ella.

Secretaria: Señora Calle, tiene visitas (escucho Daniela a través del comunicador del teléfono de su oficina)

Calle: No tengo tiempo para visitas ahora (respondió ella de forma cortes daniela mientras terminaba de revisar unos papeles.)

Secretaria: Dice que es su amiga de confianza, Natalia, se llama Natalia.

Daniela dejo los papeles en el escritorio no tenía ganas de verla pero no podía ser tan descortés y no atenderla.

Calle: Déjala entrar.

Natalia entro en la oficina de Daniela en menos de 1 minuto, traía puesto el vestido más corto que se pueden imaginar y bueno unos zapatos muy comunes en ella, el tacón más alto que pudiera existir en el mundo, y más maquillada que un payaso. No se comparaba a poche. Poche era única.

Natalia: Daniela, un placer verte (Dijo Natalia acercándose a ella y le dio un beso en su mejilla dejando el olor de su perfume en Daniela)

Calle: Natalia.... ¿cómo estás?

Natalia: Bien, regrese de mi viaje.

Calle: Me alegro.

Natalia: Daniela así me vas recibir, porque no vamos a tu casa me invitas algo de tomar, y conversamos ya sabes...

Calle: No creo que poche este en casa en este momento para poder compartir con nosotras.

Natalia: ¿Y? ¿Quién la necesita?

Calle: Yo Natalia, yo la necesito y Antonia igual. (Daniela y la fulmino con la mirada tenía ganas de matarla en ese momento decir que poche ¿no era necesaria? ¿Quién se creía?

Natalia: Lo siento calle, pero por favor compartamos algo como en los viejos tiempos.

Calle: De acuerdo, vamos... (Suspiro)

Daniela estaciono su auto en frente de su casa, y Natalia y ella bajaron de este. Daniela saco las llaves de su bolsillo y abrió la puerta se escuchaban risas desde la cocina, y esa risa la reconocería en cualquier parte del mundo, era la de poche, su poche. Natalia siguió a Daniela hasta que llegaron a la cocina y Daniela de repente sintió como el sentimiento de celos se apoderaba de todo su cuerpo, vio a poche conversando con Mario, la sangre comenzaba a hervirle, ¿Decir que estaba celosa? Eso era poco, señores.